Historia de amor con la dictadura de Pinochet como trasfondo

Historia de amor con la dictadura de Pinochet como trasfondo

Un melodrama con resabios de Isabel Allende que ofrece una visión amena de la lucha de clases. NOVELA LA NOVENA - MARCELA SERRANO (Alfaguara - Buenos Aires)

VISIÓN AMENA DE LA LUCHA DE CLASES. Marcela Serrano logra un texto que atrapa al lector a través del suspenso.  VISIÓN AMENA DE LA LUCHA DE CLASES. Marcela Serrano logra un texto que atrapa al lector a través del suspenso.
31 Diciembre 2016

Serrano forma parte del exitoso grupo de novelistas que escriben novelas de amor. Sus protagonistas, fundamentalmente mujeres, se refugian en albergues tristes, son confinadas a un psiquiátrico, se aíslan en el remoto paisaje de Antigua o Chiloé. Un conjunto de textos que recrean las historias de amor y de odio refugiadas en el folletín, en la canción popular, en el bolero, en las recetas y consejas familiares. Textos de la felicidad, aunque narren la desdicha, no suponen grandes cuestionamientos. Un arte feliz, en el que llorar es un placer. En estas narraciones las fábulas históricas están vinculadas a las fábulas amorosas y a las historias familiares. Lo político o la recreación histórica pasan a segundo plano o actúan a modo de “telón de fondo” sobre el cual se tejen las historias de amor.

En esta novela el protagonista es masculino, aunque el personaje más importante sea una mujer. Con resabios de la conocida novela de Isabel Allende, De amor y de sombras, escribe La Novena. El título alude a la finca de Amelia, llamada así por ser la novena parte de la gran hacienda Santa Amelia de su abuela. La abuela enviudó siendo joven y sacó adelante a su familia gracias a la fertilidad del valle; algo similar le ocurriría a la madre. Y ella misma buscaría refugio en esas tierras. “La cadena será interminable”, dice Mel (abreviatura de Amelia), la hija, que también ha heredado el nombre de sus antepasadas.

Amor sanador

Miguel Flores regresa a Chile y en un significativo encuentro con Mel recuerda su decisiva experiencia de “relegamiento” como militante apresado por el ejército de Pinochet. En ese momento Amelia, una terrateniente viuda es una figura decisiva para su salvación: la acción tiene trágicas consecuencias sobre la vida de la mujer. Este hecho y el lugar parten de elementos autobiográficos, pues la madre de la escritora también acogió a un joven en esa época. Amelia pertenece a un linaje de mujeres que ha manejado La Novena. “Todos los hombres en mi familia se dedicaron a perder la tierra, y las mujeres a conservarla. Yo diría que estoy rodeada de mujeres fuertes”, afirma. Sibyl, la prima inglesa de Amelia, representa el alter ego de Marcela Serrano. Es la Mary Barton de la primera novela de Gaskell.

El hombre relata a Mel su historia con Amelia. En ese mundo de la dictadura uno de los lugares de encuentro es la biblioteca donde se alojan las novelas románticas del siglo XIX, las denominadas “ficciones domésticas” que apasionan a la dueña que enseña a saborear al muchacho. Al mismo tiempo La Novena está atravesada por la lectura del libro de Elizabeth Gaskell.

La lectura atrapa a través del suspenso con un melodrama que ofrece una visión amena de la lucha de clases, una suerte de pastoral en la que el guerrillero deviene escritor y publicista, la poderosa dueña del fundo se redime en el sufrimiento y el amor sana todas las heridas. Nunca abandonamos la esfera donde imperan los sentimientos propios de las historias de amor.

© LA GACETA

CARMEN PERILLI

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