“Una banda de asesinos destrozó a una familia”

“Una banda de asesinos destrozó a una familia”

Cayó otro sospechoso del crimen de Ferrari.

22 Febrero 2017
Sabían que se movía de un lado a otro y que había que ser muy cuidadosos a la hora de proceder. Y la estrategia dio resultado. “Marquitos”, uno de los miembros de la banda que habría participado en el crimen de Agustín Ferrari (35) ocurrido en diciembre, fue detenido por la Policía cuando aún no había amanecido en una vivienda de Francisco de Aguirre al 2.500. El joven, de 23 años, es el segundo sospechoso aprehendido en este caso.

La madre de la víctima, Nelly Pacheco, se enteró por LA GACETA de las novedades del caso. “Esperemos que esta persona que atraparon paguen por el crimen para que mi hijo pueda descansar en paz y yo resignarme, que es tan difícil”, señaló.

“Es muy doloroso todo esto y quiero que se termine. Una banda de asesinos destruyó a toda la familia. Que se haga justicia y que vayan a juicio y los condenen. Mientras ellos robaban, mi hijo trabajaba todo el día, y eso no le puede suceder a alguien que se esfuerza por ganarse el pan para una familia. Ya tenían el dinero, para qué lo mataron. Ahora estoy muy mal y todavía no puedo abrir el negocio”, se lamentó entre lágrimas.

“No tengo nada que perder, ya perdí lo más preciado de mi vida. No me voy a callar. Siento mucha impotencia hay muchos casos como los de Agustín”, concluyó.

La investigación

La llegada de los policías tomó por sorpresa al sospechoso. Hasta tal punto que ni siquiera tuvo tiempo de “descartar” el arma de fuego que ocultaba bajo el colchón de la cama en la que dormía cuando llegaron los uniformados. Se trata de una pistola 9 milímetros, con cargador y cartuchos.

Según los pesquisas, que pasaron meses buscándolo en diferentes barrios de la periferia, se trata de un asaltante de los ‘pesados’ que tiene antecedentes, según informaron fuentes policiales y judiciales consultadas por LA GACETA.

Ahora, los investigadores del caso se encuentran tras los pasos de otros dos miembros de la banda. Pese a que aún no está confirmado, el arma que se secuestró en el allanamiento sería la que se utilizó en el atraco que le costó la vida a Ferrari.

Para confirmar si se trató o no del arma homicida, los peritos de Criminalística de la Policía cotejarán con las vainas incautadas en la escena del crimen y con otra extraída del cuerpo de la víctima.

“Marquitos” estaría involucrado en varios violentos atracos. Incluso, no se descarta que haya participado en el asalto a un policía en Villa Alem, ocurrido días atrás. ”Es una banda muy peligrosa que se formó hace tiempo en la misma zona, de donde son oriundos sus integrantes. Se especializan en cometer asaltos y todos los conocen porque son extremadamente violentos”, precisó un vocero de la fuerza.

Investigación

Personal de las divisiones Búsqueda de Personas y Homicidios de Investigaciones de la Policía trabajaron de manera conjunta para avanzar en la pesquisa, en la que también colaboró Delitos Contra la Propiedad en la primera etapa.

Mientras los efectivos de Homicidios al mando del comisario Hugo Cabezas avanzaban en la investigación del crimen; los uniformados de Búsqueda de Prófugos dirigidos por el subcomisario Daniel Robles, realizaron tareas de inteligencia hasta dar con “Marquitos”.

Cuando recibieron el dato de que el joven había sido visto en la zona Norte de la capital, solicitaron a la fiscala Adriana Giannoni (a cargo de la investigación), tres medidas de allanamiento y detención contra el presunto homicida. Por la peligrosidad del sospechoso, del operativo también participaron

Según trascendió, el joven habría acusado a otro miembro de la banda de ser el autor del asesinato a Ferrari. “Totó’ me dio el arma”, habría gritado cuando los efectivos intentaban sacarlo de la caso donde lo habían ubicado.

Fuentes cercanas a la investigación le confirmaron a LA GACETA que los otros dos sospechosos están identificados y que en las próximas horas solicitarían autorización para realizar nuevos allanamientos.

El caso

El 14 de diciembre, unos minutos antes de cerrar las puertas del local ubicado en calle Marcos Paz primera cuadra, una persona se presentó para realizar un depósito de $ 40.000 en el Rapipago. Luego ingresó una mujer con su pequeña hija y Ferrari le pidió a un empleado que los atendiera mientras él iba a buscar un café.

Cuando regresó, se encontró con la dramática escena: dos asaltantes habían ingresado al negocio, uno de ellos había tomado como rehén a la niña con síndrome de Down y el otro se había apoderado de la recaudación.

Al ver esa situación Ferrari enfrentó a uno de los ladrones y comenzaron a forcejear. En esas circunstancias salió el disparo que lo hirió en la zona baja del abdomen. La víctima quedó ensangrentada mientras los atacantes se daban a la fuga. Hasta el momento ninguno de los delincuentes fue atrapado.

Los asaltantes se llevaron ese día $ 40.000 más la recaudación de toda la jornada, que hacían un total de $ 87.000. Ferrari falleció dos semanas después en el hospital Centro de Salud.

Temas Inseguridad
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios