La moto de los agresores de Burruyacú era robada

La moto de los agresores de Burruyacú era robada

18 Marzo 2017
El domingo por la madrugada, unas 50 personas atacaron la comisaría de Burruyacu, en el este de la provincia, para liberar a un hombre que había quedado aprehendido por manejar ebrio una moto sin patente. La turba, además, quería recuperar ese rodado. El más exaltado del grupo era el hermano del detenido, quien comenzó a amenazar a los policías con un inmenso machete. El sargento José Manuel Mansilla esquivó las agresiones hasta que vio que la afilada hoja estaba por caer sobre su cara. Instintivamente colocó su brazo y recibió un brutal corte por el que tuvo que ser operado. Como su agresor quería más sangre, el efectivo tomó su pistola y le disparó a los pies. Luego de algunas investigaciones, la Justicia pudo determinar que la moto era robada y que los hermanos tenían antecedentes.

Como el rodado no tenía patente, tuvo que ser identificada por la numeración del chasis y del motor. Con estos datos supieron que su dueño había denunciado el 5 de febrero en la comisaría de Colombres que se lo habían robado.

Ambos hermanos, que ya se encontraban aprehendidos, quedaron detenidos por el robo agravado de la moto. El dueño del machete, además, fue acusado por tentativa de homicidio contra Mansilla; y por el delito de atentado y resistencia a la autoridad agravado.

Según se supo, no es la primera causa de estas características que tiene el agresor. La Sala Penal III tiene una caso en su contra por lesiones y amenazas. Como se encontraba prófugo, los jueces habían ordenado su detención y su alojamiento en el penal de Villa Urquiza.

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