Peterhansel se prueba la corona

Peterhansel se prueba la corona

Loeb ganó la etapa, pero no pudo descontarle al francés, que ya tiene cocinado el triunfo.

EL AS DEL VOLANTE. Peterhansel es sinónimo de Dakar: se sobrepuso a la amenaza de Sébastien Loeb y dejó todo listo para subirse por decimotercera vez a lo más alto de un podio dakariano. Insuperable. Reuters EL AS DEL VOLANTE. Peterhansel es sinónimo de Dakar: se sobrepuso a la amenaza de Sébastien Loeb y dejó todo listo para subirse por decimotercera vez a lo más alto de un podio dakariano. Insuperable. Reuters
14 Enero 2017
Una vez más, Stéphane Peterhansel demostró con hechos por qué tiene bien ganada cada letra de su apodo: “Señor Dakar”. Si bien todavía falta la última etapa, el intratable francés dejó prácticamente cocinado su título dakariano N° 13 (el 7° en Autos) al completarse la undécima y penúltima etapa, que unió San Juan con Río Cuarto.

Ni siquiera otra buena actuación de Sébastien Loeb alcanzó para inquietar el dominio de Peterhansel. Ambos pilotos compitieron palmo a palmo a través de las sierras y las dunas, y aunque “Seb” terminó adjudicándose el especial, le sirvió de poco: sólo pudo descontarle 18 segundos a su compañero de equipo en el acumulado general. Y salvo que al campeón defensor le caiga un rayo en el breve especial de 64 kilómetros que cerrará la competencia hoy en Córdoba antes de partir en enlace hacia Buenos Aires, el trono seguirá estando en sus manos.

Lo que está fuera de discusión es la hegemonía francesa y específicamente de Peugeot: fuera de la pelea, pero muy por delante del resto, completará el podio Cyril Després, a poco más de media hora del campeón.

Pinchazo salvador

“En los primeros 120 kilómetros de especial, Sébastien recuperó mucho tiempo. Dejamos que fuera por delante porque es más rápido, pero unos cuantos kilómetros después pinchó neumático. Y ahí fue cuando dijimos ahora es la nuestra”, relató Peterhansel. “Pisamos a fondo, muy concentrados, y logramos adelantarnos. Sabíamos que era una pista de Campeonato Mundial de Rally y que lo íbamos a perder de vista, pero su pinchazo nos dio un respiro. La verdad que es un honor disputar la general con ‘Seb’. Es rapidísimo, en algunos terrenos más que nosotros, pero así son los rally raid”, concluyó el “monsieur”.

Consciente de que 64 kilómetros son apenas un patio para descontar una brecha superior a cinco minutos, Loeb aceptó la derrota. “Salimos súper fuerte y recortamos la mitad de la diferencia en los primeros 100 kilómetros, pero en el segundo tramo del especial pinché en la primera curva. ¡Una piedra de nada, de las que hay miles! Cuando me bajé a cambiarla, lo veo pasar a Stéphane”, contó a su vez “Seb” el momento en que supo que estaba perdido. “Así es la vida, qué le vamos a hacer. Hace dos días que llevábamos el machete entre los dientes, pero ya era hora de que la lucha terminara. Las diferencias son muy grandes y he preferido bajar los brazos, porque ya no se puede hacer mucho”, se resignó el multicampeón mundial de rally.

A bordo de su Mini, el mendocino Orlando Terranova completó el podio del día a 6’,37” de Loeb y prácticamente ya tiene firmado el sexto lugar en la tabla final. Quizás si la suerte lo acompaña, o si la mala persigue a Giniel de Villiers y su Toyota, podría descontar los dos minutos y monedas que lo separan del top 5.

En el puesto 45 finalizó ayer el piloto cordobés José Blangino, que fue una de las sensaciones del Dakar por estar corriendo a bordo de un Rastrojero de fabricación propia, con motor Camaro y diferencial Toyota. El corredor, oriundo de Monte Cristo, fue objeto de numerosas notas de medios nacionales e internacionales. Más allá de la posición, su meta siempre fue llegar. Y ahora está muy cerca de logrardo. “Estoy sorprendido y a la vez muy contento por lo que me está pasando. El vehículo está perfecto y yo me estoy divirtiendo”, contó.

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