Habló el imputado: “se engañó a la sociedad, la causa está armada”

Habló el imputado: “se engañó a la sociedad, la causa está armada”

Roberto Gómez, imputado por el asesinato de Paulina Lebbos, salió de la cárcel y aseguró mil veces que lo tomaron como un “perejil”.

CON LA CAUSA. Gómez respondió a las preguntas con el expediente del caso en sus manos. Citó varios párrafos. la gaceta / foto hector peralta CON LA CAUSA. Gómez respondió a las preguntas con el expediente del caso en sus manos. Citó varios párrafos. la gaceta / foto hector peralta
04 Enero 2017
Roberto Gómez estaba sentado afuera de la casa de su padre, tomando mate. No lo hacía hace tres años porque estaba en una celda, y por eso tenía una sonrisa en el rostro. En esa misma vereda de San Andrés lo esperaron el viernes a la madrugada unas 200 personas con globos, carteles y abrazos. Todos ellos le dijeron que lo creen inocente. Y él mismo -acusado de asesinar a Paulina Lebbos por la fiscalía IV°- lo repitió mil veces: “a mí me tomaron de perejil”.

-Se lo acusa de introducir su chip de celular en el teléfono de Paulina luego de su desaparición. ¿Esto cierto?

- Yo no puse mi chip en ningún aparato que no fuera el mío. Es más, jamás tuve problemas con la Justicia. Hasta ese momento, no tenía ningún antecedente. Esa noche (25 de febrero de 2006) estuvimos festejando el cumpleaños de mi abuela. A la medianoche volvimos con mi mujer a la casa, acostamos a las nenas y nos fuimos a dormir. Al otro día me desperté después de las 12 y nos volvimos a ir a la casa de mi abuela, como es costumbre en nuestra familia.

-¿Cómo se originan las sospechas en su contra?

- El fiscal (Diego) López Ávila lo llamó a mi papá porque desde su casa salían muchos llamados a uno de los números que habrían ingresado a ese teléfono. Cuando salió de declarar, sacó del bolsillo un papel y yo le dije que uno de los números era el mío. Inocentemente, fuimos a decirlo. y quedé detenido. Yo juré por la salud de mis hijas que no tenía nada que ver. Con el correr del tiempo, leímos en la causa un informe de Movistar que decía que el número de mi chip tenía cuatro titulares. No entiendo mucho de telefonía, pero parece que usábamos el mismo número. Está en el expediente. Hay también un tal Chávez como propietario, al que no encontraron y por eso decidieron que Gómez era el culpable. No interesaba el apellido, se necesitaba a alguien que fuera culpable. ¿Cómo pueden decir que yo ingresé mi chip a ese aparato si hay tres personas con el mismo número? Y esa es toda la prueba que tienen en contra mío. Se mintió y engañó a la sociedad. Esta historia está armada.

-¿Lo enviaron al penal?

- No inmediatamente. Estuve 10 días detenido en Tribunales, en un “chanchito” de 1.20 por 1.80 metros. Ahí comenzó mi calvario. Viví cosas que sólo había visto en las películas de la dictadura. Dormía en el piso, en un lugar lleno de escupitajos que tenía un olor nauseabundo y no había baño. Conmigo se violaron todos los derechos. A los dos años me tenían que haber dictado el cese de la preventiva y no lo han hecho. Y no sólo mis derechos, sino también los de mis hijas. Lo más duro fue perderme los 15 de la más grande y no verla ser escolta de la bandera. De la más chica me perdí el egreso del jardín. Además, la humillación que sufrían cuando iban a visitarme. Es muy duro ver a un policía revisando a tu hija y queriendo desnudarla. A mí esto me costó mucho sufrimiento. Se me secaron los lagrimales ya, he llorado mucho. Me tuve que acercar a Dios para soportarlo. Él me fue poniendo todas las pruebas en el camino y con ellas voy a demostrar que soy inocente. Quiero ir a juicio lo antes posible.

- Alberto Lebbos dijo que usted está relacionado a la familia Alperovich. ¿Esto es cierto?

- No tenemos ninguna relación ni con ellos, ni con el Gobierno. Se dijo que mi padre le arreglaba los micros de campaña y él no es mecánico, arregla televisores. Al señor Lebbos le metieron eso en la cabeza, pero yo le pido que cuando hable de mí, presente pruebas como yo lo estoy haciendo (dice mientras señala el expediente). Además, yo intenté acercarme varias veces y él no quiso hablar. A mí no me interesaba si había gente del poder involucrada, yo sólo quería estar con mi familia.

-¿Qué pudo haber pasado con Paulina?

- No lo sé. No conocía el caso ni por las noticias. Uno al ser de campo no es muy fanático de los noticieros. Sí sabíamos de la muerte de una chica, pero sin detalles. A mí me tomaron de perejil.

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