La sequía debería agudizar el ingenio

Las nuevas vicisitudes que vienen sufriendo el campo tucumano y regional sobre las consecuencias que sufren debido al comportamiento climático derivado de la irregularidad de las lluvias durante el verano en el que estamos inmersos, preocupa mucho a todo el sector productivo.

La semana pasada se dio en este Suplemento Rural una importante cobertura sobre el panorama que afrontaban los cultivos de granos y en la edición de hoy analizamos la realidad que presentan los cultivos de caña de azúcar, todos aspectos vinculados a la irregularidad de las lluvias y qué está sucediendo en los cultivos de diferentes áreas de la Provincia de Tucumán, donde la falta de agua fue abundante, regular o nula.

Realmente preocupa que el clima nuevamente ponga en vilo el estado de ánimo de los productores, sobre todo cuando aún perdura en la mente del hombre de campo las sequías pasadas y las consecuencias nefastas que vivieron tanto en sus campos como en sus bolsillos.

Estas situaciones de irregulares comportamientos climáticos, con inundaciones y sequías temporales que seguimos viviendo desde hace tiempo en la mayoría de las zonas productoras del país, en la que Tucumán y el NOA no están exentas, sino que se acentúa el efecto climático.

En cuanto a la falta de agua, resulta a las claras que el principal reto que tiene el país y el mundo es la disponibilidad del recurso y la forma de amortiguar los efectos de esta faltante.

El hombre de campo viene sufriendo, desde hace un tiempo, muchos inconvenientes vinculados al exceso o defecto de agua, a los que se suman los graves problemas financieros y económicos que originaron estos problemas climáticos en la región NOA, por lo que la rentabilidad, además, está cada vez más afectada por las retenciones que todavía existen y que todos esperan que algún día el Gobierno Nacional pueda seguir disminuyéndolas hasta eliminarlas por completo.

Como dijimos anteriormente, el clima de la región está sufriendo un proceso de cambio en el comportamiento que tenía desde 2011 hacia atrás, en por lo que todavía se habla de que las condiciones de lluvias al futuro podrían seguir siendo erráticas, variables y que se dispersen por toda la región. Esto realmente preocupa y son aspectos que deben ser tenidos en cuenta.

Es por ello que conseguir y tener las herramientas técnicas para afrontar un clima posiblemente adverso deben estar al alcance del productor, y en estos los técnicos y las instituciones deben seguir trabajando al respeto.

Según diferentes estudios realizados en el mundo, la disponibilidad del “recurso agua” se agravará en los próximos años y desde nuestra sección se viene afirmando que los productores deben tener conciencia de los efectos de la seca y que la actitud debe ser defensiva a la hora de tomar la decisión de siembra. Actualmente, la disponibilidad de tierras y de agua es cada vez más escasa, a lo que se suma que el agua dulce debe a la vez servir para el consumo humano como primera medida, y después para riego, uso industrial y bebida para ganado.

Por todo ello, una gestión óptima de un recurso tan escaso y valioso como el agua es fundamental para la supervivencia humana, un recurso que la tecnología aplicada al campo y la biotecnología pueden ayudar a preservar.

La tecnología aplicada al campo puso al alcance del hombre de campo herramientas como la siembra directa, las rotaciones y los manejos adecuados de los campos, para lograr que estos capten y almacenen de la mejor manera posible el agua de lluvia, que muchas veces precipita en momentos que el cultivo no necesita, pero queda guardado en el suelo para el momento oportuno. La biotecnología es hoy un nuevo pilar en la cual se asienta el sistema productivo mundial, donde las investigaciones lograron poner al alcance del productor eventos biotecnológicos para mejorar con creces la productividad por unidad de superficie.

La FAO afirma que los cultivos transgénicos son una herramienta clave para asegurar el suministro de alimentos futuro y para permitir que la actividad agrícola siga siendo productiva, a la vez que se lucha contra los efectos del cambio climático.

La aportación de la biotecnología no es la creación de una única variedad resistente a sequía, sino el desarrollo de un abanico de variedades que se adapten de una forma óptima a las condiciones climatológicas extremas de la región donde se vaya a producir dicho cultivo.

Frente al actual contexto internacional que se vive, con récord de aumentos en los costos de los alimentos, la biotecnología es un aliado importantísimo para mitigar los efectos de la sequía y permitir que las pérdidas en granos no sean tan altas, como las que se hubieran padecido de no contar con las herramientas existentes. Debemos entender que la escasez de agua durante los períodos críticos de los cultivos es una de las variables que provoca la mayor disminución del rendimiento, y en muchos casos las pérdidas totales del cultivo, por lo que la investigación y el desarrollo para lograr un mejor y más eficiente uso del agua servirá para mitigar los efectos de la irregularidad pluviométrica que se viene dando.

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