El desafío de ingresar a las mujeres al trabajo sin que pierdan su rol social

El desafío de ingresar a las mujeres al trabajo sin que pierdan su rol social

09 Abril 2017
En el mercado de trabajo hay empresas que prefieren contratar mujeres porque, en general, son más dóciles y proclives a aceptar, sin demasiados cuestionamientos, la remuneración que impone el empleador. En cambio, los hombres suelen cuestionar este aspecto porque, en general, son quienes afrontan la mayor parte de los gastos familiares y por su rol, muy instalado en la sociedad, de proveedor en el hogar. Sin embargo, también hay empresas u organizaciones que prefieren contratar varones en lugar de mujeres para la cobertura de los puestos laborales, al considerar que ellas, en general, tienen más dificultades para cumplir con el presentismo, en especial las trabajadoras que son madres.

Graciela Chamut, psicóloga especializada en Dirección de Empresas, afirma que, en cualquier caso, la urgencia de integrarse al mundo laboral, llevó a que la mujer deje de lado su rol esencial en la sociedad que, según la experta, es la crianza de los hijos y la transmisión de valores y de principios. “Esto no quiere decir que las mujeres no deban trabajar. Desde luego que deben y que pueden hacerlo. Pero sería más saludable que lo hagan sin perder de vista su rol fundamental. Para ello, una alternativa posible es que trabajen desde su casa. En la actualidad, hay profesiones que se pueden ejercer utilizando una computadora conectada a internet. Si se extendiera, esta modalidad de empleo le permitiría a las mujeres desarrollar mejor su rol de madre y realizarse como profesionales”, sugiere Chamut.

Además, la especialista sostiene que el desafío de las empresas y de los trabajadores es encontrar un punto de equilibrio que permita achicar la brecha salarial que existe entre ambos sexos e integrar a la mujer al mercado de trabajo, sin que pierda su función social. “El rol de madre es indelegable. Por lo tanto, el desafío es que las mujeres puedan ejercer su vocación, sin descuidar la crianza de los hijos, y que su trabajo sea bien remunerado”, concluye Chamut.

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