“Elijo para cantar aquellos tangos que me movilizan”

“Elijo para cantar aquellos tangos que me movilizan”

El tanguero Orlando Navarro respeta el sentir de las composiciones.

PRESENCIA. Orlando Navarro es uno de los intérpretes más elogiados.LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI (ARCHIVO).- PRESENCIA. Orlando Navarro es uno de los intérpretes más elogiados.LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI (ARCHIVO).-
11 Diciembre 2016
“¡Qué bronca! Ver que la vida se apura en cada cacho de sol en cada noche de amor, en cada curda. ¡Qué bronca! Saber que el tiempo se va y abandonar la pelea, antes del último round...”.

Se emociona al canturrearlo en medio de la charla. “El tango es una perfecta conjunción de letra y música. Amé el tango cuando empecé a entender lo que decían las letras: ‘hoy vas entrar a mi pasado…’, mirá eso. Los intérpretes tenemos que respetar la letra, tanto lo que quiso volcar el autor a la gente como la parte personal”, afirma Orlando Navarro, que el lunes 19 celebrará 73 años.   

Elige las piezas por el contenido, aunque sean autores nuevos. “Lo que ha hecho Chico Novarro con ‘Último round’, es el último de round de la vida… Elijo aquellos que me movilizan y si eso ocurre, yo movilizo al oyente. Si no ocurriera eso, no cantaría más. ‘Me banco vivir y el ruido infernal, total los silencios’, dice ‘Cuestión de ganas’, de Juanca Tavera y Rubén Juárez… Entonces uno dice ‘cómo no lo voy a cantar’. Tenés que decirlo al tango lo mejor que podás”, sostiene.

El tango que siempre lo acompaña es “Malevaje”, porque “tiene fuerza y marca más que nada todo lo que Discépolo quiere expresar, una época que pasó. ¿Quién pintó mejor que Manzi el paisaje en “Sur” o en “Tinta roja”? Rubén Juárez es un cantor al que me gustaría escuchar todos los días, no sólo porque me acompañó en ‘Garganta con arena’”, manifiesta.

• Carlos Gardel: Lo valoro, lo admiro, igual que a Le Pera. Es lo más perseverante que he visto en mi vida. Pesaba 125 kilos y hombreaba bolsas en el puerto. Bajó a 70 y pico de kilos. Impacta también por la humildad, la modestia.

• La orquesta de Aníbal Troilo: me hubiera gustado cantar con él. Con un acorde te volvía loco, Pichuco tocaba con el corazón.   

• Desde el jardín: cuando tenía cinco años empecé a cantar en el jardín de infantes en la Escuela 9 de Julio; estuve en un acto en el teatro San Martín, disfrazado de mexicano. El tango aparece en el 86. Yo actuaba con Eduardo Podazza y Gerardus van Mameren, cantaba tangos clásicos, empecé de grande. A través de Cultura de la provincia, gané un concurso, se habían presentado 90 participantes. Fue en el 80, más o menos. Preparé “El bazar de los juguetes” y “Antiguo reloj de cobre”. Me presenté de audaz nomás. Antes canté folclore en el 77 o 78 con el Trío Tartagal, que integraba con Chacho Echenique, que era jugador de San Martín, y con Américo Torres.

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