Volcán desenterró el carnaval como una manera de aferrarse a las tradiciones para resurgir del barro

El poblado turístico de Volcán celebró hoy el desentierro del carnaval en el marco de una emotiva ceremonia que reunió hacia el final de la jornada a todas las comparsas carnestolendas del poblado que, como parte del ritual, invocaron a la pachamama y al pujllay, solicitándole fuerzas para recuperarse tras el alud que los afectó el último 10 de enero.

Atravesado por la ruta nacional 9, el poblado se muestra como el portal de ingreso a la Quebrada de Humahuaca, región en la que miles de jujeños y turistas dieron inicio la tarde del sábado a las celebraciones centrales del carnaval norteño, de lo cual Volcán no fue la excepción.

Acorde a la tradición oral se decidió reeditar las distintas ceremonias, en esta oportunidad de una manera especial, respetando el luto que aún los rodea por las cuatro víctimas fatales y la gran cantidad de pérdidas materiales, pero confiando en sus creencias para recuperarse del alud.

El lugar elegido para el desentierro central fue la Feria Campesina de Volcán, que ubicada a la vera de la ruta nacional 9, en el ingreso al poblado, se muestra como el principal centro de ventas reuniendo a cerca de un centenar de artesanos.

"Este año la gente está participando pidiendo recuperarse del alud, para que se mejore todo y que Volcán vuelva a brillar", señaló a Télam Martín Gutiérrez, presidente de la comparsa "Quirquincheros", que con más de 40 años de historia, fue una de las participantes del evento central de la jornada, concretado cerca de las 20. Más de 10 comparsas y murgas integraron el desentierro central, lo cual también realizaron cada una previamente en sus respectivos mojones.

Con un minuto de silencio en memoria de las víctimas se inició cada celebración, estas en distintos puntos del poblado, luego de lo cual aferrados a la creencias los presentes se vistieron de serpentinas, albahaca y talco para celebrar con alegría como la tradición lo indica, al compás de instrumentos autóctonos y bajo un sol radiante.

Una de las comparsas que se mostró más sensibilizada fue "Flor de Lirio", la cual tenía su mojón en mediaciones de la Quebrada de los Filtros, lugar por donde se deslizó el barro que tapó al pueblo. "Hoy estamos acá para rendir homenaje a nuestras tradiciones ancestrales, pero estamos muy tristes por el dolor inmenso que nos causó todo y además porque fue por esta quebrada, donde nació nuestra comparsa, por la que se desprendió el lodo", señaló a Télam Marcela Arjona, integrante de "Flor de Lirio", al momento de realizarse el desentierro propio de la agrupación.

Agregó que pese a la "gran congoja" le pidieron "fuerza al tatita pujllay" y celebraron la jornada con los brebajes típicos "para disuadir el inmenso dolor y tomar coraje". "Somos hoy un Volcán de coraje, de mucha fuerza y tenemos muchas esperanzas de volver a resurgir, queremos ver reflorecer a nuestro pueblo", afirmó y en ese sentido, reflexionó: "hoy somos barro, pero del barro venimos y vamos a resurgir".

Finalmente, recordó que el pueblo tiene una gran vinculación con el turismo y dijo que Volcán "es el pórtico de la Quebrada, la cuna de la alegría" y que esta de "brazos abiertos esperando a visitantes". Cabe mencionar, que la actividad laboral en el pueblo de Volcán, que cuenta con unos 1.400 habitantes, depende en gran parte de turistas que visitan la zona y realizan distintas compras, como ser en la Feria Campesina.

En ese sentido, Virginia Cruz, artesana de 63 años que vive de trabajos en arcillas que vende en la feria refirió tener una "gran tristeza" por el alud que "arruinó al pueblo y también la llegada de turistas", pero se mostró esperanzada de que la gente que está subiendo hacia el norte de la provincia por el carnaval haga una parada en el poblado.

Los distintos desentierros reunieron en gran parte a simpatizantes de cada agrupación carnestolenda, pero también se pudo observar la llegada de algunos turistas que participaron de los rituales. Tal es el caso de Ana Derevojer y Flora Kalivoda, oriundas de la provincia de Chaco, de visita en la provincia, quienes afirmaron estar "maravilladas" por las tradiciones carnestolendas del norte jujeño, éstas "arraigadas a creencias ancestrales", y dijeron que no creían que iban a encontrarse con un "clima de alegría" tras el alud, lo cual adjudicaron a una "gran fe en las creencias".