Cartas de lectores
20 Febrero 2017

Errores de ortografía

En ocasiones, veo con indignación cómo comentaristas de los diarios o amigos virtuales del “face” corrigen públicamente los errores de ortografía de otros comentaristas o amigos. Como la mayoría de las veces lo hacen con desprecio, burlándose o con calificativos groseros, quiero decirles a estas personas, que no existe alguien que conozca cómo se escriben todas las palabras de nuestro idioma. Y si alguien cree conocerlas, puedo asegurar que no conoce todos los significados de las mismas. Por lo tanto, en mayor o menor medida, todos somos ignorantes, por lo que no corresponde burlarse ni faltarle el respeto a nadie, ya que es mucho más lo que ignoramos que lo que sabemos. Por lo tanto, debemos respetarnos y, si nos corregimos, hacerlo con discreción y sensatez. De lo contrario, el que corrige irrespetuosamente al otro, termina pareciéndose al personaje del “Chavo”, que en plena clase, ante la pregunta del maestro acerca de quién descubrió América, y la respuesta de uno de sus compañeros que afirma “Colón”, se ríe y le dice al maestro: “No sabe nada, póngale cero”.

Daniel E. Chávez
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Macri y el PRO

Escuchando la Conferencia de Prensa de nuestro presidente Mauricio Macri y, como me sucede desde siempre con su persona, sigo sin creerle. Su postura, su tono de voz, su discurso (o falta del mismo), me resultan postizos; sobreactuados; sin un mínimo de sensibilidad social. Creo que este gobierno de ceos y empresarios tiene como estrategia exclusiva, reordenar el manejo de presupuestos (la billetera) y gobernar mediante resoluciones para así garantizar negocios por un par de décadas a los grupos concentrados de poder a los que representa. Sus tácticas las mostró desde el primer día: hablar del pasado y la dura herencia; y jugar al “prueba y error”: si un acto de gobierno pasa, queda en firme. Si explota en los medios y en los opositores, con su mejor cara de póker, pide perdón y se califica como falible. Francamente, este señor, asusta con su frialdad para mentirnos en la cara.

Javier Guardia Bosñak
[email protected]

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Paritaria docente

La confianza en el Poder Judicial es posible en tanto la justicia pueda sostener con hechos que los ciudadanos estarán al resguardo de las leyes y principios que organizan la vida en sociedad y que obrará en consecuencia a pedido de parte o de oficio. El Gobierno nacional ha decidido desconocer marcos normativos que hacen a la equidad y la igualdad de la situación de los docentes argentinos, como así también a garantizar la unidad del Sistema Educativo Argentino más allá de los escenarios de inequidad que puedan plantear los desequilibrios jurisdiccionales. El incumplimiento de la Ley Nº 26.075, artículos 9 y 10 y del Dcto. Nº 457/2007 ponen en riesgo la educación de todos los estudiantes de los niveles obligatorios (inicial, primario y secundario) y como naipes que caen en cascada atenta contra principios, derechos y garantías consagrados en la Ley Nacional de Educación, la Ley Nacional de Protección de los Derechos de los Niños y Adolescentes y la CIDN. El incumplimiento de estas leyes revela el incumplimiento de los deberes de los funcionarios públicos que deben hacer que se cumplan. En la negativa a convocar a la Paritaria Nacional por decisión unilateral, violando leyes y reglamentaciones, resulta inexplicable el silencio de la justicia en la figura de algún fiscal que en algún punto del territorio nacional, despierte y actúe de oficio, como parte de un trabajo habitual y no excepcional.

Susana C. Díaz
Avenida Belgrano 4.501
San Miguel de Tucumán

Cementerios

Un negocio formidable. Observemos: Ante la pérdida de un familiar acudimos a esos cementerios que se hicieron populares. Ya casi ninguna familia sepulta a un difunto en los cementerios tradicionales. Norte, Oeste, etcétera. La inmensa mayoría tiene contratado el servicio fúnebre que alcanza todo lo concerniente al velatorio, ataúd, salas y hasta un pequeño predio en uno de esos cementerios privados. Hasta allí la cosa va más o menos bien. Al momento de sepultar un cadáver, se debe abonar la excavación (más de 3.000 pesos). Cada fosa según los propietarios tiene capacidad para cuatro difuntos. Si una familia tiene un nuevo siniestro puede depositar en esa fosa a otro familiar. Para ello se debe estar al día en el pago mensual de las cuotas de mantenimiento y lógicamente volver a abonar los más de $ 3.000 por la excavación. En mi caso particular, tenemos más de un terreno. En uno de estos cementerios en La Rinconada a partir de enero elevaron la cuota mensual de $ 210 a $ 300. Más de un 48% de una sentada. Mientras las autoridades nacionales, provinciales, municipales, hacen un esfuerzo para bajar los índices inflacionarios, estos la alimentan. Si intentas abonar con tarjeta de crédito un diez % más de recargo. Hace varios años hice una presentación (denuncia) por lo excesivo de las cuotas de TV por cable. Estuvieron presentes funcionarios de Comercio Interior, directivos de la empresa y el suscripto. ¿Cómo terminó? Me explicaron que las empresas cobran lo que consideran necesario. Que si no estaba de acuerdo, me cambie de empresa. Si la contestación es la misma en este caso de los cementerios, ¿cómo hago para sacar los muertos y llevarlos a otro cementerio con tarifas más económicas? Casi imposible. Allí es donde debería estar presente la autoridad. Resulta que en este bendito Tucumán es el único lugar del mundo donde un horno incinerador es contaminante. El que desee realizar la cremación de un cadáver, debe trasladar los restos a Córdoba o a Salta. Sigue siendo un formidable negocio esto de los cementerios jardines. El Poder Legislativo en forma urgente- debe tomar cartas en el asunto.

Hugo César Navarro
Avenida Francisco de Aguirre 1.582
San Miguel de Tucumán

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Crisis social

La vida humana ha sido siempre lo único verdaderamente importante, aunque hay quienes no la valoran en su insaciable violencia dominadora. Y su existencia social se nutre no tan solo por educación y familia, sino por procesos sociales de participación o aislamiento y discriminaciones. El antiguo “Deber Ser” poco la alimenta, pero si la estimulan los nuevos medios digitales de información, como el Whatsapp. Y aunque los menores que lo practican, desarrollen toda su inteligencia generacional, se los minimiza y niega la experiencia de una participación, que no pueden ejercer. Por eso, aunque sean castigados, la motivación de tantos rebeldes delitos cebados por la droga y el alcohol, deben ser estudiados. La Discriminación es todo un tema de raíz. Si esos menores tuvieran la participación que merecen, con su creciente inteligencia, propondrían seguramente cambios sociales y la inseguridad y los delitos provenientes de ellos disminuirían. Por eso, la crisis galopante en la que estamos sumidos nos exige mayor reflexión, y no pretender reafirmar las viejas premisas sociales que nos trajeron hasta aquí, y que ya son como coche viejo, y debieran comenzar a renovarse.

Javier Astigarraga
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Mi ciudad

Hace tiempo que vivimos juntos; te diría que crecimos juntos; vos a cargo de diferentes personas, yo, a Dios gracias, siempre con la misma. Y hoy a la distancia te puedo decir que el tiempo me trató a mí mejor que a vos, justamente por las compañías. Me detengo cada tanto a contemplarte y te veo desaliñada, con las paredes pintadas y llenas de inscripciones, con basura por todos lados, con yuyos por doquier, con ese olor feo en las peatonales y esa falta de... tantas cosas. Y eso no es de hoy; es de hace bastante; parece mentira que un día te llamaron “Jardín de la República” y que estábamos orgullosos de ese título; mas aun, sacábamos pecho al escuchar ese halago. Hoy nos tenemos que acostumbrar a lo que hay; lastima y nos estamos acostumbrando tanto que no encontramos los defectos; casi parece que no existen, pero existen y duelen, y mucho se debe a que son pocos los que te miramos y encontramos en la avenida Mate de Luna todavía colgados carteles de “Feliz Navidad” o el cartel ese de la Belgrano que nos indica que el cerro queda... para cualquier lado. Gracias que sabemos dónde queda, o ese corte de pasto en las platabandas que nunca se recogen y llegan las lluvias y cuesta cruzar ciertas calles como cuando éramos chicos y eso ocurria hace más de 50 años. Mi ciudad, sos hermosa; sólo falta que los que te tuvieron, tienen y te tendrán a cargo se den cuenta de que te merecés mejor suerte, que no apelen más a echar culpa al vecino cuando, los votamos para dar soluciones, no justificaciones. Cuando tomemos conciencia de que el paso por la función pública es un mandato divino al que debemos honrar con nuestros actos y con la convicción de que cuando dejemos de ser autoridades la dejemos mejor de como la encontramos.

Ricardo Robles
[email protected]


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