La comunidad boliviana de Lules sufre una ola de robos

La comunidad boliviana de Lules sufre una ola de robos

“Esto nos pasa a los paisanos; constantemente nos roban. No tenemos respaldo por parte de la Policía”, se lamentaron Dos hermanos fueron asaltados en sus respectivas casas y les quitaron su dinero

REVENTARON LA PUERTA DE MADERA. De esa manera, los delincuentes consiguieron entrar a la casa. la gaceta / fotos de Antonio Ferroni REVENTARON LA PUERTA DE MADERA. De esa manera, los delincuentes consiguieron entrar a la casa. la gaceta / fotos de Antonio Ferroni
07 Marzo 2017
Una seguidilla de asaltos en banda mantiene en vilo a la comunidad boliviana de Lules. En pocas horas, los miembros de una misma familia fueron blanco de distintos hechos delictivos -casi idénticos- en los cuales los delincuentes actuaron con total impunidad. A cara descubierta y empuñando armas de fuego, redujeron a las víctimas y se alzaron con elevadas sumas de dinero.

El primer caso ocurrió el viernes pasado, cuando durante la siesta llegaron cuatro sujetos a bordo de un auto y se detuvieron frente a una propiedad ubicada en el barrio Mercedes. Uno de los delincuentes se quedó afuera a modo de ‘campana’ y el resto ingresó a la casa.

“Eran las 15.30. Mis tres hijas estaban en la casa. Habíamos dejado el portón abierto porque estábamos atendiendo la verdulería. Subieron hasta el primer piso, donde tenemos la casa. Le apuntaron a una de mis hijas y a mi hijo le dieron un culatazo en la nuca. Los ladrones dijeron que sabían que teníamos dinero”, contó a LA GACETA Tomás Flores.

El comerciante es miembro de la comunidad boliviana y reside en Lules desde hace 35 años. Según explicó Flores, los asaltantes estaban al tanto de los movimientos comerciales de su familia.

“Todo fue muy estudiado. Actuaron muy rápido. Revolvieron todo y se llevaron nuestros ahorros y el dinero que teníamos de los finqueros de diferentes provincias”, detalló.

Los delincuentes permanecieron en la vivienda unos 15 minutos. Tenían unos 30 años y tonada tucumana, según relataron. Se alzaron con $ 250.000 .

“Creo que alguien del mercado (Mercofrut) les pasó el dato, pero ahí trabaja mucha gente, no sé quién pudo haber sido. Esto nos pasa a los paisanos, constantemente nos roban. No tenemos respaldo de seguridad por parte de la Policía”, se lamentó Flores.

Más tarde

Horas después, en la madrugada del sábado, se produjo otro golpe casi idéntico apenas a dos cuadras de distancia, en la casa de la hermana de Flores, Bernardita, ubicada en el barrio UOM.

Cerca de las 4, tres delincuentes irrumpieron en la casa después de violentar un candado y romper a patadas la puerta principal. No estaban solos, afuera los aguardaban dos cómplices.

También estaban armados y actuaron a cara descubierta, amenazaron de muerte a la dueña de casa y a sus hijos. Después de atarlos, los despojaron de $ 8.000, de acuerdo a la denuncia policial.

“Creo que no era gente de aquí. Hace cuatro meses nos pasó lo mismo. Hay cerca de tres robos por semana a paisanos”, explicó Marcos, uno de los hijos de la víctima.

El resto de los comerciantes consultados coincidieron en que la comunidad boliviana de Lules se encuentra en la mira de los delincuentes. “Es cierto que hay robos contra los paisanos, creo que es porque saben que manejan importantes sumas de dinero. La Policía tendría que cuidar más la periferia”, opinó José Aranda, propietario de una despensa de la zona.

“Antes había descuidistas, pero ahora son delincuentes peligrosos”, advirtió el propietario de una pollería del barrio Villa del Carmen (pidió que no se revele su identidad por temor a sufrir represalias por parte de los delincuentes que operan en la zona).

Los comerciantes agregaron que algunos de los sectores más complicados son el asentamiento Mercedes, Villa Nueva y barrio del Carmen.

“Son de la capital”

“Por lo general los delincuentes vienen de afuera, en motos y también en autos. Son de la capital, de los barrios ‘La Bombilla’ (Juan XXIII) y 11 de Marzo. Pero hay algún tipo de ‘prendida’. Apuntan contra la comunidad boliviana porque saben que es gente con dinero. Alguien les pasa los datos porque se trata claramente de ‘entregadas’. Eventualmente hay casos de víctimas de motoarrebatos, pero es una problemática que está bastante controlada”, comentó una fuente policial.

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