Una celebración de la vida con forma de musical

Una celebración de la vida con forma de musical

La película escrita y dirigida por Damien Chazelle se alzó con siete estatuillas, incluyendo a su dupla de protagonistas, y se abre paso a los Oscar.

TODOS. Chazelle (primero a la izquierda), Gosling (de blanco) y Stone (al centro) subieron juntos al escenario para recibir el premio. TODOS. Chazelle (primero a la izquierda), Gosling (de blanco) y Stone (al centro) subieron juntos al escenario para recibir el premio.
10 Enero 2017
En marzo de 1992, la aparición de Billy Cristal con la máscara del perturbado personaje Hannibal Lecter fue un anticipo de lo que se venía. El presentador de los Oscar de esa ceremonia preanunció de este modo la avalancha de premios para “El silencio de los inocentes”.

En la noche del domingo, lo mismo se podía deducir del número de arranque de la entrega de la edición 74 de los Globos de Oro, con los que la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood distinguió a lo mejor del cine y la televisión.

En esta oportunidad, el inicio remitió a “La La Land”: en un atasco de tránsito, de los autos comienzan a bajar actores y actrices famosos cantando y bailando, con Jimmy Fallon a la cabeza. Era obvia la referencia a la primera escena del musical que, al final de la gala, había marcado un nuevo récord: ganó las siete estatuillas donde figuraba como nominada. Los premios se los llevaron Damien Chazelle (por dirección, guión y mejor comedia o musical); el dúo protagónico Ryan Gosling y Emma Stone por sus actuaciones; y Justin Hurwitz, por mejor banda sonora (la integran en total más de 50 temas) y canción original (“City of stars”, compuesta junto a Benjamin Pasek y a Justin Paul).

Los argentinos deberemos esperar hasta el jueves 26 para poder ver este regreso a los musicales clásicos de la época dorada de Hollywood. Ese día se estrenará “La La Land” en el país, y hasta ahora no circula en los sitios de películas en Internet ni en copias piratas e ilegales. Dos días antes será una fecha clave para esta producción: el martes 24 a la mañana, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos anunciará los candidatos a los Oscar en todas las categorías, y se espera que el filme aparezca en varias si sigue la marcha triunfante que ya se viene registrando en los festivales de Venecia (Stone fue elegida la mejor actriz y alzó la Copa Volpi), Toronto y Capri, y en varios certámenes.

Si para algunos la música remite en buena medida al amor, “La La Land” lo confirma. El filme ambientado en la actual Los Ángeles, se centra en la relación romántica que surge de un flechazo instantáneo entre dos soñadores, el pianista de jazz Sebastian y la candidata a actriz Mia, cuyas vidas están atravesadas por vaivenes y sentimentalismos. El vínculo crece entre ellos hasta completar una historia plena de optimismo y con un mensaje positivo sobre la vida.

Todo remite a las escenas del cine de hace medio siglo, donde la historia era una gran excusa (casi siempre brillantemente filmada) para que los protagonistas bailen y canten sin buscar explicaciones lógicas. Por este motivo, varios críticos consideran la película como un homenaje de Chazelle a Hollywood, una declaración de amor a esas producciones que fueron dejadas de lado con el tiempo y una suerte de regreso con gloria y a toda pista de la mano de un jovencísimo director (cumple 32 años en una semana) que no vivió esa era y que ya acredita un éxito de la talla de “Whiplash”, estrenada en 2014.

Ese rotundo filme le abrió las puertas de los estudios Lionsgate, que decidió apostar por un proyecto en el cual el director triunfante invirtió seis años de su corta vida. “Lo que intenté hacer es mostrar que (los musicales al viejo estilo) todavía pueden ser importantes, que todavía son actuales, que todavía pueden ser modernos”, afirmó el director a la agencia DPA, antes de recibir los premios.

“La La Land” fue también protagonista de una nota de color y nada apunta a que haya sido casual. Al momento de anunciar el ganador del mejor guión (lo recogió Chazelle), el actor mexicano Diego Luna dijo dos frases en español: al pisar el estrado pronunció “silencio por favor, buenas noches a todos”, y luego “el Globo de Oro es para...”. Una señal en un Hollywood que se prepara para recibir a Donald Trump como presidente, el más criticado de la ceremonia.

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