Cartas de lectores
24 Febrero 2017

Homenaje a San Martín

El 25 de febrero del año 1778, nacía José F. de San Martín en “Nuestra Señora de los Reyes Magos de Yapeyú”, pueblo guaraní situado en la actual provincia de Corrientes (República Argentina). El Instituto Nacional Sanmartiniano, al cumplirse los doscientos años de este acontecimiento decisivo para la historia de nuestra patria, publicó el libro titulado: “La Gloria de Yapeyú” (1978). En esta obra, organizada en cuatro partes, sus valiosas historiografías, exaltan el esplendor de aquel lugar fundado en las Misiones Jesuíticas, “La Cuna del Héroe”, exhibiendo “las más prístinas raíces del alma nacional…deslumbrante legado para los argentinos”. El historiador Ricardo Rojas destaca la importancia de las descripciones y rasgos del ambiente en que pasó San Martín los primeros años de su vida: Yapeyú, ya que – y con sus términos – “las impresiones infantiles plasman los más profundo estratos de la conciencia humana”. En la secuencia, luego del lugar con su paisaje y su historia, el estudio “Genealógico – Heráldico” de la familia San Martín – Matorras y la nobleza de su estirpe, nos conduce al eje central: el nacimiento y bautismo del futuro Libertador de América. En este aspecto son colocados los estudios y certificaciones logrados por el R.P. Rubén González O.P., como fuente principal. Las narraciones en general, contienen bellos fragmentos, atesorando láminas de pintores (argentinos y extranjeros) incluyendo hermosas poesías, también, prolijos inventarios, planos y mapas de las estancias y el “conjunto religioso” en donde estuvo Yapeyú. Nombramos algunos de sus autores: R.P. Antonio Sepp S.J., Rafael Gómez Carrasco, R.P. José Cardiel S.J., José Torre Revello, Arturo Capdevila, José Pacífico Otero, R.P. Pablo Hernández S.J., R.P. Guillermo Furlong Cardiff S.J., Héctor Juan Piccinali, Hernán Félix Gómez, entre otros brillantes estudiosos que aquí lucen. Escritores, poetas, artistas, reunidos en esta creación ejemplar para la investigación histórica, “dan a luz acontecimientos de esta rica herencia que tienen los argentinos y que deben cuidar, entregándola intacta a la posteridad”. Ellos, con su generosidad y talento, brindan sus estudios de “aquel lugar mágico… honrado… de reliquias veneradas” Las prolijas referencias por ellos presentadas nos manifiestan el gran amor que tuvo San Martín por su pueblo natal y por los yapeyuanos: los indios guaraníes. En este aspecto, conmueven las expresiones vertidas, ante la dimensión espirtual y grandeza de estos aborígenes y en su adhesión al llamado del “hijo de Yapeyú” por la causa americana. Entre los numerosos valientes patriotas que la historia ha registrado, mencionamos a: Pachoa, Santiago Guaychá, Lorenzo Napurey, Valerio Tacurá, Serapio Taperovy, “el simpático Miguel Chepoyá” (Cabo Trompeta de Ordenes), junto a otros igualmente destacados. Ellos fueron “los bravos granaderos a caballo guaraníes… que hicieron sentir el argentino clarín…” acompañando a San Martín en su Campaña Libertadora, demostrando sus valiosos rasgos de respeto y lealtad en sus comportamientos. En las sabias palabras del R.P. Eduardo Maldonado colocadas en este compendio, “la historia patria debiera consignar, con grabado de oro, el testimonio de su eterna gratitud para la raza guaraní, que contribuyó pródiga, con su sangre, a labrar sus más gloriosas páginas en San Lorenzo, Chacabuco y Maipú… así como más tarde fue en Yatay, Curupaití y Humaitá…” “Conocer la historia sanmartiniana… es también saber la historia de nuestra nación y la de sus héroes”. De tal modo, apelando al “Glorioso Hijo de Yapeyú”, a su espíritu orientador, transcribimos, al concluir, unos versos publicados en este texto (que hemos sintetizado) del poeta Enrique Vidal Molina para “San Martín”: “…Padre, raíz simiente:/ en San Lorenzo se templó tu espuela/ de Capitán valiente/ y ya la gloria encela/ Chile y Perú, ceñidos a tu estela./ Un frémito de ola, / un latiente turbión de sangre homérica/ te mueve, águila sola/ y tu visión feérica,/ levanta la hermandad de toda América…”

Graciela del Valle Martínez Aráoz
Miembro de la Asociación
Cultural Sanmartiniana de Tucumán
[email protected]


Uso de las motos I

¡Otra vez las motos! ...Un tema recurrente desde hace años pero sin solución hasta el momento. Pienso que a mucha gente les proporcionó una solución sobre todo el que vive lejos y tiene que tomar dos colectivos para hacer un trámite, para el obrero de la construcción que le permite llegar a horario y más descansado y algún otro caso. Hasta acá los beneficios, pero viene la otra parte: los transgresores crónicos y con maniobras suicidas, que si a uno lo chocan desde el arranque, tiene la culpa “el de 4 ruedas” y hay que destacar la legión de promotores de estudios jurídicos que le ofrecen sus servicios en centros asistenciales, hospitales, etc., incluso se hacen chocar, generalmente no tienen seguro y una vez aclarado el tema, el mal rato y daños del vehículo ¿quién lo paga?El tema del día son los motochorros, porque no todos los que circulan en moto son ladrones, pero todos los ladrones circulan en moto. La verdad es una encrucijada porque dos hombres en un vehículo no son precisamente delincuentes, pero sí pueden exigirles el casco abierto tipo “Rally” que sí se consiguen y un número grande en el chaleco del rodado que circulan, controles severos y en todos lados y a cualquier hora, es muy posible que termine con esta epidemia.

Alberto Antonio Segulja

Publicidad

[email protected]


Uso de las motos II

En este momento en que todas las autoridades esta agudizando su ingenio para combatir el flagelo de la inseguridad, me permito aportar mi granito de arena para solucionar este problema: chaleco (si es antibala mejor) número de la patente, mas abajo DNI y nombre del titular, estado civil (casado, viudo, madre soltera, etcétera), profesión (empleado, profesional, recibe algún plan, etc. , religión que profesa y en la parte de adelante escudo en colores de su club favorito River, Boca, Atlético, etc.) teléfono celular y fijo, y si queda algún lugarcito una leyenda apoyando a algún político (José conducción, fuerza Mauricio, etc.) en una de esas te ayuda a pagar el costo de los gastos que podría insumir la confección. Con estos sencillos argumentos nunca mas te afanaran tu celular.

Pedro Rafael Medina

Publicidad

[email protected]


La decadencia

La falta de oportunidades de trabajo, el aumento de la desocupación, la falta de educación, y por ende la desigualdad social y otros importantes factores básicos, como la pérdida de valores culturales, morales y espirituales, sumada a la falta de sensibilidad de los políticos empecinados en la prioridad egoísta de mantener el poder o tratar de obtenerlo no tienen ni tuvieron como principal objetivo, al parecer, el propósito de hacer realidad el progreso de nuestro país con justicia y, al mismo tiempo, auspiciar una manera de vivir sustentada en la igualdad social, estrechado esa histórica “ grieta “, hasta hacerla desaparecer, construyendo un puente de unión, de solidaridad, el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza y a la patria. Nadie puede ser feliz sin tener un trabajo digno, todos los seres humanos necesitamos bienestar conseguido con nuestro propio esfuerzo. Hablar de una república con dimensión social y grandeza espiritual es proponerse los que gobiernan por mandato del pueblo a quienes se deben, a regenerar la vida publica mediante una nueva forma de hacer política aplicando en prudente armonía, la honestidad, la solidaridad y la justicia; en contra de la mentira impidamos e interesada, madre de la corrupción y la impunidad. El “ triunfar “ a toda costa para obtener o mantener el poder sin escrúpulos morales de ninguna índole, conducen a los ciudadanos mas necesitados a una vida vacía y deshumanizada. La honestidad y la transparencia en los actos de los funcionarios es la mayor riqueza de las naciones y, en nuestro país este valor se ha venido degradando cada vez mas, aunque esto atañe a todos los sectores sociales, es sin duda, la deshonestidad de los gobernantes y de la elite del poder, empresarios inescrupulosos, sindicalistas etc. los que han deteriorado la vida publica Argentina, tanto por el mal ejemplo, como el robo descarado de los bienes de la comunidad. La inmoralidad, la mentira, la corrupción política, el injustificado sobreprecio de productos básicos para la alimentación y en los medicamentos, son las causas principales de la desigualdad que se traduce para una importante mayoría, en pobreza e indigencia actual tragedia nacional; dicho en otras palabras: nada a deteriorado mas en nuestro país que la corrupción política y la publica. Pero quizás lo que mas revela insensibilidad y el desprecio por la gente, es la forma que se enfrenta la grave crisis que vivimos de inseguridad y violencia en todos los ordenes. Por eso es que la honestidad es una virtud que aun poseemos y solo es cuestión de revalorarla, de darle lugar, de ponerla en el centro del debate publico y de aplicarla como principio básico para la regeneración nacional. De esta manera los gobernantes contarían con autoridad moral para exigir a todos un recto proceder. La felicidad no se logra acumulando riquezas, títulos, poder o fama, sino estando bien con nuestra conciencia, con nosotros mismos y el prójimo.

Pablo J. Giunta
Jujuy 575
San Miguel de Tucumán


Tamaño texto
Comentarios
Comentarios