20 Marzo 2017
EL LOCAL. Estaba lleno de familias y grupos de adolescentes y jóvenes. la gaceta / foto de diego aráoz
A plena luz del día y mientras el local estaba repleto de clientes, un solitario delincuente intentó asaltar una sucursal de la cadena de heladerías Grido, ubicada en calle San Martín al 400, frente a la plaza Independencia y a pocos metros de la Casa de Gobierno.
Pero un empleado policial que estaba de civil y se encontraba dentro del local, se percató del atraco y redujo al asaltante. Ocurrió en la tarde del sábado. “Sentí mucho miedo, porque no sabés lo que te puede pasar. Si se animan a robar en pleno centro te podés esperar cualquier cosa”, contó a LA GACETA Gisela Ibarra (29), una de las empleadas que atendía el local cuando ingresó el ladrón.
“Fue como a las 18.15. Había muchas mujeres con sus hijos y grupos de jóvenes adentro. Yo estaba atendiendo la caja cuando llegó un muchacho de unos 20 años. Primero les ofreció estampitas a los clientes. Después se acercó hasta el mostrador y me encaró”, recordó la mujer.
Bajo amenazas de muerte, el delincuente le pidió la recaudación. “Me dijo que le diera la plata mientras hacía ademanes de tener un arma de fuego en la cintura. Yo les hice señas a los clientes para que advirtieran lo que estaba pasando”, contó Ibarra.
El ladrón actuó con total impunidad y poco le importaron las cámaras de seguridad instaladas dentro del negocio. Pero la escena fue advertida por un policía de civil, quien enfrentó al ladrón hasta lograr inmovilizarlo. Al quitarle el arma, advirtió que se trataba de una réplica.
“Estoy segura que es la misma persona que entró a robar hace un par de semanas. Cuando lo ví lo reconocí. De inmediato le avisamos a un policía, que lo llevó detenido”, concluyó la empleada.
Blanco fácil
El 15 de febrero, delincuentes a cara descubierta y empuñando armas de fuego asaltaron la sucursal de avenida Néstor Kirchner y Terán. Había muchas personas, entre ellos ñinos. A los ladrones no les importó apuntarles en la cabeza. Se llevaron dinero y las pertenencias de los clientes.
El 26 de febrero, el blanco fue un local de Corrientes y Laprida, en barrio Norte. El ladrón robó una billetera y huyó. Una empleada alertó a un policía que persiguió al arrebatador hasta atraparlo.
El 28 de febrero, dos asaltantes armados ingresaron a la heladería de avenida Ejercito del Norte y Corriente. Bajo amenazas de muerte redujeron al personal y se apoderaron de los $7000 de recaudación y las pertenencias de los clientes.
El 7 de marzo, la sede asaltada fue la de avenida América al 800. Los delincuentes se apoderaron de la recaudación, pero cuando intentaron escapar se encontraron con varios uniformados que los esperaban. Los asaltantes cubrieron a tiros su huida, pero fueron detenidos. Un uniformado recibió un tiro en una pierna.
Pero un empleado policial que estaba de civil y se encontraba dentro del local, se percató del atraco y redujo al asaltante. Ocurrió en la tarde del sábado. “Sentí mucho miedo, porque no sabés lo que te puede pasar. Si se animan a robar en pleno centro te podés esperar cualquier cosa”, contó a LA GACETA Gisela Ibarra (29), una de las empleadas que atendía el local cuando ingresó el ladrón.
“Fue como a las 18.15. Había muchas mujeres con sus hijos y grupos de jóvenes adentro. Yo estaba atendiendo la caja cuando llegó un muchacho de unos 20 años. Primero les ofreció estampitas a los clientes. Después se acercó hasta el mostrador y me encaró”, recordó la mujer.
Bajo amenazas de muerte, el delincuente le pidió la recaudación. “Me dijo que le diera la plata mientras hacía ademanes de tener un arma de fuego en la cintura. Yo les hice señas a los clientes para que advirtieran lo que estaba pasando”, contó Ibarra.
El ladrón actuó con total impunidad y poco le importaron las cámaras de seguridad instaladas dentro del negocio. Pero la escena fue advertida por un policía de civil, quien enfrentó al ladrón hasta lograr inmovilizarlo. Al quitarle el arma, advirtió que se trataba de una réplica.
“Estoy segura que es la misma persona que entró a robar hace un par de semanas. Cuando lo ví lo reconocí. De inmediato le avisamos a un policía, que lo llevó detenido”, concluyó la empleada.
Blanco fácil
El 15 de febrero, delincuentes a cara descubierta y empuñando armas de fuego asaltaron la sucursal de avenida Néstor Kirchner y Terán. Había muchas personas, entre ellos ñinos. A los ladrones no les importó apuntarles en la cabeza. Se llevaron dinero y las pertenencias de los clientes.
El 26 de febrero, el blanco fue un local de Corrientes y Laprida, en barrio Norte. El ladrón robó una billetera y huyó. Una empleada alertó a un policía que persiguió al arrebatador hasta atraparlo.
El 28 de febrero, dos asaltantes armados ingresaron a la heladería de avenida Ejercito del Norte y Corriente. Bajo amenazas de muerte redujeron al personal y se apoderaron de los $7000 de recaudación y las pertenencias de los clientes.
El 7 de marzo, la sede asaltada fue la de avenida América al 800. Los delincuentes se apoderaron de la recaudación, pero cuando intentaron escapar se encontraron con varios uniformados que los esperaban. Los asaltantes cubrieron a tiros su huida, pero fueron detenidos. Un uniformado recibió un tiro en una pierna.
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