El arte del matrimonio

El arte del matrimonio

Reflexiones sobre el amor, la fidelidad, los secretos y la pasión

26 Marzo 2017

ENSAYO

DEL MATRIMONIO COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES

JULIA KRISTEVA Y PHILIPPE SOLLERS

(Interzona - Buenos Aires) 

Con “un diálogo que no se ha interrumpido” a lo largo de 50 años Julia Kristeva y Philippe Sollers exploran su vida juntos en la serie de charlas reunidas en Del matrimonio como una de las bellas artes. Podrían ser una serie de reflexiones filosóficas, artistas, sociológicas, solo que en verdad se leen con el pudor de quien es testigo involuntario de una escena íntima. Y, claro, la curiosidad de descubrir cómo hacer propia la experiencia.

Al mismo tiempo que ellos indagan sobre la fidelidad, la infancia, los secretos, se ríen de los clichés sobre el matrimonio. El estilo directo y ácido del escritor y editor de Gallimard, se va entrelazando con las digresiones de la filósofa y semióloga. La conversación traduce “el tacto necesario para reconocer y que se manifieste la extrañeza del otro y la de uno mismo”, imprescindible para una vida en común. Las ideas fluyen a partir de anécdotas personales y consiguen mostrar, más que contar, que la vitalidad de ese vínculo se alimenta de la creatividad.

Lo curioso es que ni Kristeva ni Sollers soportan la palabra pareja; como buenos filósofos apasionados por China y su cultura, prefieren pensar que: “La diferencia entre el hombre y la mujer es irreductible, no hay fusión posible. Se trata, entonces, de amar una contradicción, y eso es lo hermoso”. Y van más allá: “si somos dos, somos cuatro ¿Por qué? Porque su parte femenina nunca será la mía, mi parte masculina nunca será la suya, y por lo tanto somos cuatro”.

Irradiación

En ese ida y vuelta se va conformando un discurso amoroso que da una nueva medida a la intimidad de pareja. Sin embargo, lo que realmente sorprende son las revelaciones tiernas, las revelaciones irracionales.

En ese profundizar sobre el amor, la pasión y el deseo a partir de justificaciones lúcidas, irrumpe sin aviso la intuición y, de algún modo, logra despejar las sombras del sentido.

Es decir, si el matrimonio aparece a lo largo de las charlas como la “apología poética de la libertad”, también alcanza lo indecible: “¿Han notado ese silencio absoluto que se extiende sobre la Tierra justo antes de que caiga la noche? Solo un oído atento a la presencia que todo ser vivo irradia desde lo más profundo puede captarlo, haciendo caso omiso de los demás sonidos de fondo. Lo que llamamos una pareja, en el sentido inaccesible del término, se forma cuando dos personas oyen esas irradiación en cada una de ellas, recíprocamente y en el mundo que los rodea. Nadie más puede sentirla. Entonces él y yo nos convertimos en una especie de pareja”.

© LA GACETA

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Verónica Boix

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