Sacrificio y pasión

Sacrificio y pasión

Leandro Cárdenas tuvo su recompensa en 2016, luego de viajar miles de kilómetros.

 MUCHO PARA FESTEJAR. Cárdenas le aportó al “Santo” su calidad técnica, su talento y sus goles, no sólo en Juveniles sino también en Primera. la gaceta / foto de diego aráoz MUCHO PARA FESTEJAR. Cárdenas le aportó al “Santo” su calidad técnica, su talento y sus goles, no sólo en Juveniles sino también en Primera. la gaceta / foto de diego aráoz
29 Diciembre 2016
Leandro Cárdenas, delantero de San Martín e integrante del plantel “Naranja”, recorrió miles de kilómetros durante 2016, desde su ciudad natal a Tucumán, para entrenarse y jugar. Pero no le importó hacer semejante sacrificio debido a la pasión que siente por el hockey. Finalmente, el esfuerzo tuvo su recompensa. “Lea” disfrutó un brillante cierre de temporada conquistando varios títulos con su club.

Comenzó a jugar al hockey a los 7 años gracias a su papá, en el club Estrella Roja y en el equipo de Casa del Docente, en Santiago del Estero. Apenas se entrenaba y a veces jugaba amistosos porque sólo había dos equipos de varones. En 2012 viajó con su padre, que era entrenador de un equipo de Salta, a un Regional jugado en esa provincia. Leandro vio que estaba practicando el seleccionado salteño Sub 14 en Popeye y preguntó si podía entrenarse con ellos hasta finalizar el torneo. Su juego deslumbró a los entrenadores, quienes le ofrecieron vestir la camiseta salteña. Aceptó la propuesta y fichó para Popeye. Asistía a las prácticas cuando podía y jugó los primeros partidos oficiales en el club. También fue citado al seleccionado de Salta (2013 y 2014). Fue allí donde conoció al entrenador tucumano Ariel Mairata, quien lo recomendó para que se incorporara a San Martín.

- Es muy sacrificado venir desde Santiago para entrenar durante la semana. ¿Cómo hacés?

- Generalmente mi papá me lleva en el auto. También viajo en colectivo dos veces por semana. Los domingos voy para jugar los partidos. Este año falté a algunos entrenamientos porque quería terminar de cursar el secundario en una escuela de Santiago. El tema económico también es un obstáculo (cuando viene a Tucumán gasta $1.000 por viaje). Por eso muchas veces fui directamente el domingo para jugar el partido.

- ¿En algún momento pensaste en dejar de venir a Tucumán y volver a jugar en Santiago?

- En un momento me cansé, porque casi no veía a mis amigos. Llegaba a Santiago desde Tucumán a las 2 o 3 de la mañana y con mi “viejo” nos levantábamos a las 6.30. Yo iba al colegio y él a su trabajo.

- ¿Y por qué decidiste continuar acá?

- San Martín es uno de los mejores clubes del NOA. Era un orgullo para mí lucir su camiseta. Quería seguir creciendo. San Martín tienen un equipazo en Primera. Logré un tercer puesto en la Liga Nacional B. Integré el seleccionado “Naranja” de Mayores y le agradezco a “Pancho” (Francisco Ruiz Hidalgo) por la confianza que me dio al convocarme.

- ¿Sos también de los que sueñan con llegar a jugar en el seleccionado nacional?

- ¡Y quién no! Sueño con ponerme la celeste y blanca. La única forma es irse a jugar a Buenos Aires. Este año tuve la chance de fichar para Banco Provincia pero prioricé mis estudios.

- Este año ganaste todo con el “Santo”. ¿Se puede pedir más?

- Ahora más que nunca vale la pena seguir haciendo el mismo sacrificio. Este año será inolvidable para mí. Estoy feliz de pertenecer a la familia “Santa”.

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