El arte fue todo en la vida de la escultora “Nini” Radusky

“El arte es todo, ha sido mi vida y espero que lo sea hasta último momento”, respondió a la revista del Instituto de Arte y Comunicación Juana Radusky. “Nini” falleció el miércoles, luego de una larga trayectoria como artista, docente, investigadora y funcionaria de la Facultad de Artes.

Ella formó parte de toda una generación que llevó adelante la campaña coronada, finalmente, en que el Departamento de Artes se convirtiera en Facultad. Participó en numerosas exposiciones en la provincia, y tres de sus grandes obras pertenecen al patrimonio artístico de la provincia y se encuentran en el Museo Timoteo Navarro: “Mimo-drama 2” (cemento), “Reposo” y “Erosión lunar”

“Su humor y audacia eran sus broches más salientes, pero por sobre todo su amor por los amigos, su solidaridad incondicional. Amiga querida, te extrañaré toda la vida”, le escribió Martha Ortiz Malmierca.

En la revista mencionada, “Nini” Radusky contaba que veía problemático al arte actual. “No creo en la inspiración, me parece decadente la palabra, ya de por sí. El artista es un ser inteligente -reflexionaba-. Vengo de la generación del 60; leíamos mucho a Sartre y creímos en el artista comprometido en la pelea de cambiar el mundo”.