Por Roberto Espinosa
26 Abril 2017
BUENO
PRODUCTORA: Sara Mamani. GENERO: Folclore latinoamericano. DURACIÓN: 30’. SELLO: Independiente.
Una lágrima rueda en la voz. Moja la ternura, la parquedad, la profundidad. “Un olivo es un viejo, viejo, viejo, y es un niño con una rama en la frente y colgado en la cintura un saquito todo lleno de aceitunas...” Los versos de Rafael Alberti laten en la música y el canto de Sara Mamani. Discípula del Cuchi Leguizamón, compositora, intérprete e investigadora, la salteña Sara Mamani ha dado a luz “Re-vivir”, cedé que reúne una decena de canciones de su autoría, escritas en su época universitaria, con letras propias y con poemas de Alberti, Federico García Lorca, Manuel Castilla, Gloria Fuertes, Nicomedes Santa Cruz y Gloria Martín. Leonardo Andersen y Pampi Torre en guitarra y Marcela Rodríguez en cuatro, son sus acompañantes. Su canto sin estridencias recorre estas piezas, que nos hablan de amor y muerte. “Yo soy ese verano que siente que su seno se le abulta de frutas y se te cae encima fecundándote... yo soy una vidala y delicadamente te enamoro”, dice Castilla. “Cuando yo me muera, enterradme con mi guitarra bajo la arena”, acota García Lorca. Sobresale en Mamani esa capacidad de expresar un texto, de conversar con el alma del oyente. “La despedida”, decidora milonga, es la fruta del postre en la producción de esta suerte de juglaresa de nuestra canción popular.
PRODUCTORA: Sara Mamani. GENERO: Folclore latinoamericano. DURACIÓN: 30’. SELLO: Independiente.
Una lágrima rueda en la voz. Moja la ternura, la parquedad, la profundidad. “Un olivo es un viejo, viejo, viejo, y es un niño con una rama en la frente y colgado en la cintura un saquito todo lleno de aceitunas...” Los versos de Rafael Alberti laten en la música y el canto de Sara Mamani. Discípula del Cuchi Leguizamón, compositora, intérprete e investigadora, la salteña Sara Mamani ha dado a luz “Re-vivir”, cedé que reúne una decena de canciones de su autoría, escritas en su época universitaria, con letras propias y con poemas de Alberti, Federico García Lorca, Manuel Castilla, Gloria Fuertes, Nicomedes Santa Cruz y Gloria Martín. Leonardo Andersen y Pampi Torre en guitarra y Marcela Rodríguez en cuatro, son sus acompañantes. Su canto sin estridencias recorre estas piezas, que nos hablan de amor y muerte. “Yo soy ese verano que siente que su seno se le abulta de frutas y se te cae encima fecundándote... yo soy una vidala y delicadamente te enamoro”, dice Castilla. “Cuando yo me muera, enterradme con mi guitarra bajo la arena”, acota García Lorca. Sobresale en Mamani esa capacidad de expresar un texto, de conversar con el alma del oyente. “La despedida”, decidora milonga, es la fruta del postre en la producción de esta suerte de juglaresa de nuestra canción popular.
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