Las canciones pop tucumanas saldrán de la bitácora de Masino

Las canciones pop tucumanas saldrán de la bitácora de Masino

El artista, que reniega de la “movida indie”, se presenta esta noche en el espacio Tamañoficio

CON NUEVO DISCO. Bruno Masino presentará “Animal en escalera”. foto Catalina Batolomé CON NUEVO DISCO. Bruno Masino presentará “Animal en escalera”. foto Catalina Batolomé
25 Febrero 2017
“Nunca tuvimos la idea de hacer una movida, y no nos identificamos con la idea de ‘indie’ que por un efecto de los mass media ahora parece más bien el nombre de un género espantoso. Sí nos interesaba el género ‘pop tucumano’”, asegura Bruno Masino.

El músico, que luego de seis años volverá a tocar en la capital tucumana (en el espacio llamado Tamañoficio, en San Luis 338), presentará su tercer disco solista: “Animal en escalera”. En el recital participarán Federico Carlorosi, Claudio Migueles y Augusto Salado, y posteriormente habrá un show con Patricio García.

“La idea de mis canciones es que se arme un universo, una pequeña historia cerrada o una impresión en cuestión de minutos. No quiero que esté todo explícito ni que se entiendan, pero sí que el oyente vaya atando cabos a medida que escucha. Que alguien vuelva a una canción sin saber muy bien de qué se trata, o sin saber si el cantante es afinado o desafinado. Ese es una especie de ideal que albergo para el futuro de mis canciones”, reflexionó Masino durante una entrevista con LA GACETA.

- ¿Cómo es el disco que lanzaste?

- “Animal en escalera” es mi tercer disco solista y el primero que grabo viviendo en Buenos Aires. Fue grabado durante mis primeros años en la ciudad y es el disco más impuntual, el que más se atrasó. Participaron muchos músicos como Damián Cubilla, Félix Cristiani, Antu Filardi Sabin, Diosque, Violeta Castillo y Luciana Tagliapietra, entre otros. El disco atravesó muchas etapas y algunas de ellas fueron muy desordenadas y es por eso que me alegra tanto haber terminado este álbum, presentarlo en Tucumán y dar lugar a Pergamusi, que es el nombre de mi nueva banda y de mi proyecto.

- ¿Qué hiciste en Buenos Aires todo este tiempo?

- Lo que hice fue prepararme, acomodarme a la ciudad, entender un poco más cómo salir a tocar. Me tomé mi tiempo para que las cosas tengan la forma actual. Un poco como consecuencia de esto es que a la par de componer nuevo material comencé a reversionar mis canciones más tucumanas y las de otros amigos como Farber (Maximiliano), entrando en una etapa que está entre el revisionismo y la necesidad imperiosa de sacar material nuevo. Estoy muy interesado en hacer que en mi música convivan el pop y el experimento.

- ¿Extrañás la movida tucumana?

- Mientras muchos de nosotros vivimos en Tucumán nuestra preocupación central era la misma que ahora: escribir canciones lo más perfectas que pudiéramos y tocarlas de una manera imperfecta, no académica, pero con mucha seriedad. Nunca tuvimos la idea de hacer una movida, y nunca nos identificamos con la idea de “indie” que por una efecto de la mass media ahora parece más bien el nombre de un género espantoso. Si nos interesaba el género “pop tucumano”. Creo que en el momento en que te reconocés como parte de una movida no estás en el lugar donde las cosas están pasando. Las obras de arte surgen aisladas de toda categorización y creo que retroactivamente la crítica las ubica.

- ¿Cómo componés?

- Mis canciones surgen con la letra y la música juntas, no en su totalidad pero si en una primera idea, que me da la pauta que hay que seguir adelante. Una vez que tengo esa idea, la desarrollo tratando de que se ordene y se exprese todo solo, siguiendo su propia lógica. Considero que hacer canciones es lo más alejado de seguir una fórmula, así que en cada ocasión trato de generar las condiciones para que la canción se escriba. En lo que respecta a lo estrictamente musical sigo muy ligado a la forma canción, si bien creo que “Animal en escalera” es transgénero, nunca termina de sacarse el corset. En este momento me interesan mucho estos géneros: freejazz tucumano, hip hop tucumano y punk jazz.

- Tus canciones de qué hablan…

- Mi idea es que se arme un universo, una pequeña historia cerrada o una impresión en cuestión de minutos. Me interesa que el oyente sospeche, o se pregunte si el que canta es un idiota o alguien lúcido. En “Animal en escalera” las letras hablan también de la transición de mi propia vida de una ciudad a la otra. También me pasó cuando escribía “El libro abisal” que yo mismo iba descubriendo el sentido de las letras a medida que las releía. “Los cristales en el piso formaron una figura, era la cara de un hombre que creímos conocer”, algo así es el proceso por el que se escriben mis letras: se rompe un vidrio y en el medio del desastre encontrás algo que te parece familiar.

- ¿Interesan las palabras?

- Sí y mucho. En estos tiempos intenté convertirme deliberadamente en un letrista, en un músico que le da un lugar central a las palabras, pero que no se considera un poeta, sino en alguien que mientras canta también recita algo. Eso me interesa porque va a contramarcha de la velocidad en la que supuestamente hay que estar sintonizado hoy para que te presten atención, para entrar en el estándar actual. Darle mucha letra a las canciones, ideas ocultas, mensajes en clave y todo tipo de trampas me parece un excelente antídoto contra la cultura de la pantalla plana. No estoy seguro, como dice un amigo mío, que la poesía no tenga nada que hacer en el rock, pero sí sé que lo que escribo no es poesía porque necesita del sonido sí o sí para sobrevivir.

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