Recortes presupuestarios en ciencia y tecnología

Recortes presupuestarios en ciencia y tecnología

10 Diciembre 2016
Desde los tiempos más remotos hasta la actualidad, el desarrollo de la humanidad ha estado atado a la investigación, a los descubrimientos científicos. Esos logros, utilizados para el bien o para el mal, han permitido derrotar enfermedades, revolucionar las comunicaciones o prolongar la expectativa de vida. “La investigación científica y sus aplicaciones pueden ser de gran beneficio para el crecimiento económico y el desarrollo humano sostenible, comprendida la mitigación de la pobreza, y que el futuro de la humanidad dependerá más que nunca de la producción, la difusión y la utilización equitativas del saber. Es una fuerza motriz fundamental en el campo de la salud y la protección social y una mayor utilización del saber científico podría mejorar considerablemente la salud de la humanidad”, señala la Unesco.

En los últimos dos meses, se han suscitado controversias por el recorte a los fondos de Ciencia y Tecnología aprobado en el Presupuesto 2017, impulsado por el Gobierno Nacional. El director del Conicet sostuvo que durante el último año del kirchnerismo se aprobó un ingreso masivo, con ningún criterio. “El número que ingresó el año pasado era fuera de lo normal, era muy alto, ese número estaba normalmente entre 600 y 700. No había presupuesto (el año pasado) en el Conicet para soportar ese número de ingresos y tuve que venir a jefatura de Gabinete a pedir una nueva partida”, afirmó.

“No hay ningún país que con un 30% de pobres, esté aumentando el número de investigadores”, dijo Lino Barañao, el ministro de esa cartera, en un intento de justificar el ajuste. El funcionario manifestó que en 2015 ingresaron 943 científicos sin respaldo presupuestario, y que por esa razón se resolvió que en 2017 ingresaran 488 agentes menos, que es lo que prevé el presupuesto del año próximo. Si ello sucedió el año pasado, significa que él mismo fue el responsable de esa acción reprobable porque fue el titular del Ministerio durante la administración de Cristina Fernández de Kirchner.

Como se sabe, en 2015 y 2016 el presupuesto descendió de U$S1.300 millones a U$S770 millones, es decir U$S500 millones menos. El proyecto de Presupuesto 2017 le asignaba al Sistema de Ciencia y Tecnología el 0,59% del gasto total (este año fue de 0,71%); según los investigadores, es el índice más bajo desde los años ‘90. La partida destinada al Mincyt iba a sufrir una merma de casi $1.000 millones, lo que representaba una reducción del 32,5% respecto al presupuesto de 2016, según se expresó en un informe reciente, efectuado por investigadores del Conicet.

Medir la importancia de que haya más o menos investigadores en un país por la cantidad de pobres este tenga, es una apreciación poco feliz; es intentar a través de un planteo maniqueo justificar esta poda presupuestaria ordenada por el Poder Ejecutivo Nacional. Si el objetivo es tener más investigadores, pero con un perfil diferente, más insertos en las necesidades del país, como dijo el ministro, responde a una política determinada, pero no implica necesariamente que se deba reducir el respaldo económico al sector.

La promoción de la investigación básica y orientada hacia los problemas es esencial para el progreso. Esta cumple una función esencial en la adquisición del saber, en la formación de científicos y la educación de los ciudadanos. Sin investigación científica no se producen conocimientos ni tecnologías nuevos. La ciencia no da votos, pero sin ella el desarrollo de una nación es impensable.

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