“Los papás no nos hemos manifestado aún”

“Los papás no nos hemos manifestado aún”

Es el autor de Cuadernos de crianza, el diario hecho libro -después de haber constituido un exitoso blog- de un cuarentón primerizo en cuanto a paternidad se refiere -como también en materia de pañales, mamaderas y otros elementos similares-. Asoman las dudas, las sorpresas, los pequeños triunfos y las grandes derrotas de todo el que pasa por esa experiencia. La pareja, las opiniones ajenas, el sueño, los miedos, las rutinas son enfocadas con humor y sensibilidad

LA CLAVE. “Me interesa trabajar con los pequeños sobresaltos y deslumbramientos de lo cotidiano, y con un bebé en casa eso es constante porque siempre hay una primera vez de algo”, razona Koch. LA CLAVE. “Me interesa trabajar con los pequeños sobresaltos y deslumbramientos de lo cotidiano, y con un bebé en casa eso es constante porque siempre hay una primera vez de algo”, razona Koch.
05 Febrero 2017

Por Hernán Carbonel - Para LA GACETA - Salto

- ¿Fuiste escribiendo el diario a medida que se sucedían los días, como un work in progress, o te ibas guardando las ideas y al cabo de un tiempo escribías las entradas?

- A los textos más largos los apuntaba rápido en un cuaderno y los retomaba por la noche, cuando había silencio, o mayormente los fines de semana. A las entradas más breves las pensaba en todo momento: anotaba una frase o el germen de una idea que después desarrollaba en un alto en el trabajo o a la vuelta, en casa. Entre tantas otras cosas, este diario fue para mí un excelente taller de escritura, me sirvió para soltar la mano, animarme a probar cosas nuevas, escribir a contratiempo y en condiciones que no eran las ideales, priorizar la frescura del momento y no tanto la perfección formal, perder el miedo a publicar.

- El humor parece un eje fundamental a la hora de contar las peripecias de un padre abrumado. ¿Fue un escape a la realidad o un recurso literario?

- El humor en la literatura me interesa desde siempre, como lector y como escritor. En el diario de crianza el humor surgía sin que lo llamara: son tantas y tan constantes las situaciones absurdas, ridículas en las que uno se encuentra, que no podía dejarlas de lado. Por otra parte, me interesa trabajar con los pequeños sobresaltos y deslumbramientos de lo cotidiano, y con un bebé en casa eso es constante porque siempre hay una primera vez de algo, porque si hay algo cierto en lo que repite todo el mundo es que pasa muy rápido.

- No deja de llamar la atención que hayas metido, por ejemplo, a Bukowski, entre todo ese tejido de desventuras cotidianas.

- Una de las cosas en las que siempre estuvimos de acuerdo con Karina (tal vez una de las pocas) fue en que no nos íbamos a llenar de información sobre la paternidad ni a consumir revistas o libros de esos que dan tips sobre cómo abordar tal o cual situación con el bebé. Y seguimos leyendo lo que leíamos siempre y escuchando nuestra música. De hecho, el epígrafe de Cuadernos es un pasaje de La invención de la soledad de Paul Auster.

- ¿Te han dicho que, a priori, prejuicios mediante, parece extraño que un libro como éste haya sido escrito por un padre?

- Me lo dicen todo el tiempo. El año pasado, para el día del padre, me invitaron a lo que iba a ser un encuentro de padres que escriben sobre la paternidad. Cuando llegué al lugar me encontré con que había veinte mujeres y dos tipos; pregunté y me dijeron que habían tenido que invitar a mujeres porque eran muy pocos los padres escritores. Pero lo cierto es que ahora los papás también pasamos muchas horas con nuestros hijos y no nos hemos manifestado aún. O no del todo.

- ¿En que se distancia y en que se relaciona tu libro con, por ejemplo, la Guía inútil de madres primerizas?

- No leí el libro de Ingrid Beck, pero conociendo su trabajo en la revista Barcelona imagino que se relacionan en el humor –quizás el de ella sea más cáustico que el mío–, y en una mirada irónica sobre uno mismo y sobre lo que rodea al nacimiento y crianza de un hijo.

- ¿Qué creés que hubiera sido de vos como padre sin este libro?

- Hace unos días, durante la presentación del libro, un amigo dijo que yo había sido muy astuto al escribir cada vez que me encontraba cansado o confundido o alegre. Le respondí que así como otros hacen terapia yo escribí un libro, y esa fue también mi forma de canalizar temores, angustias y otras emociones, pasarlas por el tamiz de la escritura e intentar transformarlas en un hecho estético y muchas veces humorístico. Creo que hubiera sido el mismo padre –tal vez le hubiera sacado más fotos.

© LA GACETA

PERFIL

Mauricio Koch nació en 1974. Su primer libro de cuentos, El lugar de las despedidas, recibió el 2° premio en el Concurso Nacional de Narrativa Eugenio Cambaceres. Trabaja como corrector de textos de la revista Para Ti desde 2010 y lleva adelante el blog cuadernosdecrianza.wordpress.com, “un lugar de encuentro entre un padre y su hija recién nacida”, donde se originó su libro.

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Instrucciones para cambiar un pañal exclusivas para padres *
Por Mauricio Koch
Esta mañana, mientras le cambiaba el pañal a Gretel, descubrí algo que me facilitó la tarea y pensé: “Yo tardé más de ocho meses en darme cuenta de esto que podría haber aplicado desde el primer día si alguien me lo hubiera explicado. ¿Por qué no ser solidario una vez en la vida y transmitir mi experiencia pañalística a otros padres que quizá recién empiezan o están en camino?”. Bukowski dijo: “Se empieza a salvar a la humanidad salvando de a un hombre por vez, todo lo demás es romanticismo grandilocuente o es política”, así que si a un solo hombre le hago más llevadero ese momento crucial en la vida de todo padre, me doy por satisfecho. Primero: antes que nada, porque lo primero que oigo decir a los hombres (y a algunas mujeres también) cuando se habla de cambiar pañales es “qué asco”, “yo ni loco hago eso”, “jamás voy a tocar un pañal”. Y no te lo voy a negar, la caca es caca, acá y en la China, y siempre es un asco. Pero hay una ventaja que te salva y es que se trata de la caca de tu bebé. (...) Segundo: para aprender a cambiar un pañal es fundamental que estés solo. Si está tu mujer, tu suegra, una vecina o Rocío Marengo cerca las vas a vas a llamar enseguida al grito de “¡No, mirá lo que es esto, vení por favor!”. 
* Fragmento de Diario de crianza.


Instrucciones para cambiar un pañal exclusivas para padres *
Por Mauricio Koch

Esta mañana, mientras le cambiaba el pañal a Gretel, descubrí algo que me facilitó la tarea y pensé: “Yo tardé más de ocho meses en darme cuenta de esto que podría haber aplicado desde el primer día si alguien me lo hubiera explicado. ¿Por qué no ser solidario una vez en la vida y transmitir mi experiencia pañalística a otros padres que quizá recién empiezan o están en camino?”. Bukowski dijo: “Se empieza a salvar a la humanidad salvando de a un hombre por vez, todo lo demás es romanticismo grandilocuente o es política”, así que si a un solo hombre le hago más llevadero ese momento crucial en la vida de todo padre, me doy por satisfecho. Primero: antes que nada, porque lo primero que oigo decir a los hombres (y a algunas mujeres también) cuando se habla de cambiar pañales es “qué asco”, “yo ni loco hago eso”, “jamás voy a tocar un pañal”. Y no te lo voy a negar, la caca es caca, acá y en la China, y siempre es un asco. Pero hay una ventaja que te salva y es que se trata de la caca de tu bebé. (...) Segundo: para aprender a cambiar un pañal es fundamental que estés solo. Si está tu mujer, tu suegra, una vecina o Rocío Marengo cerca las vas a vas a llamar enseguida al grito de “¡No, mirá lo que es esto, vení por favor!”. 

* Fragmento de Diario de crianza.

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