El cambio climático es prenda de debate político

El cambio climático es prenda de debate político

Donald Trump debuta en la Presidencia cuando se conocen informes de temperaturas récord en el planeta. pOR Justin Gillis y Josh Schwartz, para The New York Times

DESHIELO. “Lo que está pasando en el Artico es fuera de toda norma”, dijo Gavin Schmidt, jefe del Goddard Institute for Space Studies (NASA)  foto nyt-Esther Horvath DESHIELO. “Lo que está pasando en el Artico es fuera de toda norma”, dijo Gavin Schmidt, jefe del Goddard Institute for Space Studies (NASA) foto nyt-Esther Horvath
23 Enero 2017
Marcando otro hito para un planeta en cambio, los científicos reportaron el miércoles de la semana pasada que la Tierra alcanzó su temperatura más alta registrada en el 2016, derrotando una marca establecida apenas un año antes, que había superado a una del 2014. Es la primera vez en la era moderna de los datos sobre el calentamiento mundial que las temperaturas han subido más allá de las marcas anteriores en tres años consecutivos.

Los hallazgos se dieron a conocer dos días antes de la toma de posesión de un presidente de Estados Unidos que ha dicho que el calentamiento global es un complot chino y que prometió echar para atrás los esfuerzos de su predecesor para reducir las emisiones de los gases que atrapan el calor.

Los datos muestran que los políticos no pueden hacer que desaparezca el problema con solo desearlo. La Tierra se está calentando, desde hace mucho, ya en un punto más allá de cualquiera controversia seria, y es algo que se está haciendo cada vez más evidente, a medida que los registros siguen apareciendo. Las temperaturas se dirigen hacia niveles que muchos expertos creen que representarán una profunda amenaza, tanto para el mundo natural como para la civilización humana.

En 2015 y 2016, el calentamiento planetario se intensificó por el patrón climático conocido como El Niño, en el que el océano Pacífico liberó un enorme estallido de energía y vapor de agua a la atmósfera. Sin embargo, el mayor factor en el establecimiento de las marcas fue la tendencia de largo plazo del aumento de la temperatura, a la que, dicen los científicos, está impulsando el incremento en los niveles de bióxido de carbono y otros gases invernadero.

“Un solo año caliente es una especie de curiosidad”, comentó Deke Arndt, el jefe del monitoreo del clima mundial en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). “Realmente es la tendencia, y el hecho de que ahora le estemos pegando al techo cada año es el verdadero indicador de que hay grandes cambios en curso”.

Los extremos en el calor fueron especialmente generalizados en el Artico, con temperaturas en el otoño que iban de 20 a 30 grados Fahrenheit por encima de lo normal en grandes franjas del océano Artico. La banquisa (capa de hielo flotante) en esa región ha tenido un descenso empinado desde hace años, y las comunidades árticas ya están luchando con problemas enormes, como una rápida erosión costera causada por el clima cambiante.

“Lo que está pasando en el Artico es realmente muy impresionante; este año estuvo ridículamente fuera de los límites”, comentó Gavin A. Schmidt, el jefe del Instituto Goddard para Estudios Espaciales en Manhattan, una unidad de la NASA que rastrea las temperaturas mundiales.

Sin embargo, no se puede decir que las personas del Artico fueran las únicas que sintieron el calor. Las sequías y las hambrunas afligieron a Africa. El 19 de mayo, la gente del pueblo de Phalodi vivió el día más caliente en la historia registrada de la India, fueron 123.8 grados Fahrenheit (51°C).

Ahora, El Niño ya terminó y, casi universalmente, los climatólogos esperan que el 2017 sea más fresco que el año anterior. Sin embargo, la escala del estallido de calor ha resultado alarmante para muchos de los expertos, y algunos de ellos temen que una era acelerada de calentamiento mundial podría estar al llegar en los próximos años.

Aun con las temperaturas actuales, miles de millones de toneladas de hielo terrestre se están derritiendo o se están deslizando al océano. El mar también está absorbiendo la mayor parte del calor atrapado por las emisiones humanas. Esos factores están causando que el océano aumente de nivel a lo que parece ser un ritmo acelerado y las comunidades costeras en Estados Unidos están gastando miles de millones de dólares para combatir las mayores inundaciones por mareas. Se han ignorado, en gran medida, las súplicas de ayuda que le han hecho al Congreso.

Tres dependencias gubernamentales, dos estadounidenses y una británica, dieron a conocer la conclusión de que se había establecido una marca por tercer año consecutivo el miércoles. Dichas dependencias rastrean las medidas que toman los barcos, las boyas y las estaciones climatológicas en tierra. Analizan las cifras para corregir los problemas conocidos y producir las temperaturas promedio anuales para la superficie de la Tierra. El organismo meteorológico nacional de Japón también confirmó las conclusiones en un análisis preliminar.

También confirmó la conclusión sobre el año caliente récord el proyecto Temperatura de la Superficie de la Tierra de Berkeley, una organización sin fines de lucro en California, establecida para proporcionar análisis de las temperaturas, independientes de los gobiernos. No obstante, ella no encontró que se establecieran marcas en forma consecutiva; en su análisis, el 2010 fue ligeramente más caliente que el 2014.

Además de las medidas en la superficie, se utilizan satélites para registrar la temperatura en la atmósfera, a unas cuantas millas por encima de la superficie. Dos grupos que analizan estas cifras mostraron un calentamiento récord en el 2016, respecto de los datos que se remontan a 1978, aunque en un conjunto de ellos fue una marca solo por un margen reducido.

Desde 1880, los registros de la NOAA muestran solo otro caso en el que los récords de la temperatura mundial se establecieron en tres años consecutivos: en 1939, 1940 y 1941. No obstante, la Tierra se ha calentado tanto en las últimas décadas que 1941 ahora está clasificado solo como el año 37 más caliente en los registros.

La era moderna del calentamiento mundial comenzó más o menos en 1970, después de un prolongado lapso de temperaturas estables y los últimos tres años marcan la primera vez en él que se establecieron tres récords seguidos. De los 17 años más calientes registrados, ahora, 16 corresponden a los años posteriores al 2000.

Dos de las dependencias que emitieron las cifras el miércoles, la NOAA y la NASA, pronto informarán a los secretarios del gabinete, a los que designó el presidente electo Donald Trump, quien ha expresado dudas sobre las conclusiones de la climatología. Como es bien sabido, Trump publicó este tuit en el 2012: “Los chinos crearon el concepto del calentamiento global para ellos y poder hacer que las manufacturas estadounidenses no fueran competitivas”. Ha surgido el temor dentro de las dependencias en cuanto a que sus datos estén sujetos ahora a la manipulación política. No obstante, Trump y los nominados para su gabinete no han dado ningún indicio detallado sobre cuáles serían sus probables políticas climáticas generales, mucho menos cómo administrarán la empresa científica de monitorear al clima.

Algunos republicanos en el Congreso han sido hostiles desde tiempo atrás hacia las conclusiones de la climatología y han investigado a los científicos en repetidas ocasiones. No está claro qué pasará con estos esfuerzos en la nueva era política.

Al inicio del 2015, por ejemplo, el presidente del Comité sobre Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Representantes, el republicano texano Lamar Smith, emitió citatorios para la NOAA, buscando probar que los ajustes que ha hecho al conjunto de sus datos fueron un intento deliberado para hacer que el calentamiento mundial pareciera peor.

Sin embargo, en un ensayo que sacó la organización de Berkeley, se confirma la validez científica de los cambios que hizo la NOAA. “La NOAA no estaba maquillando los datos”, señaló Zeke Hausfather, un investigador del proyecto Tierra Berkeley y principal autor del ensayo.

Kristina Baum, una portavoz del Comité, dijo en un correo electrónico que en el nuevo Congreso, Smith “anticipa menos citatorios porque cree que, con el nuevo gobierno, las dependencias serán más comunicativas con los requerimientos de información del Comité”

A los demócratas en el comité de ciencia los exaspera lo que consideran intentos de los republicanos en el Congreso por intimidar a los científicos y minar las conclusiones científicas básicas.

Eddie Bernice Johnson, texano, el demócrata de mayor jerarquía en el Comité, dijo en una declaración: “Mientras el mundo rompe marcas en la temperatura casi cada año, urgentemente necesitamos el liderazgo de este Comité y de nuestro país para rechazar esta posición anticiencia y ser serios en cuanto a abordar la realidad el cambio climático”.

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