Mató y quemó a su novia, y ahora busca una nueva pareja en Tinder

Pablo Cuchán mató, descuartizó y quemó en una parrilla a su novia, Luciana Moretti, de 15 años, en Bahía Blanca. En 2007 fue condenado a prisión, pero sin sentencia firme, por lo que fue liberado luego de 11 años. Ahora busca nueva pareja en la aplicación Tinder.

En los últimos días reapareció en los medios por dos motivos: por un lado, un informe psicológico le dio el alta por haber considerado que se adaptó a una nueva vida y, por el otro, su actual novia lo denunció por violencia de género, según informó TN.

En el informe de las profesionales aseguraban que “no había criterios para la continuidad del tratamiento psicológico”. Sin embargo, su última pareja, una empleada municipal, denunció al portal bahiense La Brújula 24, haber sido víctima de sus agresiones.

La mujer contó que estaba junto a una amiga, en su auto, cuando Cuchán se le cruzó con su camioneta. En esa maniobra, le arrancó uno de los espejos retrovisores. Luego, a gritos le pedía que lo perdonara. Así fue cómo realizó la denuncia en la comsiaría más cercana.

Ahora en libertad, el femicida busca pareja en las redes y en una aplicación para conocer gente: Tinder.

El caso

Pablo Cuchán tenía 25 años en octubre de 2004 cuando, según declaró, quemó a su novia, Luciana Moretti, de 15 años en la parrilla de su casa. Luego juntó sus restos, los tiró y ordenó todo.

En el juicio que le realizaron en 2007, aseguró que la chica había muerto de una sobredosis de cocaína y que él se asustó por eso la prendió fuego con 20 litros de solvente y 10 bolsas de leña.

"En la cabeza estaba mi vida entera, 2 millones de preguntas y 2 millones de respuestas que en ese momento no tenía para dar". Más tarde sostuvo que abrió el fogón y empezó a sacar lo que había: "Junté todo, lo puse en bolsas y después lo tiré. Limpié el fogón... ordené todo...".

El día que lo condenaron Cuchán pidió perdón a sus padres y hermana, a la familia de Luciana y a todos los que confiaban en él. Estuvo 11 años en la prisión y, por no tener una sentencia firme, fue liberado.