El viento y las piedras de lo inaudito

El viento y las piedras de lo inaudito

Fue una noche con sobresaltos. El viento de la noche del lunes fue alterando el trabajo. La edición que usted vio ayer estaba cerrada cuando la tormenta daba sus primeros latigazos. Fue un baile complicado para LA GACETA en su versión digital. Durante la madrugada y al amanecer llovían noticias de los daños que había ocasionado el meteoro. Ahora el desafío para los editores era cómo contar con espíritu noticioso, de novedad, hechos que todos conocían. Con esa premisa trabajó TUcumanos para entregar un producto distintos a los lectores. Por eso cuando se llegó a la discusión de la tapa las fotos de la tormenta tenía el certificado de “viejas” y se cayeron de la portada.

Por la tarde se había abierto una discusión que fue larga pero enriquecedora. El editorialista preguntó: ¿De qué vamos a escribir hoy? Y la respuesta fue casi inmediata: de la agresión a los choferes de la línea 11. “Estamos en el siglo XXI y no puede ser que las cosas se diriman como lo hacían los grupos mafiosos. Hay que señalar que estas cosas no pueden salir de esta sociedad que queremos. Estamos atrasando”, fue la respuesta y el argumento que respaldó el editorial.

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