En San Pedro de Colalao ya se están preparando para la Fiesta de la Humita

En San Pedro de Colalao ya se están preparando para la Fiesta de la Humita

Miles y miles de choclos se rallarán el sábado 21. Folclore y artesanías.

10 Enero 2017
Unos pocos ingredientes tan simples como choclo fresco, zapallo, cebollas, pimientos y queso pueden dar lugar a un manjar tan exquisito que en San Pedro de Colalao tiene su propia fiesta, esa que se está preparando con todo, como cada año desde hace más de una década.

Este año la fiesta en honor de la humita tendrá lugar 21 de enero se realizará. En el predio del Club San Pedro de Colalao podrás degustar de las mejores humitas del mundo (según afirman los sampedrinos, que rallarán miles y miles de choclos esos días) mientas disfrutes del tradicional festival folklórico. También encontrarás una exposición de artesanías, y puestos de venta de dulces, quesos y licores regionales.

Sabor ancestral

Con seguridad, el antecesor de la humita actual no tenía queso, porque los pueblos originarios no consumían lácteos. Pero el resto estaba en sus manos, y llegó hasta nosotros.

Modesto Mamaní, autor de la humita gigante (con la que intenta ingresar al Libro Guinness de los Récords, según contó el director de Turismo de la comuna de San Pedro, Alejandro Massa, recibió la receta de su mamá, doña Julia (que vivió más de 100 años), y el fin de semana compartió algunos de sus secretos.

“Lo principal es que todos los ingredientes sean de buena calidad -advierte-, especialmente el choclo y el zapallo”. Pero también incide que las chalas en las que envuelve cada humita sean frescas; asegura que lo mejor es obtenerlas por las mañanas.

Recomendaciones

“¡Que el maíz no sea híbrido! ¡Es muy dulce”, dice don Modesto, y recomienda fervientemente el que se conoce como “diente de caballo”: blanco y de granos muy grandes. El choclo, por supuesto, se ralla, llevarlo a la licuadora sería como una herejía.

El zapallo ideal para este cocinero sampedrino vocacional es el plata, aunque reconoce que los buenos brasileños también logran su objetivo: darle color y cremosidad a la humita. Con el coreanito, en cambio, pasa como con el choclo híbrido: es demasiado dulce. “Hay que hervirlo y hacer un puré; se agrega leche, pero no mucha, porque se puede pegar en la olla. Si hace falta más líquido, añadir agua”, recomienda.

El sofrito de cebolla y pimientos se hace con manteca y aceite, y allí se añaden el choclo rallado y el zapallo. Se sazona con sal y pimienta (“yo la muelo en el momento”, confiesa don Modesto), y se revuelve todo el tiempo que haga falta.

“Y para que tenga nuestro sabor característico, la humita se cocina a fuego de leña”, advierte sonriente y orgulloso de su obra.

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