El municipio pidió a la Corte que actúe por los autos secuestrados

Fernanda Gelsen vivió ayer un día de furia. Uno de esos a los que ya se acostumbró desde que vive frente a la comisaría Segunda (Buenos Aires 479). Desde la vereda de su casa lanzaba insultos al aire. “Me tienen podrida, es el mismo problema todos los días. Tengo que ir a trabajar y no puedo sacar el auto”, protestó ante el cronista de LA GACETA.

Es que, entre los autos secuestrados que se acumulan en la vereda y las personas que dejan sus vehículos para hacer trámites en la dependencia policial, a ella le dejaron bloqueado su auto y no aparecían los dueños para retirarlos.

“Siempre tengo que entrar a buscar a los conductores, pero no siempre los encuentro. “No sé cómo no son capaces de pagar un estacionamiento”, disparó ofuscada.

A pesar de sus gritos y de la bocina ensordecedora de su auto, nadie salía de la comisaría. “Hay veces -contó- que tengo que intentar abrirles las puertas del auto para que suene la alarma y salgan”. Finalmente se rindió: debió tomar un taxi porque se acercaba la hora de trabajar.

Hace un mes, debido a los problemas que generan los autos secuestrados que se acumulan en los alrededores de las comisarías, la Municipalidad le solicitó al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Gandur, que interviniera en este tema. La Corte le respondió con las actuaciones que viene realizando hasta el momento (ver aparte), pero todavía no aparecen las soluciones.

Protagonistas

Alberto Moya, portero de un edificio de Buenos Aires entre General Paz y La Madrid, confirmó que las peleas por el estacionamiento son el pan de cada día. “Había mejorado un poco porque habían hecho una demanda. Pero hace unos meses se volvió a llenar de vehículos”, relató.

La situación, aunque con menos vehículos, se repite en la comisaría Primera (San Martín 224). “Acá no se puede estacionar y cuando hay mudanzas no se pueden parar a descargar nada”, dijo Marcelo Pérez, quien trabaja en un edificio de la cuadra. Los vecinos indicaron que muchas veces el mismo auto permanece muchas semanas, y hasta meses, en el lugar. Lucía Silva vive a unos metros de la seccional y relató que cada día aumentan los automotores allí: “se llevan tres pero traen otros cuatro chocados”.

No sólo quienes residen en la cuadra padecen los problemas. Juan Manuel Villagra, taxista, también se queja por los problemas de tránsito: “hay momentos en los que tenemos hasta triple fila acá. No nos dejan trabajar bien a nosotros. Peor es cuando hay cortes en la plaza. Tardo como cinco minutos en salir de esta cuadra”.

> Respuesta del Poder Judicial

Ante el pedido de la Municipalidad, la Justicia elaboró un informe sobre las actuaciones llevadas a cabo desde diciembre de 2015 en referencia a los vehículos que se acumulan en las comisarías. Lo último que figura en el listado es un pedido de hace un año (22 de marzo de 2016), solicitando a la Secretaría de Seguridad un informe detallado de los vehículos que permanecen en las dependencias; sin embargo, el listado no menciona que hayan obtenido respuesta. 

En Yerba Buena ya forman parte del paisaje 

En Yerba Buena también genera trastornos la acumulación de vehículos secuestrados en las afueras de las comisarías. Es un tema en que la Municipalidad viene insistiendo desde hace tiempo, según afirman los funcionarios, pero todavía no han encontrado soluciones definitivas. La situación se repite en las comisaría de Marcos Paz y en la del Marti Coll.

“El año pasado hicimos una gestión para que retiren los autos. Finalmente, los sacaron de la comisaría de Marcos Paz. Pero en unos pocos meses volvieron a acumularse”, explicó Manuel Courel, jefe de Gabinete de Mariano Campero.

Mauricio Argiró, secretario de Seguridad Ciudadana de Yerba Buena, también tomó partido por que se retiren los vehículos, pero sostuvo que no es una competencia de su repartición, sino algo que debe motorizarse en la esfera de la Provincia.

“Estuvimos reunidos con la plana mayor de la Policía la semana pasada. Allí, entre otros temas, hablamos sobre la problemática de los autos abandonados en los alrededores de las comisarías. No sólo nos preocupa lo visual, sino también las dificultades que ocasionan en el tránsito, porque en algunos casos obstruyen calles -remarcó Argiró-. Pero no es facultad nuestra mover esos autos, porque algunos tienen causa judicial. Se trata de una facultad de la Policía y del Ministerio de Seguridad Ciudadana. Ellos han demostrado su buena predisposición, pero el problema de fondo es que se requiere de un lugar donde disponer esos autos a nivel provincial”.