Entre estupideces y necedades
Estúpido. Necio, falto de inteligencia. (Diccionario de la Real Academia Española, primera acepción).

Este parece ser el adjetivo que mejor calza a los funcionarios de la Nación y de la Provincia que se enredaron en internas y mezclaron en su pelea a los inundados del sur tucumano.

La cronología de las desavenencias incluye imágenes desopilantes (como en la visita a Monteagudo, cuando la Nación borró de la foto al gobernador, Juan Manzur, y la Provincia dejó fuera de foco al titular del Plan Belgrano, José Cano), puestas en escena (como la selección previa que hicieron de los docentes que iban a reunirse con Macri y la abucheada organizada contra los cambistas por parte de funcionarios de primera línea provincial) y chiquilinadas diversas (como no dejar pasar a los funcionarios locales a la reunión del Presidente con vecinos o como amenazar a los inundados para que no reciban ayuda nacional). Todas pantomimas.

Los unos y los otros se pusieron más serios cuando cayeron en cuenta que la situación se les estaba yendo de las manos. La Nación prometió un análisis en 90 días para ver qué hacer para que desastres como este no vuelvan a ocurrir y la Provincia lanzó un subsidio, una línea de créditos blandos y prometió a los vecinos de La Madrid que el Estado no retirará su asistencia hasta que el último de los vecinos retorne a su hogar. Sin embargo, no parece haber quitamanchas que borre el papelón político, porque ahora esa preocupación suena a secuela de la mechoneada entre funcionarios locales y federales.

Necio. 1. Ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber. 2. Falto de inteligencia o de razón. 3. Terco y porfiado en lo que hace o dice. (Diccionario de la Real Academia Española, tres primeras acepciones)

Otro de los calificativos para los que gobiernan. Porque ninguno quiere ni está dispuesto a reconocer que hubo negligencia, desinterés o falta de planificación para realizar las obras necesarias para mitigar los efectos del aguacero histórico que afectó al sur provincial. Llegaron $ 1.200 millones del Plan Más Cerca que se utilizaron para cordón cuneta, caminería para el parque 9 de Julio y otras obras de igual “envergadura”. Se trató en gran parte de trabajos que se realizan en poco tiempo y que son visibles para la gente. Fueron, entonces, obras electorales. Ni con ese dinero nacional ni con fondos locales se hicieron tareas hídricas de envergadura. No las hubo de las grandes ni de las pequeñas. La Dirección Provincial del Agua, por ejemplo, no tiene máquinas para realizar mantenimiento en las cuencas de los ríos. Tampoco se construyeron los diques que podrían haber servido de canalizadores para los ríos hoy desbordados. José Alperovich anunció mil veces Potrero del Clavillo, por ejemplo, pero jamás se concretó la obra. Habrían llegado unos $ 3.000 millones de la Nación en la era K para esas obras, que no se sabe para qué se usaron (El Ejecutivo Nacional comenzó a auditar eso ahora). ¿Por qué no se puso el empeño para concretarlo que sí se dedicó, por ejemplo, para el costosísimo edificio legislativo? Tampoco reconocen en el alpero-manzurismo que fue suyo el error de no haber aclarado en aquel momento que jamás llegaron los $ 290 millones que José López y el entonces vicegobernador Manzur dijeron que se iban a invertir para que nunca más se inundara el sur. Primaron los intereses políticos de aquel momento: no había que decir que el kirchnerismo no mandaba un “regalo” a Tucumán, sino que había que comprometer coparticipación para devolver los fondos. Ahora que se viralizó aquel video, en el Gobierno culpan a los que lo difundieron de no chequear la data. ¿No es deber del Estado informar y publicar todos los actos de gobierno, más aún los que involucran fondos públicos?

La necedad de Macri se hizo evidente con su desafortunada invitación a que en Tucumán se vote por Cano para la Gobernación. El Presidente transformó la desventura en oportunidad política-electoral con esos dichos y se aleja cada vez más de su “cambiemos”. Emula las mismas prácticas que cuestiona y, para colmo, comenzó su Gobierno prometiendo cerrar la grieta que ahora parece alentar.

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