La receta para la longevidad incluye buenos hábitos y nutrición adecuada

“Es un número redondo… ¡y lo odio, lo detesto!” reveló Mirtha Legrand en su almuerzo del domingo. Todos saben lo difícil que es para la diva confesar su edad. Pero cayó en la trampa al elogiar una nota de la revista Noticias cuyo título era: “Fórmula Mirtha” para llegar increíble a los 90. Allí, Legrand se reconoce como un “ser gánico”, que viene de tener ganas de hacer cosas, “disfrutar de todo y encontrarle algo positivo a cada situación de la vida”. Además ejercita el cerebro con crucigramas y trabaja mucho. El jueves 23 cumplirá 90 años.

El secreto no es que el programa de la Legrand traiga suerte. La calidad de vida no tiene que ver con el azar, sino con una conducta de buenos hábitos. No fumar, no beber alcohol, hacer gimnasia y alimentarse con una dieta rica en frutas y verduras. Pero también hay un componente decisivo que viene de cuna: los genes. Damián Rozenberg, médico especialista en calidad de vida y longevidad saludable, de Buenos Aires, habla de personas privilegiadas por sus genes. Pero aclara que los genes son como luces que se prenden o se apagan con los hábitos de vida, la nutrición y la actividad física.

“Todo está relacionado con cuatro genes. Dos tienen que ver directamente con la longevidad y algunas personas los tienen muy activos. Otros dos están vinculados al envejecimiento, que los que viven muchos años con buena calidad de vida, como Mirtha Legrand los tienen apagados. Lo que hay que hacer es estimular los genes de longevidad y opacar los del envejecimiento. Esto se logra con la nutrigenética, una especialidad para consiste en realizar un plan de nutricional a la medida de los genes para prender los buenos y apagar los malos. La longevidad es el resultado de los genes y un buen estilo de vida. El alcohol, el cigarrillo, los vegetales con agroquímicos y pesticidas pueden apagar los genes más brillantes. Yo puedo tener los mejores genes pero arruinarlos con un mal estilo de vida; y al revés: tener genes que no me favorecen pero con buenos hábitos apagarlos”, explica.

Rosenberg estudia los genes y envía muestras de saliva a España para tratar de predecir enfermedades que pueden tener sus pacientes si no se cuidan. Hoy lo más avanzado en tratamiento antienvejecimiento tiene que ver con los “Telómeros”. “Son estructuras que se encuentran en los extremos de los cromosomas de los genes y que le proporcionan estabilidad al genoma. Con el paso del tiempo, los telómeros se acortan y eso se traduce en una vida menos duradera para las células. “El objetivo principal es trabajar para incrementar el tamaño de los telómeros”. Hoy, mediante planes nutricionales y suplementos se pueden estimular esos genes. Esto se llama rejuvenecimiento genómico”, explica.

Entorno y sociedad

Cada vez que Nilda Roldán, geriatra y coordinadora del Programa para Adultos Mayores del Programa Integrado de Salud recibe a una persona de 100 años le pregunta: ¿cuál es su secreto? “Coinciden en mantenerse activos y seguir teniendo ganas de hacer cosas y proyectos. También el hecho del acompañamiento familiar es importante. No olvidemos que a esa edad el duelo es constante, ya sea por sus pares, sus hermanos, o por los hijos que se van”.

Roldán aconseja tomar dos litros y medio de agua por día, porque las personas mayores pierden la sensibilidad a la sed. “Aconsejo poner una jarra con agua fresca en un lugar visible. Hay que tomar dos litros y medio de agua por día, sobre todo en Tucumán por las altas temperaturas, además de evitar las grasas y frituras porque con la edad va aumentando el colesterol, la hipertensión y los problemas cardíacos. La actividad física es fundamental. Si la persona está enferma debe ir al médico y pedir que le aconseje un ejercicio adaptado”. La provincia tiene muchos centros deportivos para aprovechar.

Dónde y cuándo

• Gimnasia para la tercera edad en fundación León, Maipú 452, de lunes a viernes, de 10 a 12.

.• En los CIC se practica gimnasia.

Familia de longevos.- Marta Parrado de Cuño tiene 83 años y una artrosis de cadera que no le impiden bailar y llevar una vida activa y feliz. “Mi padre era tan sano que nunca fue al médico. Una vez se fue al dentista y extrañados le preguntamos qué le había pasado y nos dijo que iba para hacerse una limpieza. Vivió hasta los 80 años. El mismo día de su cumpleaños se emocionó tanto con la fiesta que se murió”, cuenta Marta.

MEDIO VASITO DE VINO.- Noemí Madrid tiene 81 años y hace gimnasia en la fundación León. “Llevo una vida tranquila, como de todo pero poco, nomás, con medio vasito de vino. Tomo mate a la mañana y a la tarde y siempre trato de estar activa”, cuenta Noemí. Su madre y sus hermanos fueron longevos.