El gobernador Heredia

El gobernador Heredia

Una descripción de Jorge Söhle en “Chavela”.

ALEJANDRO HEREDIA. Litografía de época, ejecutada por Bacle en Buenos Aires. ALEJANDRO HEREDIA. Litografía de época, ejecutada por Bacle en Buenos Aires.
La novela “Chavela”, de Jorge Söhle (1903), se ambienta en el Tucumán rosista, cuando gobernaba el general Alejandro Heredia. Tiene colorido su descripción del gobernador. “El general Heredia tenía cincuenta años largos, que no los representaba; estaba bien conservado, a pesar de los excesos que desde algún tiempo venía cometiendo diariamente, tanto en los altares de Baco, cuanto en los de Venus, y de la agitada vida de campamento que había llevado desde su juventud. Alto, buen mozo, gallardo, era el tipo resultante de la mezcla del indígena con el español y lo demostraban sus ojos negros, rasgados, sus pómulos algo salientes -lo que disimulaban las patillas a la inglesa, única barba que usaba-, su boca casi sin labios y su frente ancha, pero deprimida; ello había dado origen a su mote de El Indio Heredia”.

Lo pinta en una fiesta, a la que entró vestido de “paisano”. Lucía entonces “traje de frac negro, talle corto, solapa y faldones anchos, botones grandes, lisos; se conocía había salido de la renombrada tijera del sastre inglés Coyle, vecino de Buenos Aires; corbatín de elástico negro, ancho y camisa de chorrera, en cuya pechera se veían dos botones de oro cincelado, que los unía una cadenita sumamente fina del mismo metal”.

Llevaba cruzada “la banda de gobernador, ancha cinta celeste con el escudo de la provincia”. El escudo era “ovalado, dividido en dos cuarteles, el inferior azul celeste y el superior blanco, encontrándose en el centro de estos, cruzados, un sable, una lanza con banderola y una pica cubierta con el gorro frigio”. La orla era “una rama de palma, y otra de laurel, y el mote de ‘Tucumán, Sepulcro de los Tiranos’; se veía en la parte inferior un trofeo de armas y banderas, y en la parte superior un sol naciente”.

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