16 Enero 2017
RIESGOS. El inversor de FCI puede tener un perfil conservador, moderado o arriesgado. Se puede ganar, pero también perder parte de lo invertido.
El mercado financiero argentino ofrece varios instrumentos para la inversión de capitales, como ser los plazos fijos, la adquisición de bonos y acciones o hasta la compra de dólares, pero durante 2016 estuvieron en auge las operaciones con Fondos Comunes de Inversión (FCI), que se caracterizan por su gran accesibilidad, liquidez y amplia diversificación.
Estos fondos se constituyen cuando un grupo de personas con objetivos similares de inversión aporta su dinero para que un profesional (un banco o un agente de bolsa) lo administre y lo invierta en una cartera diversificada de activos, con montos mínimos de entrada que arrancan en los $ 1.000.
Por eso los FCI son un instrumento financiero muy atractivo para aquellos inversores individuales que buscan tener liquidez y diversificar su portafolio a un costo accesible.
Hay distintos tipos de fondos comunes y se dividen en cuatro grandes grupos: de plazo fijo o mercado de dinero; de bonos o renta fija; mixtos de bonos y acciones y, por último, están los fondos comunes de acciones. Cada uno de ellos ofrece distintos niveles de riesgo y rentabilidad.
Para cada fondo común hay una estrategia particular ya establecida por un gerente de inversión. Se caracterizan por ser muy accesibles, ya que el piso para ingresar es de $ 1.000. Además, tienen un alto nivel de confiabilidad ya que están regulados por la Comisión Nacional de Valores (CNV). Esas características llevaron a los FCI a aumentar su popularidad en el mercado financiero durante 2016.
Perfil del inversor
Para saber en qué FCI es más conveniente invertir, es menester que el inversor defina sus objetivos y su posición frente al riesgo. Estos factores determinarán el perfil de cada inversor, que se divide en conservador, moderado o arriesgado. En diálogo con LA GACETA, el director ejecutivo de la Escuela Argentina de Finanzas Personales, Mariano Otálora, aseguró que la gran ventaja es la rápida disponibilidad de los fondos. “Poseen mucha liquidez. El mínimo de tiempo para invertir el dinero y poder disponer de él son 24 horas”, enfatizó.
Otra característica que los vuelve atractivos son su capacidad de diversificar la inversión. “Con muy poca plata se puede acceder a muchas inversiones. Por ejemplo con $ 1.000 no se podría acceder a varias acciones juntas, pero si se los invierte en un FCI se accede a un porcentaje de un fondo determinado que invierte en muchísimas acciones a la vez”, puntualizó el licenciado en Administración de Empresas y responsable del sitio web www.mundodinero.com.ar.
En el escenario financiero, el perfil de un inversor está determinado por los objetivos que persigue. “Cada inversor define su perfil de acuerdo a su postura frente al riesgo que genera invertir dinero. El riesgo está porque hay posibilidades de perder parte del dinero invertido”, argumentó Otálora. El especialista en finanzas personales aclaró que los inversores con perfil arriesgado poseen expectativas de obtener grandes sumas de dinero, pero también asumen que las pérdidas pueden ser significativas.
También describió el perfil de un inversor conservador. “Sabe de antemano que no obtendrá una gran rentabilidad en su inversión, pero tiene la seguridad de que no perderá parte de sus activos”. Agregó que los perfiles están definidos por la elección de lo que se conoce en el mercado financiero como renta fija y renta variable.
El director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales aclaró que para conocer los objetivos que persigue un inversor es muy importante definir la liquidez que busca, el riesgo que asumirá y los montos de dinero que desee invertir. “Por ejemplo un trabajador que cobró una indemnización y que necesita ese dinero para vivir, no va a invertir en la renta variable, su perfil será conservador”, especificó.
No hay fondos más rentables que otros. La rentabilidad está signada por múltiples factores, entre ellas, las variaciones que se producen en el mercado.
Cómo constituirlos
Los bancos y agentes de bolsas son los encargados de ofrecer los FCI. Las transacciones pueden realizarse online o de manera presencial en la entidad financiera.
La dinámica se da de la siguiente manera: el inversor compra cantidades de cuotapartes, que son un porcentaje de ese fondo común. El valor de esa cuota sufre variaciones diarias, lo que lleva a ganar más dinero o perder parte de lo invertido.
Cada fondo tiene a cargo un gerente de inversiones que arma la mejor estrategia posible para los inversores miembro y es el encargado de informar sobre las evoluciones que tengan las cuotapartes.
El costo de constituir un FCI es muy bajo y dependerá del rendimiento de la inversión. La entidad que ofrece los fondos cobra una comisión que ronda, en promedio, el 2% anual.
El mercado financiero es impredecible, por lo tanto, no se puede conocer anticipadamente el rendimiento y la rentabilidad que tendrá el instrumento elegido para realizar la inversión, salvo que se trate de renta fija.
Los fondos comunes están en auge debido a las bajas inversiones que requieren. El año pasado las financieras manejaron más de 15.000 millones de dólares en FCI.
Estos fondos se constituyen cuando un grupo de personas con objetivos similares de inversión aporta su dinero para que un profesional (un banco o un agente de bolsa) lo administre y lo invierta en una cartera diversificada de activos, con montos mínimos de entrada que arrancan en los $ 1.000.
Por eso los FCI son un instrumento financiero muy atractivo para aquellos inversores individuales que buscan tener liquidez y diversificar su portafolio a un costo accesible.
Hay distintos tipos de fondos comunes y se dividen en cuatro grandes grupos: de plazo fijo o mercado de dinero; de bonos o renta fija; mixtos de bonos y acciones y, por último, están los fondos comunes de acciones. Cada uno de ellos ofrece distintos niveles de riesgo y rentabilidad.
Para cada fondo común hay una estrategia particular ya establecida por un gerente de inversión. Se caracterizan por ser muy accesibles, ya que el piso para ingresar es de $ 1.000. Además, tienen un alto nivel de confiabilidad ya que están regulados por la Comisión Nacional de Valores (CNV). Esas características llevaron a los FCI a aumentar su popularidad en el mercado financiero durante 2016.
Perfil del inversor
Para saber en qué FCI es más conveniente invertir, es menester que el inversor defina sus objetivos y su posición frente al riesgo. Estos factores determinarán el perfil de cada inversor, que se divide en conservador, moderado o arriesgado. En diálogo con LA GACETA, el director ejecutivo de la Escuela Argentina de Finanzas Personales, Mariano Otálora, aseguró que la gran ventaja es la rápida disponibilidad de los fondos. “Poseen mucha liquidez. El mínimo de tiempo para invertir el dinero y poder disponer de él son 24 horas”, enfatizó.
Otra característica que los vuelve atractivos son su capacidad de diversificar la inversión. “Con muy poca plata se puede acceder a muchas inversiones. Por ejemplo con $ 1.000 no se podría acceder a varias acciones juntas, pero si se los invierte en un FCI se accede a un porcentaje de un fondo determinado que invierte en muchísimas acciones a la vez”, puntualizó el licenciado en Administración de Empresas y responsable del sitio web www.mundodinero.com.ar.
En el escenario financiero, el perfil de un inversor está determinado por los objetivos que persigue. “Cada inversor define su perfil de acuerdo a su postura frente al riesgo que genera invertir dinero. El riesgo está porque hay posibilidades de perder parte del dinero invertido”, argumentó Otálora. El especialista en finanzas personales aclaró que los inversores con perfil arriesgado poseen expectativas de obtener grandes sumas de dinero, pero también asumen que las pérdidas pueden ser significativas.
También describió el perfil de un inversor conservador. “Sabe de antemano que no obtendrá una gran rentabilidad en su inversión, pero tiene la seguridad de que no perderá parte de sus activos”. Agregó que los perfiles están definidos por la elección de lo que se conoce en el mercado financiero como renta fija y renta variable.
El director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales aclaró que para conocer los objetivos que persigue un inversor es muy importante definir la liquidez que busca, el riesgo que asumirá y los montos de dinero que desee invertir. “Por ejemplo un trabajador que cobró una indemnización y que necesita ese dinero para vivir, no va a invertir en la renta variable, su perfil será conservador”, especificó.
No hay fondos más rentables que otros. La rentabilidad está signada por múltiples factores, entre ellas, las variaciones que se producen en el mercado.
Cómo constituirlos
Los bancos y agentes de bolsas son los encargados de ofrecer los FCI. Las transacciones pueden realizarse online o de manera presencial en la entidad financiera.
La dinámica se da de la siguiente manera: el inversor compra cantidades de cuotapartes, que son un porcentaje de ese fondo común. El valor de esa cuota sufre variaciones diarias, lo que lleva a ganar más dinero o perder parte de lo invertido.
Cada fondo tiene a cargo un gerente de inversiones que arma la mejor estrategia posible para los inversores miembro y es el encargado de informar sobre las evoluciones que tengan las cuotapartes.
El costo de constituir un FCI es muy bajo y dependerá del rendimiento de la inversión. La entidad que ofrece los fondos cobra una comisión que ronda, en promedio, el 2% anual.
El mercado financiero es impredecible, por lo tanto, no se puede conocer anticipadamente el rendimiento y la rentabilidad que tendrá el instrumento elegido para realizar la inversión, salvo que se trate de renta fija.
Los fondos comunes están en auge debido a las bajas inversiones que requieren. El año pasado las financieras manejaron más de 15.000 millones de dólares en FCI.
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