Algo más de 2016

Algo más de 2016

A continuación ofrecemos fragmentos de artículos y entrevistas publicados en este suplemento en los últimos doce meses

08 Enero 2017
Una comunidad de Hombres Libres
Por Roberto Cortés Conde

En 1816, al tiempo la declaración de la Independencia y con Napoleón derrotado, la reacción restauradora se había consolidado y las potencias europeas se habían comprometido a eliminar todo desafío a la legitimidad monárquica, que solo parecía resistir en la América del Sur. Fernando VII, repuesto en el trono, buscaba recuperar las colonias con el apoyo de los países de la Santa Alianza. Los congresales de Tucumán, en quizá uno de los momentos más tristes de la nueva Nación, tuvieron el valor de desafiarlas, declarando la independencia y consolidando así el proceso que había comenzado en 1810.

Con ello se sustituyó el viejo orden político, el de la monarquía absoluta, por uno para una comunidad independiente de hombres libres, democrático, de igualdad de derechos y división de poderes. Con todas sus dificultades, avances y retrocesos ese orden quedó consagrado en nuestra Constitución en 1853, que es nuestro pacto histórico de convivencia. Estos son los valores que ratificamos al conmemorar la declaración de la Independencia, ese día ya lejano del 9 de julio en la ciudad de Tucumán.

* Fragmento de un artículo publicado el 10 de julio.

Una nueva oportunidad
Por María Sáenz Quesada

Si miramos lo ocurrido en Tucumán, la enseñanza surge de los hechos. En 1816, en el año más infausto de la revolución americana, los diputados de una parte de los pueblos que hoy conforman la República Argentina tomaron decisiones que trascendieron el corto tiempo de sus vidas.

En el escenario mundial francamente hostil a las ideas de origen revolucionario, declarar la Independencia constituía un paso sin retorno si la suerte de las armas les era adversa. En el actual territorio argentino, la anarquía ponía en duda la capacidad del Congreso para expresar la voluntad general ; la penuria económica dificultaba la marcha cotidiana de las deliberaciones, y todo esto hacía peligrar los tres frentes militares en juego: el Alto Perú, Chile y la Banda Oriental.

No obstante aquellos clérigos, frailes y doctores se atrevieron a fundar un país de límites imprecisos y cuya forma de gobierno, monárquica o republicana, no estaban en condiciones de definir. Ellos cumplieron su tarea. ¿Cuál es la nuestra? Sin duda, ayudar a construir un país más serio que haga posible una sociedad más justa y que nos invite, más allá de las incertidumbres del presente, a pensar en un futuro común. La oportunidad está abierta.

* Artículo publicado el 10 de julio.


El valor es ética
Por Gunter Pauli

Si tú vives en un mundo donde los que tienen el poder de decisión piensan que es mejor producir más de lo mismo, la única solución son los transgénicos. Si tienes un mundo donde los que deciden tienen la claridad de que el mundo no es dinero ni volumen, es el valor agregado que le podemos dar a algo que parece que no lo tiene. Por eso es tan importante nuestra iniciativa del hongo en la borra de café, el sustrato que te queda es de excelente valor para una gallina. ¿Por qué decidimos que el 98% del café es basura, y lo mejor que podemos hacer es compostar? Por favor, no tiene sentido. Pero la lógica en la economía es que tenemos que producir más barato. Debemos tener claro que el valor es ética, y también valor financiero.

 * Entrevista realizada por Karina Ocampo, publicada el 2 de octubre.


Una nueva generación
Por Sergio Berensztein

El partido que está en el gobierno nació en democracia. Y se supone que la sociedad aprende de su pasado. Al menos esa es una de nuestras premisas. Se trata de una cuestión generacional; quienes nos gobiernan ahora tienen menos de 55 años. Yo quiero tener gente experimentada tomando decisiones, claro. Pero la verdad es que la generación previa vivió experiencias tan traumáticas que no podés pedir objetividad porque hay dolor. Y hay que respetarlo. Pero necesitamos que no gobiernen con este criterio. A alguien que sufrió no se le puede pedir objetividad. No haber vivido eso te da una ventaja enorme, te permite ser más reflexivo, más pragmático. Nos parece que esta es una generación de políticos que tiene la gran ventaja de no haber sufrido tanto y eso puede permitir acuerdos sobre reglas de juego y objetivos que eran difícil de lograr hace poco tiempo.

* Entrevista realizada por Dolores Caviglia publicada el 29 de mayo.

Poner el cuerpo
Por Lucía Piossek

Yo creo que hay grados de pensamiento y de problematicidad, y con respecto a los grandes problemas, tal vez no. A esos problemas, por ejemplo, el problema ontológico, los grandes problemas éticos, los problemas religiosos, no influyen de manera decisiva pero en un grado un poco menos abstracto indudablemente influye. En el librito Ensayos y testimonios llegó un momento en que yo me di cuenta de que no podía repetir la famosa frase marceliana “Yo soy mi cuerpo”, que parece una frase totalmente obvia, pero era en ese momento que él la pronunció, que sería a fines del año 30, comienzos del 40, y que la divulgó y que se divulgó. Repetir la idea de Marcel significaba tomar una actitud anticartesiana porque la mayoría de los filósofos hasta el momento, en mayor o menor medida, habían seguido siendo cartesianos. ¿Quién soy? Soy algo que piensa. ¿Y la corporeidad? Entonces para quitarle lo obvio hay que pensarla en su momento a esa frase marceliana. Y más o menos en la misma textura estuvieron después Camus y Sartre. Y entonces, ¡cómo no voy a incorporar el cuerpo!

* Entrevista realizada por Fabián Soberón, publicada el 4 de diciembre.


Asignaturas pendientes
Por Rosendo Fraga

Más allá de la pobreza y el desempleo, la Argentina en los últimos seis años no ha logrado avances en materia de desigualdad.

Ella es el gran conflicto social de largo plazo, no sólo en Argentina o América Latina, sino también en la sociedad global, que en lo que va del siglo XXI, ha logrado disminuir los niveles de pobreza, pero al mismo tiempo ha visto aumentar los de desigualdad.

Si en 1916, el país podía mostrar resultados positivos en la reducción de la desigualdad, porque hacía tres décadas que había sido sancionada en 1885, en la primera presidencia de Roca, la ley de 1420 de educación obligatoria, gratuita y laica y en esta materia, en los últimos años se ha registrado retroceso.

Quienes menos tienen, sólo pueden tener educación, salud y seguridad públicas y mejorarlas es la política más importante para reducir los niveles de desigualdad en una sociedad.

* Artículo publicado el 10 de julio.


El mejor trabajo del mundo
Por Jorge Fontevecchia

Al futuro lo enfrento vocacionalmente. Si hay alguien que decidió ser periodista o editor para ser rico, para maximizar su beneficio económico, dejará de hacerlo. Ahora, el que decidió serlo porque le parece la mejor función del mundo, se acomodará al marco económico y seguirá adelante. En mi caso, creo que tengo el mejor trabajo de la Argentina y seguiré haciéndolo con la cantidad de recursos que el mercado me brinde. Trataré de adaptarme a las condiciones que se produzcan. Sin melancolía, sabiendo que quien hace periodismo tiene enormes privilegios, enormes ventajas que otras profesiones más rentables no brindan. Entonces, una relación entre salario real y salario moral, a quien tiene vocación le seguirá resultando positiva; y quien no tenga vocación, se dedicará a otra cosa más rentable.

* Entrevista realizada por Alejandro Duchini, publicada el 25 de septiembre.


Un juego serio
Por Carlos Gorostiza
El teatro es completamente un juego, pero un juego sobre las bases de “vamos a jugar a que somos malos”, “vamos a jugar a que somos buenos”, “vamos a jugar a que somos malos y buenos”, y mientras jugamos estamos convirtiéndonos en otros seres. Si el espectador no participa del juego, algo se está haciendo mal. La gente que va al teatro saca las entradas con anticipación, a veces tiene que pasar frío, ocupa un espacio de su noche, espera, hace cola, se mete en el teatro, se sienta ¿y qué espera? Que le mientan bien, que ese juego que está allí lo jueguen bien y que ese invento la convenza que es cierto, y que el espectador forme parte de eso también. El hombre juega desde que es bebé. Lo que pasa es que vamos perdiendo la imaginación y el juego con la adultez.

 * Entrevista realizada por Alejandra Crespin Argañaraz, publicada el 24 de julio.

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