El peor remedio

Nada de lo que tomamos tiene un efecto único en el organismo, pero a la gente no parece importarle mucho. Cada vez son más las personas que salen con el bolsito de los remedios a cuestas. Tienen amoxicilina por si les duele la garganta e ibuprofeno por si sienten algún malestar. Le suman la pastilla para dormir, el tranquilizante o el estimulante.

Una investigación reciente reveló que se duplicó el consumo de tranquilizantes entre los argentinos, a tal punto que hoy se usan 10 millones de estas pastillas por día. Las usan para dormir, para bajar el estrés, para la angustia o la ansiedad. No se tienen en cuenta los efectos adversos ni la adiccion que generan, destacó Marcelo Peretta, a cargo del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos, entidad que realizó el estudio.

El informe estadístico reveló que ocho de cada 10 argentinos no consultan a ningún profesional médico antes de consumir fármacos, y que 26 personas por día mueren en todo el país por automedicarse. “El 50 %de la población -mayor de 18 años- toma los medicamentos en forma incorrecta”, señaló Peretta.

No es todo. El experto manifestó, de acuerdo al informe, que 5% termina hospitalizado, lo que equivale a 162.000 pacientes hospitalizados cada año en Argentina por esta razón.

“El estudio lo venimos realizando hace 10 años en base a encuestas, a informes del Indec y a los reportes de los directores técnicos farmacéuticos del país. La situación es preocupante”, explicó. Señaló que hay personas que toman simultáneamente y sin control entre seis y 20 medicamentos por día.

“Hemos ofrecido varias opciones para solucionar el tema; urge que el Estado intervenga en este problema -señaló-. También pedimos que se incluya en los planes de estudio de las escuelas asignaturas en las que se enseñe desde chicos qué es el medicamento, que no puede ser una golosina”. Según Peretta, el argentino le perdió el respeto al medicamento. “La gente debería tener en casa su botiquín cerrado con llave”, sugiere.

Desde el sector de la farmacia -señaló el funcionario- ven con preocupación cómo se usan irracionalmente los remedios para las infecciones, situación que ha generado una resistencia bacteriana a ciertos medicamentos. “La gente toma mal los antibióticos, no completa los tratamientos de 7 a 14 días y entonces las infecciones se están volviendo cada vez más complejas, más difíciles de tratar”, resaltó.

Todos los medicamentos empleados en dosis excesivas o durante períodos prolongados, en situaciones en que no están indicados, pueden producir efectos indeseables, alertó.

Según el especialista, hay dos situaciones que agravan el panorama. La primera: “a la industria farmacéutica le interesa vender, no curar las enfermedades; hoy muchos de los medicamentos que se venden no curan, sino que generan nuevos problemas”. Y la otra es: “el propio paciente, que cree que todo lo puede solucionar con una pastilla y con ese objetivo trata de consumir medicamentos de cualquier tipo ante cualquier evento que se le presenta”.

“Tenemos un problema realmente grave con el consumo de ibuprofeno, paracetamol y aspirina. Hay venta libre en farmacias, pero también se venden en kioscos, ferias barriales y ahora hasta en los medios de transporte. Está completamente naturalizado”, señaló el especialista. 

> Ranking de los más usados

1 Analgésicos para el dolor 
Ya nadie tolera ni un mínimo de dolor. Ante la primera molestia, ingieren una pastilla. Antes de visitar al médico por un dolor, el 90% ya consumió analgésicos (muchos lo hacen en forma crónica).

2 Psicofármacos 
Los argentinos tomamos 10 millones de estas pastillas por día. Muchos los usan con fines recreativos: para relajarse, para descansar y para pasarla bien. Aunque no deberían venderse sin receta, más del 20% lo consigue así.

3 Antibióticos 
Son medicamentos que se fabrican para actuar frente a las bacterias que producen infecciones. Hay que tomarlos según la composición de la droga de cada antibiótico. Tienen un tiempo determinado para su uso. La gente los emplea para patologías no bacterianas, por ejemplo infecciones virales, hongos, procesos no infecciosos.