La nueva vida de Delbonis

Nada fue igual para Federico Delbonis después de la final de la Copa Davis. Haber sido responsable del punto definitivo, el que le dio a Argentina la primera Ensaladera de su historia, lo introdujo a una dimensión de flashes y compromisos sociales inédita para el actual 44° del mundo.

El zurdo fue recibido días después por el presidente Mauricio Macri, junto con el resto del equipo. Dio incontables entrevistas -la ATP, de hecho, tuvo que rechazar muchas peticiones para el Abierto de Australia-, se dio un baño de masas en su Azul natal y firmó autógrafos a cada paso que dio. “Me voy amoldando a ese nuevo mundo que me toca”, señaló Delbonis, quien apenas tuvo espacios en la agenda para reponer energías. Tal es así que desistió de jugar un torneo previo al Abierto de Australia y llegó prácticamente sin ritmo al primer Grand Slam del año. El resultado fue debut y despedida.

“Lo que logramos fue histórico. Me paran por la calle para darme las gracias una y otra vez. La gente me da las gracias como si los hubiera salvado del fin del mundo”, revela el azuleño. “Voy a utilizar esto (la derrota) para parar un poco la pelota después de todo lo que vivimos”, agregó, dando a entender que todavía no tomó la decisión de tomar parte en la serie de la Davis contra Italia, del 3 al 5 de febrero.