“Me parece que Tucumán necesita venderse mejor al turismo”

“Me parece que Tucumán necesita venderse mejor al turismo”

ADRENALINA EN EL AIRE. Natalia Sandoval festejó su primer año de vida en México con un salto en paracaídas. GENTILEZA NATALIA SANDOVAL ADRENALINA EN EL AIRE. Natalia Sandoval festejó su primer año de vida en México con un salto en paracaídas. GENTILEZA NATALIA SANDOVAL

La distancia siempre aporta una mirada diferente del lugar propio, un cambio de perspectiva que empuja a pensar qué tenemos para enseñarle al mundo y sobre todo qué tenemos que aprender.

19 Febrero 2017
Cuando cumplió un año de vivir en México, en enero pasado, Natalia Sandoval hizo una lista de cosas pendientes por hacer. Fue impulsivo, como si fuera el último año fuera de Tucumán. En esa lista, lo primero que anotó fue “saltar en paracaídas”. Y lo cumplió. Saltó desde 17.000 pies de altura sobre el Distrito Federal. Al lanzarse desde un avión a esa altura son unos 45 segundos en caída libre. “¡Sí; una y mil veces!” respondió cuando se le consultó si volvería a saltar en paracaídas. “Es como si tomaras un mes de spa. Te saca el estrés y esa sensación de saltar al vacío es lo mejor! está bien padre! como dicen acá jajaja”, agregó sonriente a través del chat, en una conversación sobre su vida en México. “Cuando el mes pasado me tiré en paracaídas -recordó Natalia-, y en lo que iba en la caída libre, sentí la misma sensación de cuando dejé Argentina, para vivir en México, esa sensación de saltar al vacío y no saber con qué te vas a encontrar y si lo vas a poder hacer. Pero como dicen, el que no arriesga no gana no?”, remarcó.

-¿Cuándo te fuiste y dónde vivís?

-Estoy actualmente viviendo en la Ciudad de México, llegué el 13 de enero del 2016, hace un año y un mes. Antes de venir viví en Buenos Aires durante tres años y me acuerdo de que, extrañaba despertar y ver las montañas, pero me gustaba la “gran ciudad”. Cuando llegué a México sentí que, era una fusión entre Tucumán y Buenos Aires, gran ciudad con montañas y eso me gustó, me sentí como en casa.

-¿Cuál es tu profesión y en qué trabajas en tu nuevo lugar de residencia?

-Soy Ingeniera Biomédica, graduada en la UNT. Vine a México como Gerente Comercial de los Programas de Cirugía Robótica da Vinci, la empresa para la que trabajo se llama Cyber Robotics y es la representante exclusiva de este robot en México.

-¿Qué valorás de aquellos tiempos en que vivías en Tucumán?

-Valoro mucho de Tucumán haberme dado la posibilidad de estudiar una “carrera del futuro” en una universidad pública. Cuando empecé la Universidad, Ingeniería Biomédica estaba en pocas Provincias, y una de ellas era Tucumán; Córdoba aún no la tenía y en Buenos Aires solo estaba en la Universidad Favaloro, que es privada. Y es una carrera que, te abre las puertas al mundo ya que, la tecnología en la medicina avanza todo el tiempo. En mi caso, jamás imaginé que podía trabajar con un robot de cirugía por ejemplo, es como el sueño del Biomédico.

-¿Cómo te recibieron y cómo te tratan fuera de Argentina?

-En México hay muchos argentinos, pero los mexicanos no distinguen las diferentes tonadas, y yo siempre aclaro que mi tonada es diferente porque soy del Norte, y después de eso, automáticamente empiezo a vender Tucumán, ¡casi con el mismo entusiasmo con el que vendo un robot! Ya que la mayoría de los extranjeros cuando van a Argentina solo visitan el Sur, no así el Norte. Será que necesitamos vendernos mejor.

-¿Qué cosas, lugares, personas o costumbres extrañás de Tucumán?

-A mi familia, a veces me gustaría teletransportarme los domingos para ir a comer un asado, ¡hecho por mi papá eso si! Y unas empanadas bien tucumanas hechas por mi mamá. Acá los asados son diferentes: todo termina en un taco. La primera vez que me invitaron a uno, cortaron la carne y la hicieron taco y para mi era un asesinato, jajaja... También extraño a mis amigos y esas juntadas improvisadas a tomar mate y ponernos al día.

-¿Qué es lo que no extrañás de la vida en Tucumán?

-La inseguridad, cada vez está peor por esos lados. Y no me gusta para nada, y genera tristeza que, teniendo buenos profesionales no inviertan en mejorar el sistema de salud. La tecnología en los hospitales de Tucumán es muy limitada, y muchas veces el paciente necesita ir a Buenos Aires a realizar estudios más sofisticados, lo cual no debería ser así. Me parece que todos los ciudadanos deberíamos tener acceso a los mismos privilegios o beneficios. Sobre todo tratándose de salud.

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