La trama desconocida del regreso de Perón

La trama desconocida del regreso de Perón

El autor echa mano a un archivo frondoso y sustancioso, regado con entrevistas seleccionadas

IDÓNEO. Tcherkaski muestra que sabe sobre la tumultuosa etapa del otoñal Perón en Puerta de Hierra, y su vinculación con sectores variopintos.  IDÓNEO. Tcherkaski muestra que sabe sobre la tumultuosa etapa del otoñal Perón en Puerta de Hierra, y su vinculación con sectores variopintos.
12 Marzo 2017

HISTORIA

LAS VUELTAS DE PERÓN

OSVALDO TCHERKASKI

(Sudamericana - Buenos Aires)

En las páginas 104 y 105 de Las vueltas de Perón se refiere una pelea de Carlos Monzón en el estadio Luna Park. El autor, Osvaldo Tcherkaski, repone el clima social de aquellos días de noviembre de 1972 y juega con la hipótesis de que el presidente de entonces, el general Alejandro Agustín Lanusse, atribuía cierta correspondencia profética entre el desenlace del combate y la impronta de días de singular espesor político tanto en la Argentina cuanto en las derivas del otro general, el exiliado en Madrid.

En ese plan metafórico Tcherkaski pisa el palito de los forzamientos y sostiene que Monzón fue derribado por el estadounidense Bennie Briscoe, que ganó “penosamente” y que el pleito tuvo un “dramático final”.

Ninguna de las tres cosas se consumaron exactamente así. Monzón recibió un tremendo derechazo en el noveno round y estuvo a punto de caer, pero no cayó, terminó dominando ese segmento y lejos de vencer con pena y drama compuso una de las mejores actuaciones de su brillante trayectoria. Resultó una paliza que se prolongó 15 asaltos y Briscoe no fue noqueado sólo por rocoso y corajudo.

Sin embargo, sería una verdadera pena que los interesados en el libro congelaran su mirada en esas dos páginas desafortunadas. Tcherkaski no sabrá mucho de boxeo pero sí de periodismo y de la tumultuosa etapa que comprendió el otoñal Juan Domingo Perón de Puerta de Hierro, su complejo vínculo con sectores variopintos que se reclamaban leales al líder del gran movimiento de masas (desde Montoneros hasta la derecha más definida), su regreso al país y la acelerada pendiente que desembocó en la Dictadura de 1976/1983.

Joven cronista entonces, avezado y prestigiado periodista hoy, Tcherkaski echó mano a un archivo frondoso y sustancioso, lo regó con entrevistas de cuidada selección y maceró al cabo la impronta de una lupa que lejos de pretender clausura ejerce el derecho de abrir un nuevo cauce. Si los sucesos políticos conllevan un amplio abanico de interpretaciones ni qué decir los sucesos que ilustra Las vueltas de Perón.

Consciente del desafío, Tcherkaski despliega las piezas en la mesa y sin dejar de confiar en la agudeza de cada lector tampoco declina sus propios pareceres. Entre otros, en esa perspectiva fustiga a Montoneros por propiciar “el juego que necesitaban los militares”, rechaza la difundida idea de que los desaparecidos fueron meramente víctimas y no a la vez militantes y combatientes y considera a Perón como “un maestro de la ambigüedad y de la política pendular” que temía las movilizaciones populares tanto como a sus adversarios. La diferencia, subraya Tcherkaski, es que a las movilizaciones el célebre general “solía tenerlas a su favor y podía permitirse promoverlas”.

© LA GACETA

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Walter Vargas

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