La simiente de calidad es un triunfo colectivo

La simiente de calidad es un triunfo colectivo

Los años de esfuerzo y sacrificio de productores y técnicos lograron frutos importantísimos para Tafí del Valle y Tucumán, que nos posicionan como la zona de privilegio para producir papa semilla de excelencia. El Valle tiene ventajas agroecológicas que permiten producir tubérculos semillas de calidad y sanidad, característica que debe ser conservada.

Al pasar hoy por Tafí del Valle se pueden ver los movimientos de tractores, juntamente con algunos implementos, realizando diversas labores para continuar con el ciclo de cultivo de “papa semilla”, con la única idea de obtener tubérculos que serán destinados a la siembra de lotes de otras explotaciones paperas dedicadas al consumo en el bajo tucumano, y en otras localidades productoras de “papa consumo” y “papa industria” del país. Es importante conocer por qué Tafí del Valle llegó a ser en el país una importante zona de semilla de papa de alta calidad.

Esto se dio por la visión de un prestigioso investigador, que llegó desde muy lejos, por los esfuerzos realizados por una prestigiosa institución tucumana de investigación y por el invalorable aporte de hombres de campo, que se pusieron al lado de los que investigaban para hacer realidad un sueño.

Para esto debemos trasladarnos al año 1968, donde comenzaron los primeros trabajos agrícolas en altura, que se potenciaron en 1970 con la instalación de un campo para trabajar con “papa semilla”. En esos años, Argentina importaba papa semilla desde Holanda por valor de unos U$S 30 millones.

La llegada del genetista stoniano doctor Edward Viirsoo, el apoyo de la Eeaoc y el invalorable esfuerzo de trabajo en el campo de los agricultores paperos de Tafí del Valle, permitieron cumplir con el objetivo buscado: lograr que Tafí del Valle sea una zona de excelencia en la producción de Papa Semilla.   

A través de un trabajo continuo e interdisciplinario de la Eeaoc, pudo chequearse que las condiciones ambientales del Valle eran excelentes para la producción de semilla de alta sanidad, ya que los lotes mantenían un bajo porcentaje de enfermedades de origen viral, como consecuencia de la ausencia de insectos vectores durante el ciclo vegetativo.

La demostración de la capacidad de la región para mantener la sanidad y el vigor de las semillas a través de varias generaciones, sumado a las gestiones políticas y administrativas efectuadas por la Eeaoc, determinó que Tafí del Valle fuera declarada, en 1976, “zona productora de papa fiscalizada” por la Dirección Nacional de Fiscalización Agrícola.

El apoyo de los productores fue fundamental para lograr la inserción de este cultivo en el Valle, y en estos, los hermanos Paz tuvieron una trascendental participación. Los años de esfuerzo y sacrificio de productores y técnicos lograron frutos importantísimos para la zona y para Tucumán y, por ende, la situación fitosanitaria actual no debe ser descuidada.

El Valle tiene ventajas agroecológicas que permitieron producir tubérculos semillas de calidad y sanidad, y esta característica que tiene este paradisiaco lugar debe ser conservada. Es por ello, que la Dirección de Agricultura de Tucumán, organismo de aplicación de la Ley Provincial de “Sanidad Vegetal” N° 6.109, exige a los productores dedicados al cultivo de “papa semilla”, que se encuentran en vigencia las resoluciones N° 203/2000 y N° 386/ 2006.

Estas normativas tienen la finalidad de preservar al Valle de Tafí como zona productora semillera, evitando la introducción de organismos nocivos que atenten contra las características fitosanitarias de la zona. Los productores deben entender que cumplir con las normativas es en beneficio del Valle y de los paperos del lugar.

La norma dispone la obligatoriedad de inscribir los lotes destinados a la producción de semilla fiscalizada, en dependencias de la Dirección de Agricultura de Tucumán, independientemente de la inscripción en el Inase (Instituto Nacional de Semillas).

Cuidar la zona significa no solo cumplir con la inscripción y el uso de semilla sana, sino también que se debe cumplir con las inspecciones correspondientes, para verificar en toda la zona el cumplimiento de las normativas anteriormente citadas.

El productor, por suerte, entiende que el esfuerzo debe continuar para seguir produciendo semilla de alta sanidad año tras año, y que para ello debe cumplir lo estipulado por la reglamentación actual bajo el monitoreo y la supervisión del Inase, de la Asociación de Productores de Papa Semilla (Apase), de la Eeaoc (Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres) y de la Dirección de Agricultura de Tucumán.

El esfuerzo conjunto y mancomunado del sector público y del privado permite que se cumplan con los requisitos fundamentales para preservar la zona fitosanitariamente hablando.

La rotación de los lotes destinados a producir papa debe ser de tres años (con dos años de descanso), la siembra de semilla debe ser semilla básica y certificada por el Inase, y eliminar los lotes con plantas voluntarias, o sea las que vienen de años anteriores, porque pueden ser un foco de infección del resto. Además, deben seguir implementándose las labores tendientes a mantener los planteles de semilla dentro de los porcentajes de virus más bajos posibles.

Es de esperar que el Valle siga siendo lo que soñaron los impulsores, por lo que el trabajo conjunto de los integrantes de esta cadena productiva, pública y privada, debe continuar para mantener una zona privilegiada para el desarrollo semillero de papa.

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