Varados en San Antonio de los Cobres: el relato de un tucumano en medio del desastre

Varados en San Antonio de los Cobres: el relato de un tucumano en medio del desastre

Diego Rieznik contó su travesía para volver desde Chile atravesando localidades salteñas y Volcán, el pueblo jujeño que quedó tapado por el barro.

COLA DE AUTOS EN LA RUTA DE SAN ANTONIO DE LOS COBRES (FM899.COM.AR) COLA DE AUTOS EN LA RUTA DE SAN ANTONIO DE LOS COBRES (FM899.COM.AR)
18 Enero 2017

Diego Rieznik tiene 47 años, es tucumano y proveedor de insumos médicos. Los primeros días de enero lo llevaron a Chile, donde disfrutó de las vacaciones junto con su familia. Sin embargo, todo se complicó al momento de la vuelta: las inclemencias del tiempo y de la naturaleza lo dejaron varado en medio de la puna.

Un viaje de poco más de 10 horas en auto se convirtió en un viaje de más de 35 horas. "Regresábamos de Iquique por el Paso de Jama. El lunes salimos a la seis de la mañana, pero allí Gendarmería nos informó que estaba cerrado el paso por Volcán, en la Ruta 9, a causa del alud", contó Diego durante una charla con LA GACETA.

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"Siguiendo los consejos de Gendarmería pasamos por la ruta 40, que estaba en mal estado porque el Rally Dakar había pasado por allí apenas unos días antes. En pocas palabras: había que hacer 70 kilómetros recorriendo en ripio a no más de 40 km en auto para no dañarlo. Pero cuando llegamos a San Antonio de los Cobres (en Salta) nos encontramos con que por allí el camino también estaba cortado".


En ese momento comenzó la confusión. Cientos de turistas se debatían entre regresar por ese camino en mal estado a Purmamarca o pasar la noche a la intemperie, porque en San Antonio ya no había alojamiento disponible.

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"Un policía local nos indicó que estaba todo cortado y que la ruta 51 no se iba a habilitar, que estaban todos los hospedajes saturados y que tampoco la Gendarmería ni la escuelita podría recibirnos. Entonces nos mandaron al regimiento militar, pero nos dijeron que nos apuremos para no quedarnos sin lugar", relata Diego sobre la travesía que vivió junto a su esposa e hijos.

En el lugar, sólo contó 14 militares y más de 300 personas para alojar. Pero la efectividad con la que los uniformados controlaron la situación lo sorprendió. "En minutos tuvieron todo armado. Nos dividieron en dos pabellones, nos dieron colchones, frazadas… Hasta había un enfermero para atender cualquier otro inconveniente”, relató Diego. Recordó que, a pesar del drama de quedarse varado en un pueblo tan pequeño y a tanta altura (3600 sobre el nivel del mar), la gente se tomó la situación con bastante tranquilidad.

Su familia y el resto de los 300 "huéspedes" del regimiento pasaron la noche sin problemas y al otro día, el martes, comenzaron nuevamernte la travesía: el paso por Volcán se había vuelto a habilitar, pero solamente hasta las 20 para descongestionar las rutas. "Entonces tuvimos que volver y hacer de nuevo los 70 km de ripio. Allí vimos camiones, colectivos y mucha gente varada. Pero los pobladores y la policía del lugar se portaron de 10. Nunca faltó nada, ni medicamentos ni agua, ni alimentos”, destacó Diego.


Ya en Jujuy, la familia atravesó la zona de Volcán, donde horas antes un alud había tapado parte del pueblo. "Allí vimos los efectos de algo tan terrible. Uno cree que está sufriendo algo grave, hasta que pasás por Volcán y te das cuenta de que no. Es que lo que pasó ahí fue tremendo, con piedras de casi un metro de diámetro y barro por todos lados", recordó Diego.

La situación fue conmovedora. "Queríamos pasar rápido por el lugar, además no teníamos opción para detenernos. Lo que se veía además era muchísima gente del ejército, camiones y personal socorriendo a la gente. El pueblo parecía haber desaparecido, era horroroso. Yo creía que vivía un drama hasta que pasé por ahí y vi las condiciones en la que estaba ese lugar. Terminás diciendo ‘lo mío es nada comparado a esto’. Quedás impresionado".


Consejos viajar a Chile por el Paso de Jama

- Antes de emprender viaje revisar y poner a punto el vehículo. También atender el estado de los neumáticos.

- Llenar el tanque de nafta puesto que no siempre hay surtidores cerca y los que se encuentran no siempre están disponibles.

- Estar descansado y planificar el viaje para no llegar a conducir durante largas horas.

- Transitar con cuidado. Ripio no es lo único que se puede encontrar en el camino. Las lluvias e incluso nevadas también afectan la ruta. La amplitud térmica en la cordillera es grande.

- Armarse de paciencia. El cruce en Jama lleva horas de esperas, cualquiera sea la condición de las rutas.

- Cargar agua, alimentos, frazadas y ropa de invierno. También cables para cargar baterías ya que los teléfonos y las redes no funcionan con normalidad en la altura.

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