La guerra contra los medios se parece a la que desplegaron Chávez, Menem y los Kirchner

La guerra contra los medios se parece a la que desplegaron Chávez, Menem y los Kirchner

09 Febrero 2017

Sara Barderas y Gonzalo Ruiz Tovar - Agencia DPA

WASHINGTON.- “¡Fake news!”. La acusación de inventar noticias y mentir se ha convertido en el grito de guerra de Donald Trump en una batalla contra medios de comunicación y periodistas, que recuerda a las que libraron presidentes populistas en el continente americano, como Hugo Chávez en Venezuela.

“Estoy embarcado en una guerra con los medios”, dijo Trump en el cuartel general de la CIA en su segundo día como presidente de Estados Unidos. Acusa a la prensa de “deshonesta”, se refiere a ella como “la oposición”, ataca desde Twitter a diarios y televisiones críticos y arremete contra periodistas por su nombre.

“Rendirán cuentas”, amenazó su portavoz, Sean Spicer, tras acusar a los informadores de manipular las cifras de asistencia a la toma de posesión de Trump.

A ese momento se remite Juan Carlos Hidalgo, analista del Instituto CATO. “En el discurso de inauguración, Trump estableció una línea de comunicación directa con su gente, atacando a los políticos que lo rodeaban y pasando por encima el hecho de que Estados Unidos es una democracia representativa, con instituciones que trascienden al presidente”, dice. “Es una característica fundamental de los líderes populistas, para quienes las instituciones son dispensables y lo que importa es fomentar el lazo directo con su pueblo”, añade.

El líder populista, que según los teóricos críticos de esa tendencia ondea banderas hacia el corazón en vez de hacia el cerebro del elector, halla en los medios un obstáculo para sus cometidos. Las pasadas décadas están salpicadas de ejemplos en el sur del continente americano, donde Chávez fue el que más se enfrentó a ellos, alejando voces con maniobras judiciales y financieras.

“El manejo mediático es algo que es intrínseco a todo líder político contemporáneo, pero se acentúa con los populistas. Se confía mucho en que el contacto con los medios, los gestos hacia la cámara y la presencia mediática brindan un clima de comunicación constante con un ‘pueblo’ que asiste menos a mítines y aprecia más la política a partir de esta mediación”, dice el analista peruano José Alejandro Godoy.

The Washington Post aseguró: “Trump es el primer presidente latinoamericano de EEUU”. Acompañó el análisis con una foto del mandatario vestido como el ex dictador chileno Augusto Pinochet y una leyenda: “El caudillo yanqui”.

Trump se presentó al electorado como un ‘outsider’ que venía a luchar contra una clase política corrupta y desentendida de los intereses del pueblo, dice Hidalgo. “Así se presentó Chávez”.

El multimillonario calificó a los medios de “corruptos” y “asquerosos”, en campaña los responsabilizó de su caída en las encuestas y vetó a algunos en sus mítines, como al periodista mexicano Jorge Ramos, en Iowa.

Más allá de Chávez, otro presidente que ha mantenido una relación tensa con los medios es el ecuatoriano Rafael Correa. Fue distinta la manera del peruano Alberto Fujimori -este de derechas- de lidiar con los medios: él los compró literalmente.

En Argentina, ante artículos sobre inconducta y corrupción, el presidente Carlos Menem y sus asesores respondieron con una catarata de juicios. Y más recientemente, Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015) tuvieron con la prensa relaciones peores, con el Gobierno de izquierda en una esquina y medios como “Clarín” y “La Nación” en la otra, con la llamada Ley K (por Kirchner), para limitar la propiedad mediática,

Trump no ha puesto en marcha iniciativas legales. Pero el académico Germán Alarco, profesor de la Universidad del Pacífico (Lima), advierte: “Que el oleaje se convierta en tsunami dependerá del humor con que se levante la versión hollywoodiense de Chávez”. (DPA)

Publicidad
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios