El laberinto del rey

El laberinto del rey

Messi y Barcelona viven uno de sus peores momentos

¿QUÉ LE PASA? Messi hizo dos goles el domingo, pero no festejó el segundo. reuters ¿QUÉ LE PASA? Messi hizo dos goles el domingo, pero no festejó el segundo. reuters
21 Febrero 2017

Alberto Bravo - DPA

Los síntomas de depresión en Barcelona se acumulan: Lionel Messi no celebra un gol decisivo; el Camp Nou abuchea a sus jugadores; aumentan los rumores de la marcha del técnico al final de la temporada; el ex azulgrana Dani Alves carga contra la directiva y el ex presidente Joan Laporta lo secunda.

Todo esto está sucediendo cuando el conjunto acaba de ganar 2-1 a Leganés. Pero la forma importó más que el fondo. Barcelona necesitaba ofrecer buenas sensaciones tras la dura derrota 4-0 ante Paris Saint-Germain en la Liga de Campeones, pero el domingo ocurrió todo lo contrario.

La realidad es que el modesto Leganés fue mejor en el Camp Nou y tuvo ocasiones más claras que Barcelona, al que sólo le salvó un penal a dos minutos del final que transformó Messi en gol.

Lejos de mostrar la euforia propia por conseguir los tres puntos, el argentino no celebró nada. Pareció un tanto en contra.

Todo el partido fue el fiel reflejo de lo que es hoy el equipo azulgrana. No gobierna los partidos, su centro del campo es inexistente, hay una enorme desconexión entre líneas, los rivales le llegan con facilidad y todo queda a expensas de lo que puedan inventar los delanteros, que hoy no es mucho.

Al encuentro asistieron 63.378 espectadores y fue la peor entrada de la temporada en el coliseo barcelonés, con capacidad para casi 100.000 personas. Los hinchas aprovecharon el partido más para abuchear al portugués André Gomes y a su entrenador, Luis Enrique, que a animar al equipo. También aquí se advierte un divorcio.

En medio de la tormenta, Dani Alves afirmó: “Los que hoy dirigen el club no tienen ni idea de cómo tratar a sus futbolistas”. Y Laporta, ex presidente y enemigo enconado de los actuales dirigentes, aprovechó el mal momento para ajustar cuentas en las redes sociales: “El equipo sufriendo, el público dividido y La Masia (lugar de formación de jóvenes futbolistas) desmantelada”.

De fondo, y con las palabras de Alves amenazando, queda el silencio de Messi fuera del campo también. Nada se sabe sobre su renovación y cada día que pasa aumenta la inquietud de los hinchas de Barcelona. Al mismo tiempo, diversos medios aseguran que la relación entre Luis Enrique y el vestuario está deshecha y anuncian que el club busca ya un sucesor. Incluso surguieron los nombres de Jorge Sampaoli, entrenador de Sevilla, y Ernesto Valverde, de Athletic de Bilbao.

La institución tampoco se libra de los conflictos. Barcelona, como club, tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados por el fichaje de Neymar y la reclamación del fondo de inversión DIS, que asegura que se falseó el precio de la contratación del futbolista brasileño por parte de la institución catalana.

En estas circunstancias prepara Barcelona su próximo partido de la Liga española ante Atlético de Madrid y el “rearme” de moral para intentar conseguir la remontada ante Paris Saint-Germain en la vuelta de la Liga de Campeones. Pero mucho tendrán que cambiar el panorama para que se respire un clima más positivo antes de esa cita europea. De momento, es un club deprimido. Con Messi que parece estar cada día más lejos del Camp Nou.

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