Sabe de altura, por conocimiento de causa

“Fue una experiencia muy linda. Sinceramente me costó adaptarme por la altura de Cuenca. Jugué en canchas como las de Barcelona, Emelec, entre otras. Y también pude hacerlo donde se presentará Atlético. Pese a que ya llevaba un tiempo en Ecuador, me costó jugar en Quito, porque está a más altura que Cuenca.”

Así describió brevemente el “Negro” (otro de sus apodos) su paso por Ecuador. Con su conocimiento, sabe que la parada que tiene el “Decano” en pocos días ante El Nacional es difícil. “Yo pienso que tiene que hacer un buen partido acá y sacar la mayor diferencia en el marcador, pensando en un cotejo de 180 minutos. Si todo sale bien, Atlético tendría que ir a jugar un partido a la altura planteado desde lo táctico/físico. No hay que salir a ‘lo loco’, la pelota va mucho más rápido. No sé si no dobla como dijo una vez Daniel Passarella, ¡pero yo sufrí la altura en carne propia!”, exclama Manuel, que también comparte un recuerdo sobre el particular: “una vez jugaba con El Nacional en la cancha donde va a jugar Atlético, y a los 10’ hice un penal. Quería llegar a la pelota, me picó antes y erré el cálculo.”

“Manguera” sigue los consejos tradicionales para jugar a 3.600 metros sobre el nivel del mar. “Para mí, Atlético debe seguir lo que dicen las estadísticas y la gente: lo ideal es llegar unas horas antes al partido, nada más. Porque para adaptarte definitivamente te cuesta meses. Me pasé a mí, lo de la anécdota del penal en el Atahualpa lo demuestra”, afirma el actual presidente y alma mater de Juventud, club colaleño que disputa la Liga de la zona.

Morales, hoy, reparte su tiempo entre el club de su pueblo natal, la casa de sus padres Manuel y Marta (va en sus tiempos libres y en las vacaciones), su hogar en el barrio Lapacho Sur de la capital (que comparte con Rosana, Mayra y Marianela), su trabajo como chofer en el Poder Judicial. Aun juega al fútbol. Quienes lo vieron hacerlo, no dudan: su calidad está intacta.