Luto en las letras por la muerte de Josefina Ludmer

Luto en las letras por la muerte de Josefina Ludmer

11 Diciembre 2016
“La Universidad argentina, la universidad pública, ha acompañado mi vida y mi historia. Intervenciones, migraciones, clases en mi casa, retornos: cada vaivén y cambio de la universidad (y en la nación) ha sido al mismo tiempo un cambio en mi vida”.

Con estas palabras, la escritora, docente y crítica literaria Josefina Ludmer agradeció en 2010 el Doctorado Honoris Causa que le otorgó la Universidad de Buenos Aires. Referente de las letras en la argentina y maestra de maestros, la inquieta autora falleció el viernes a la noche en Buenos Aires, a los 77 años.

Ludmer nació en 1939 en San Francisco (Córdoba), y se graduó como profesora de Letras en 1964, en la Universidad Nacional de Rosario. Luego del golpe de Estado de 1966 dejó esa ciudad y se instaló en Buenos Aires, donde integró la clandestina Universidad Montonera en 1973 y durante la dictadura dictó clases en su casa, como parte de la Universidad de las Catacumbas, para mantener un espacio de pensamiento crítico.

La académica se reintegró a las aulas de la UBA en 1984, con el retorno de la democracia. Antes había recibido una beca de la Universidad de Princeton y la beca Guggenheim en Teoría Literaria, desde donde profundizó su visión sobre la literatura argentina y latinoamericana, desde donde enseñó a leer a los autores nuevos y viejos con miradas amplias y distintas de los cánones tradicionales. Fue investigadora del Conicet; se alejó de la universidad argentina en 1991, cuando recaló en Yale; volvió al país en 2005, y este año recibió el Premio Konex de Platino en Teoría Lingüistica y Literaria. Entre su producción se destacan los libros “Cien años de soledad. Una interpretación”, “Onetti, los procesos de construcción del relato”, “El género gauchesco, un tratado sobre la patria”, “Aquí América Latina. Una especulación” y “El cuerpo del delito. Un manual”, y decenas de artículos sobre Jorge Luis Borges, Manuel Puig, Guillermo Cabrera Infante, Alfonsina Storni, Sor Juana Inés de la Cruz y muchos otros.

El deceso de la China (apodo heredado de su hermano mayor) enlutó a las letras del país. Gabriela Massuh consideró que “se perdió un punto de referencia para la crítica literaria y del pensamiento argentino, se fue una de las críticas más grandes y audaces por sus análisis literarios brillantes, generosos y, a veces, demoledores”. “Ludmer estaba permanentemente pensando en las formas en las que muta la institución literaria”, aportó María Sonia Cristoff, mientras que el crítico Daniel Molina afirmó: “Josefina era una iluminación, siempre miraba más lejos y mostraba algo que nadie había visto”.

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