Supe que lo habían matado

Supe que lo habían matado

"Quienes se empeñan en hacernos creer que Nisman no avanzó en 10 años en la investigación omiten maliciosamente que mucho más no sería posible avanzar en la causa, ya que la ley argentina no admite el juicio en ausencia de los acusados".

18 Enero 2017
El día que apareció muerto Nisman tuve la certeza interior de que lo habían matado y, además, tomé conciencia de que todos sus colegas debíamos trabajar para que no se muriera con él la grave denuncia que había formulado cuatro días antes.

Hoy sigo pensando exactamente lo mismo. Si no ponemos nuestro mejor empeño en que la investigación por encubrimiento del atentado a la sede de la AMIA sea abierta y ampliamente desarrollada por los jueces y fiscales, Nisman habrá muerto en vano. Sabemos que el gobierno anterior quiso frenar la investigación proporcional a la gravedad de la denuncia. Más allá de todos los hechos de corrupción que venimos conociendo, la circunstancia de que se pueda haber intentado que los responsables del atentado lograran su impunidad, constituye la más inusitada acusación que pesa sobre esa administración. A pesar de que hayan intentado denostar a Nisman por razones personales y profesionales, lo cierto es que la causa de la investigación del atentado a la AMIA recobró una línea de avance a partir de la creación de la fiscalía especial (UFI-AMIA) creada en 2004 por iniciativa de Kirchner y dirigida por el fiscal hasta el día de su muerte. En este marco se profundizó la investigación hasta llegarse a ordenar, por pedido de Nisman, la declaración indagatoria de ocho iraníes y dos libaneses, sus pedidos de captura internacional y las alertas rojas de Interpol.

Quienes se empeñan en hacernos creer que Nisman no avanzó en 10 años en la investigación omiten maliciosamente que mucho más no sería posible avanzar en la causa, ya que la ley argentina no admite el juicio en ausencia de los acusados. Con la excusa de conseguir la declaración de esos imputados, el gobierno presidido por Cristina Fernández de Kirchner suscribió el ilegal y deshonroso Pacto con Irán, declarado inconstitucional por la Justicia.

Aunque pueda debatirse si la sociedad olvidó o no la denuncia de Nisman lo cierto es que la causa originada por ella fue rápidamente cerrada por los jueces y fiscales que responden a los designios del kirchnerismo, a través de su segunda marca conocida como “Justicia Legítima”. En este momento, cuando un tribunal independiente ordenó abrir la investigación, podemos recobrar la esperanza.

Como se ve, la historia que comienza con el atentado a la sede de la AMIA hace más de 22 años sigue abierta, y nada indica que vaya a cerrarse pronto. Sin duda, una de las misiones primordiales de sus colegas es que podamos contribuir a que los operadores legítimos del sistema penal puedan avanzar con libertad y honestidad en la búsqueda de la verdad de todos los hechos relacionados con Alberto Nisman.

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