Lebbos se suma a un pedido de auditoría

Lebbos se suma a un pedido de auditoría

Más sospechas sobre el funcionamiento del Juzgado de Instrucción N°2.

19 Enero 2017
Alberto Lebbos, líder de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad, respaldó en forma categórica la petición de fiscalización amplia del Juzgado de Instrucción N°2 de esta capital, que está acéfalo desde hace más de cuatro años. Esa solicitud surgió del prosecretario Gonzalo Cornet, que dijo que en noviembre había solicitado el traslado a la Corte Suprema de Justicia de Tucumán para preservar su buen nombre y honor, y por las anomalías advertidas en el funcionamiento del despacho. “Sufrí en carne propia las irregularidades que mencionó el funcionario Cornet”, expresó Lebbos en diálogo con este diario.

Sin dar precisiones, el prosecretario había controvertido el trámite impreso a ciertas causas penales y la mora. Cornet se definió como un hombre de Derecho, que cree que es posible hacer justicia: “pero en mi trabajo vi situaciones alejadas a mis ideales y connivencias con algunos letrados”.

El padre de Paulina Lebbos, la joven asesinada de manera brutal en 2006, comentó que tomó contacto con “el desastre” del Juzgado N°2 luego de ser víctima de un robo y de la usurpación de una casa de su propiedad ubicada en La Florida. Estos hechos ocurrieron un año después del homicidio de la joven: “es decir, en el peor momento, pero los tomé como una cuestión secundaria porque mi prioridad es el esclarecimiento de la muerte de mi hija. Ahora bien, los comentarios de Cornet me dieron la oportunidad para sumarme al reclamo de transparencia”.

Lebbos dijo que ofrecía la causa 3.783/2007, contra Jorge Barquet, como prueba de las irregularidades existentes en el Juzgado N°2, cuya última titular fue Emma De Nucci, que falleció en 2012. “La investigación de la Fiscalía N°5 logró demostrar que eran míos los ladrillos y la propiedad que yo reclamaba: estamos hablando de títulos perfectos. Sin embargo, el Juzgado N°2 se prestó a todo tipo de chicanas y de dilaciones para llevar el proceso hasta el extremo de la prescripción. Estamos hablando de hechos delictivos que ocurrieron hace casi una década: en el ese plazo logré recuperar parte de los ladrillos, pero la casa sigue en manos del usurpador”, explicó. Y añadió que seguía litigando tanto en sede civil como en penal para obtener la restitución del inmueble.

“La prescripción no implica inocencia, sino impunidad. A esta causa la ‘cajonearon’ con tejes y manejes. Adjudico la responsabilidad de la demora al Juzgado N°2, que ya funcionaba mal durante la época de De Nucci. Queda mal hablar de los fallecidos, pero la situación de descontrol no es nueva”, opinó Lebbos. Según su criterio, seguramente hay causas más importantes y situaciones más injustas que la suya, pero la Corte no puede aceptar tales niveles de sospecha. Agregó: “así como hay fiscales como (Diego) López Ávila y camaristas como (Enrique) Pedicone que hacen las cosas como corresponde, otros magistrados y funcionarios contribuyen a la impunidad. Si el propio Cornet dice que quiere irse porque no soporta el estado de cosas, creo que no hay nada más que agregar. La Corte debe hacer una amplia investigación en el juzgado N°2”.

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