25 Marzo 2017
LAS HERMANAS MOLINA. “No le tenemos miedo, toda la gente vio lo que pasó, pero no hablan”, dijeron. la gaceta / foto de francisco fernández
Amelia Molina (66) permanece internada en estado delicado en el Centro de Salud tras recibir un tiro en el estómago cuando barría la vereda de su casa de La Costanera. Sus hermanas Rita, María, Angélica y Argentina están indignadas y conmovidas por el dramático incidente del domingo pasado que dejó a Amelia al borde de la muerte.
“Este policía casi mata a mi hermana, le arruinó la vida. Fue tan cobarde que se escapó en vez de asistirla”, se lamentó Rita, y agregó: “Lo único que queremos es Justicia y que este hombre no vuelva más a la Policía. Que pague el daño que hizo”. María aseguró que hay muchos testigos, pero que tienen miedo de hablar: “Toda la gente vio lo que pasó, pero no hablan porque le tienen miedo a este infeliz. El tipo estuvo tres días bebiendo antes de dispararle a mi hermana. Aquí es un malevo al que todos le tienen miedo”.
Mientras, los primeros testigos que declararon en Tribunales, también señalaron al policía (está detenido), como el autor del disparo contra Molina, quien fue operada de urgencia. Incluso la víctima (todavía no declaró) le confió a sus familiares que fue esa persona quien le disparó.
“Mi mamá dice que fue el policía quien le disparó. Los médicos tuvieron que reconstruirle los órganos. Ahora hay que esperar cómo evoluciona. El proyectil quedó alojado en la cadera”, afirmó en diálogo con LA GACETA Juliana Carrera. La joven fue una de los dos testigos del violento episodio de calle Guatemala al 1.500 que declararon ayer por la mañana en la Fiscalía VIII de Adriana Giannoni.
“Me levanté para ir al baño a cerca de las 7. Mi mamá barría la vereda. Cayó arrodillada en la puerta de la casa. El disparo vino del lado donde estaba el policía. Antes peleó con un tal ‘Tito’, no sé los motivos”, concluyó.
La mujer fue llevada en un taxi hasta el Centro de Salud. Una hora después, ingresó a quirófano para ser sometida a una intervención de alto riesgo. Los médicos lograron salvarle la vida, pero no pudieron extirparle el proyectil. Ahora, los expertos aguardan para ver cómo responde la paciente con el paso de los días y no descartan someterla a una segunda operación. Todo dependerá de su evolución.
Testigo clave
Otro testigo que declaró fue Esteban Lezcano (34), quien vive en la misma cuadra. Después de declarar, habló con este medio. “Eran las 7. Yo estaba desayunando, me tenía que ir a trabajar. Salí con la tasa de café y el pan a la vereda porque escuché gritos. Afuera estaba el policía amenazando a otro. Le decía que lo iba a matar”, contó.
En la mañana del domingo 19 de marzo, el policía habría comenzado a discutir con un tal “Tito” a la salida de una fiesta en calle Guatemala al 1.500. La señora Molina barría la vereda de su casa en la misma cuadra, cuando recibió el tiro. Según Lezcano, el uniformado habría sido el autor de ese disparo.
“Le repetía ‘te voy a reventar hijo de puta’. Entonces vi que el policía hacía tiros. Apuntó y le pegó a la señora en el estómago. Cuando vio que la hirió, se fue corriendo del lugar. Nadie le hizo disparos a él. La única arma que vi la tenía esa persona. No sé por qué peleaban, eso fue lo que vi”, explicó el testigo.
El policía se entregó en la medianoche del domingo. Quedó alojado en la seccional 11ª hasta el día siguiente, cuando fue presentado ante la fiscala Giannoni y quedó detenido. Ahora, su situación procesal deberá ser resuelta por un juez de instrucción. Según su versión, el disparo que hirió a Molina fue detonado por un ladrón.
Miedo a declarar
El abogado Sebastián Herrera Prieto, representante legal de la familia Molina, valoró los testimonios de los testigos y se mostró confiado que con el paso de los días otros vecinos de atrevan a declarar en Tribunales.
“Son testigos concretos de cómo actuó este policía. No son tiros accidentales, sino hechos contra la señora Molina. Nos hace sospechar que no estaba muy lúcido para dispararle a una vecina. Hay otros muchos testigos que tratándose de un policía tienen cierta preocupación. Pero creo que cuando les den las garantías del caso van a declarar”.
Fundadores del barrio
“Vivimos en el barrio desde 1960. Todo era monte. No había casas. Éramos los únicos vecinos. Mucho después vinieron todos estos delincuentes. Todo cambió hace diez años. Ahora ellos son los señores del barrio, los que tienen las camionetas todo terreno y tremendas motos. Los adictos les tienen terror. Tienen que salir a robar para ellos”, explicó Argentina, la mayor de las hermanas Molina.
“Este policía casi mata a mi hermana, le arruinó la vida. Fue tan cobarde que se escapó en vez de asistirla”, se lamentó Rita, y agregó: “Lo único que queremos es Justicia y que este hombre no vuelva más a la Policía. Que pague el daño que hizo”. María aseguró que hay muchos testigos, pero que tienen miedo de hablar: “Toda la gente vio lo que pasó, pero no hablan porque le tienen miedo a este infeliz. El tipo estuvo tres días bebiendo antes de dispararle a mi hermana. Aquí es un malevo al que todos le tienen miedo”.
Mientras, los primeros testigos que declararon en Tribunales, también señalaron al policía (está detenido), como el autor del disparo contra Molina, quien fue operada de urgencia. Incluso la víctima (todavía no declaró) le confió a sus familiares que fue esa persona quien le disparó.
“Mi mamá dice que fue el policía quien le disparó. Los médicos tuvieron que reconstruirle los órganos. Ahora hay que esperar cómo evoluciona. El proyectil quedó alojado en la cadera”, afirmó en diálogo con LA GACETA Juliana Carrera. La joven fue una de los dos testigos del violento episodio de calle Guatemala al 1.500 que declararon ayer por la mañana en la Fiscalía VIII de Adriana Giannoni.
“Me levanté para ir al baño a cerca de las 7. Mi mamá barría la vereda. Cayó arrodillada en la puerta de la casa. El disparo vino del lado donde estaba el policía. Antes peleó con un tal ‘Tito’, no sé los motivos”, concluyó.
La mujer fue llevada en un taxi hasta el Centro de Salud. Una hora después, ingresó a quirófano para ser sometida a una intervención de alto riesgo. Los médicos lograron salvarle la vida, pero no pudieron extirparle el proyectil. Ahora, los expertos aguardan para ver cómo responde la paciente con el paso de los días y no descartan someterla a una segunda operación. Todo dependerá de su evolución.
Testigo clave
Otro testigo que declaró fue Esteban Lezcano (34), quien vive en la misma cuadra. Después de declarar, habló con este medio. “Eran las 7. Yo estaba desayunando, me tenía que ir a trabajar. Salí con la tasa de café y el pan a la vereda porque escuché gritos. Afuera estaba el policía amenazando a otro. Le decía que lo iba a matar”, contó.
En la mañana del domingo 19 de marzo, el policía habría comenzado a discutir con un tal “Tito” a la salida de una fiesta en calle Guatemala al 1.500. La señora Molina barría la vereda de su casa en la misma cuadra, cuando recibió el tiro. Según Lezcano, el uniformado habría sido el autor de ese disparo.
“Le repetía ‘te voy a reventar hijo de puta’. Entonces vi que el policía hacía tiros. Apuntó y le pegó a la señora en el estómago. Cuando vio que la hirió, se fue corriendo del lugar. Nadie le hizo disparos a él. La única arma que vi la tenía esa persona. No sé por qué peleaban, eso fue lo que vi”, explicó el testigo.
El policía se entregó en la medianoche del domingo. Quedó alojado en la seccional 11ª hasta el día siguiente, cuando fue presentado ante la fiscala Giannoni y quedó detenido. Ahora, su situación procesal deberá ser resuelta por un juez de instrucción. Según su versión, el disparo que hirió a Molina fue detonado por un ladrón.
Miedo a declarar
El abogado Sebastián Herrera Prieto, representante legal de la familia Molina, valoró los testimonios de los testigos y se mostró confiado que con el paso de los días otros vecinos de atrevan a declarar en Tribunales.
“Son testigos concretos de cómo actuó este policía. No son tiros accidentales, sino hechos contra la señora Molina. Nos hace sospechar que no estaba muy lúcido para dispararle a una vecina. Hay otros muchos testigos que tratándose de un policía tienen cierta preocupación. Pero creo que cuando les den las garantías del caso van a declarar”.
Fundadores del barrio
“Vivimos en el barrio desde 1960. Todo era monte. No había casas. Éramos los únicos vecinos. Mucho después vinieron todos estos delincuentes. Todo cambió hace diez años. Ahora ellos son los señores del barrio, los que tienen las camionetas todo terreno y tremendas motos. Los adictos les tienen terror. Tienen que salir a robar para ellos”, explicó Argentina, la mayor de las hermanas Molina.
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