Villalba mintió para irse de Atlético y ahora lo quieren de vuelta

Villalba mintió para irse de Atlético y ahora lo quieren de vuelta

"No fue honesto ni con nosotros ni con sus compañeros", dijo Erroz sobre el volante.

En Atlético aseguran que Villalba mintió para irse a Huracán. En Atlético aseguran que Villalba mintió para irse a Huracán.
13 Enero 2017
El contexto de una vida sin bríos dejó de formar parte de la actualidad y se convirtió en una vieja e inédita película del lejano oeste. Una foto de presentación bastó para que la cabeza de quien horas antes había expresado su agradecimiento y amor por Atlético tuviera precio. 
“Nos mintió, me mintió”, se refiere el manager Diego Erroz a Lucas Villalba, el mismo que el miércoles por la tarde, exactamente 24 horas después de avisar que Independiente, el dueño de su pase, lo necesitaba, aparecía con la camiseta del Huracán de Juan Manuel Azconzábal. 
¿Hubo traición? Algo así. Villalba no fue honesto y por ende la bronca tomó otro color. “Porque si venía de frente y nos decía que quería irse, siempre están las puertas abiertas”, asegura Erroz, enojado por cómo se dio este cuento que tiene, quizás, un solo final: el regreso de Villalba al “Decano”. Y cadena perpetua hasta que finalice su contrato, en junio.
Esto va más allá de cómo se movió el jugador. También fallaron Independiente y Huracán. Legalmente, el jugador sigue siendo empleado “decano”. Pero Atlético, al recibir el llamado del “Rojo”, y por una cláusula existente entre las partes, liberó al jugador de buena fe. Sin embargo, fue tal el apuro de Villalba que se fue sin firmar la rescisión de su contrato. O sea... 
“Me dijo que había hablado con (Ariel) Holan, que lo quería en la pretemporada y que para él eso era una revancha. No fue honesto ni con nosotros ni con sus compañeros”, repite todavía embroncado Erroz la trama de cómo Villalba pidió su libertad.
 
Reglamentariamente, es imposible una triangulación de contratos. Independiente cedió a un futbolista que sigue siendo propiedad de Atlético. Y Huracán le hizo firmar un contrato de 18 meses a un jugador que aún debe seis meses en 25 de Mayo y Chile. Eso, claro está, habla de una falla grande entre las secretarías de ambas instituciones. Demasiado desprolijo. Como el fútbol argentino.
En el contrato de Villalba había dos anexos que podrían haberle dado la libertad. Ninguno de los dos sirve para este caso. Sí hubiera servido la verdad, directamente. Uno decía que el jugador podía volver a su club (Independiente) si Atlético perdía la categoría en el Torneo de Transición pasado. Ese ya fue, caducó. Y el otro era que la vuelta era posible únicamente al “Diablo”, pero que el “Diablo” no podía prestarlo, ni por asomo.
Ahora están los del ala dura de la directiva que piden  sí o sí la cabeza de Villalba y el encierro. “Es una falta grave la que cometió. Hizo abandono de trabajo; ya fue notificado”, dispararon desde la CD. Hay otros que sabiendo que el jugador equivocó los caminos prefieren liberarlo a Huracán, pero no gratis. Alguno de los clubes deberá hacerse cargo de la recompensa que Atlético merece por Villalba, porque el jugador, después de lo que hizo, no interesa más.
Habilitado por estar al día
Atlético figura como uno de los 16 clubes de Primera que pueden incorporar jugadores durante el receso por no tener deudas con la AFA, de acuerdo a una lista que hizo pública ayer la Comisión Normalizadora que maneja la entidad.
El contexto de una vida sin bríos dejó de formar parte de la actualidad y se convirtió en una vieja e inédita película del lejano oeste. Una foto de presentación bastó para que la cabeza de quien horas antes había expresado su agradecimiento y amor por Atlético tuviera precio. 

“Nos mintió, me mintió”, se refiere el manager Diego Erroz a Lucas Villalba, el mismo que el miércoles por la tarde, exactamente 24 horas después de avisar que Independiente, el dueño de su pase, lo necesitaba, aparecía con la camiseta del Huracán de Juan Manuel Azconzábal

¿Hubo traición? Algo así. Villalba no fue honesto y por ende la bronca tomó otro color. “Porque si venía de frente y nos decía que quería irse, siempre están las puertas abiertas”, asegura Erroz, enojado por cómo se dio este cuento que tiene, quizás, un solo final: el regreso de Villalba al “Decano”. Y cadena perpetua hasta que finalice su contrato, en junio.

Esto va más allá de cómo se movió el jugador. También fallaron Independiente y Huracán. Legalmente, el jugador sigue siendo empleado “decano”. Pero Atlético, al recibir el llamado del “Rojo”, y por una cláusula existente entre las partes, liberó al jugador de buena fe. Sin embargo, fue tal el apuro de Villalba que se fue sin firmar la rescisión de su contrato. O sea... 

“Me dijo que había hablado con (Ariel) Holan, que lo quería en la pretemporada y que para él eso era una revancha. No fue honesto ni con nosotros ni con sus compañeros”, repite todavía embroncado Erroz la trama de cómo Villalba pidió su libertad. 

Reglamentariamente, es imposible una triangulación de contratos. Independiente cedió a un futbolista que sigue siendo propiedad de Atlético. Y Huracán le hizo firmar un contrato de 18 meses a un jugador que aún debe seis meses en 25 de Mayo y Chile. Eso, claro está, habla de una falla grande entre las secretarías de ambas instituciones. Demasiado desprolijo. Como el fútbol argentino.

En el contrato de Villalba había dos anexos que podrían haberle dado la libertad. Ninguno de los dos sirve para este caso. Sí hubiera servido la verdad, directamente. Uno decía que el jugador podía volver a su club (Independiente) si Atlético perdía la categoría en el Torneo de Transición pasado. Ese ya fue, caducó. Y el otro era que la vuelta era posible únicamente al “Diablo”, pero que el “Diablo” no podía prestarlo, ni por asomo.

Ahora están los del ala dura de la directiva que piden  sí o sí la cabeza de Villalba y el encierro. “Es una falta grave la que cometió. Hizo abandono de trabajo; ya fue notificado”, dispararon desde la CD. Hay otros que sabiendo que el jugador equivocó los caminos prefieren liberarlo a Huracán, pero no gratis. Alguno de los clubes deberá hacerse cargo de la recompensa que Atlético merece por Villalba, porque el jugador, después de lo que hizo, no interesa más.

Habilitado por estar al día

Atlético figura como uno de los 16 clubes de Primera que pueden incorporar jugadores durante el receso por no tener deudas con la AFA, de acuerdo a una lista que hizo pública ayer la Comisión Normalizadora que maneja la entidad.

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