La inflación es la principal materia pendiente

La inflación es la principal materia pendiente

11 Diciembre 2016
La buena o mala calificación al 2016 depende de la actividad privada. Mientras que las expectativas que hay entre los empresarios tucumanos van desde lo macroeconómico hasta una gestión política ordenada por cada sector: desde contrarrestar la inflación, retocar el tipo de cambio y reducir la presión fiscal en la región hasta alcanzar una mayor transparencia administrativa.

“Se cierra un 2016 bueno para la actividad, teniendo en cuenta que hubo una recomposición del tipo de cambio que ayudó a contener los costos y mejorar los niveles de rentabilidad. Asimismo, en gran parte de la campaña de exportación, los precios estuvieron razonablemente buenos en el exterior. Se puede decir que estamos teniendo un final de año bueno, con la posibilidad de mejorar la rentabilidad de toda la actividad, en general”, dijo el titular de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC), Roberto Sánchez Loria.

En la industria de la construcción, prevaleció una mirada positiva en la evaluación del año. “Rescato la intención de los gobiernos nacional y de la provincia y del sector privado de trabajar mancomunadamente para cambiar la realidad imperante. La situación de parálisis de la obra pública en este año nos ha llevado a replantear la política y las estratégicas en el sector, en el ánimo de salir del estado de postergación que tiene la provincia”, afirmó el presidente de la Cámara Tucumana de la Construcción (CT) Daniel Mafud.

Para el nuevo año

Sánchez Loria afirmó que en 2017 se debería encarar cambios económicos y fiscales que favorezcan a las producciones del país. “El problema número uno es la inflación; hay que terminar con este flagelo que afecta los costos de producción. Creemos, a pesar de la corrección, que el tipo de cambio actual estará retrasado en el próximo año sin no se modifica, y esto afecta a la economía de exportación”, dijo el citricultor, quien además planteó una revisión de la carga impositiva.“En esta nueva etapa se podría alcanzar mayores niveles de competitividad, mejorando la carga impositiva, la infraestructura para la producción y, a su vez, conteniendo la inflación, que es un problema que deteriora las rentabilidades en general”, finalizó.

A su turno, Mafud hizo referencia a un año donde se pueden presentar posibilidades. “El 2017 arrancará con expectativas positivas, con obras a licitarse. Hay un escenario que es nuevo y distinto, donde la sociedad está solicitando transparencia en los procesos licitatorios y en las adjudicaciones, además de un control en la administración de recursos”, añadió el constructor.

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