Matemática para resolver problemas cotidianos

Matemática para resolver problemas cotidianos

Adrián Paenza ofrece nuevos ejercicios para entrenar el cerebro

26 Marzo 2017

DIVULGACIÓN

ESTRATEGIAS

ADRIÁN PAENZA

(Sudamericana – Buenos Aires) 

Una de las discusiones sobre el cada vez más exitoso género de “divulgación científica” gira en torno a si resulta más conveniente que la misma sea practicada por un periodista entrenado en un área científica o por un científico con interés en la comunicación, especialmente la dirigida a públicos no especializados. Adrián Paenza tiene la curiosa ventaja de pertenecer a ambos mundos: lo avalan tanto un doctorado en matemáticas como 50 años de experiencia periodística.

Su tarea de divulgación es sumamente exitosa, en el sentido de haber alcanzado, contra todo pronóstico, a un público muy amplio. Y lo es entre otras cosas porque logra contrarrestar la mala fama de la matemática como una ciencia árida, compleja y aburrida. Paenza apuesta por un uso recreativo y hasta lúdico de la matemática. En este volumen presenta una serie de problemas, matemáticos y no tanto, que adquieren la forma de desafíos a la inteligencia del lector para hallar una solución adecuada. Se trata de planteos difíciles pero entretenidos, y Paenza se presenta como un amigo que guía muy cordialmente al lector en las posibles estrategias para resolverlos. Por ejemplo: cómo dividir doce pizzas entre siete compañeros, de forma que todos obtengan la misma cantidad (y con la indicación de que las porciones no sean especialmente pequeñas).

En dichas estrategias, en varios casos enmarcadas informalmente en la teoría de juegos, prima el análisis exhaustivo y ordenado de todas las posibilidades, revelando la potencia de las herramientas matemáticas para abordar problemas.

No se trata, por cierto, de planteos inventados por el autor, sino –como suele ocurrir en la divulgación- seleccionados y adaptados por él. Paenza mismo se topó con ellos alguna vez y deja constancia de que tuvo que pensarlos por sí mismo. Buena parte de esa curiosidad y pasión es exitosamente trasmitida al lector, al aventurarse también a resolverlos. Resulta refrescante que, en una época en la que todo viene ya pre-masticado como para no tener que realizar esfuerzo alguno, un libro nos presente desafíos que nos obliguen (fracasemos o no en el intento) a diseñar estrategias para solucionar un problema. En fin, que nos invite a pensar, y a redescubrir el placer que hay en ello.

© LA GACETA

Publicidad

Nicolás Zavadivker

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios