Incursión filosófica que no llega a destino

Incursión filosófica que no llega a destino

Fauna de lecturas que se queda en la superficie

HETERÓCLITO. El autor propone dislocar la rutina del pensamiento. ARCHIVO HETERÓCLITO. El autor propone dislocar la rutina del pensamiento. ARCHIVO
30 Abril 2017

ENSAYO

FILOSOFÍA AL PASO

EDUARDO DANIEL RODRÍGUEZ

(Edhasa - Buenos Aires) 

El autor propone una filosofía “al paso”, en un doble sentido: que nos disloque de la rutina, pero también que siga nuestro paso, que piense a nuestro ritmo. El objetivo de Rodríguez, quien además de docente es asesor filosófico y consultor psicológico, es avivar y profundizar inquietudes filosóficas genuinas. Pero se queda a mitad de camino.

En primer lugar, demasiadas citas de proveniencia variada configuran un marco heteróclito que confunde. Entre ellos J. Gaarder, Osho, Hugo Mujica, Nietzsche, Savater, Kusch, y Yalom. Parecen las citas preexistir, en un sentido no trivial, al armado del texto y sus voces no alcanzan una composición melódica ni ayudan a que la propuesta quede esclarecida.

Otro tanto ocurre con el método de “dilatar” metáforas. Por dar un ejemplo, a propósito del problema de la comunicación nos propone la metáfora de “puente”. ¿Qué tipo de puentes somos o creemos ser? Ejecuta a continuación la expansión del término siguiendo por momentos la enciclopedia china de Borges. Podemos ser puentes “colgantes”, “levadizos”, “sobre un canal”, “aéreos”, “cerriles”, de asnos”, o podemos ser de las personas que “hacemos el puente de plata a los demás” para allanarles el camino, pero incluso ser “puentes imaginarios”. Por último, hay que decirlo, podemos pensarnos como “puentes inútiles” que no llevan nada a nadie. Este tratamiento sugestivo no es acompañado de la profundización esperada. Lo mismo que con “puente” va a ocurrir con la semántica de “soledad” ”miedo”, y “consumo”. Al tucumano le será difícil abstenerse de la expresión local de exasperación “y diái”.

El procedimiento del libro no se aparta en general de lo aquí señalado. El autor toma una problemática (el miedo, la soledad, la comunicación, el consumo) y despliega una verdadera fauna de lecturas sin ahondar demasiado en ninguna. Lamentablemente no enfrenta a las fieras, no les sale al paso.

© LA GACETA

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Santiago Garmendia

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