El peor momento de Zulma Lobato: le diagnosticaron VIH y sufre depresión

El peor momento de Zulma Lobato: le diagnosticaron VIH y sufre depresión

La mediática asiste a un hospital y a un centro de salud mental para tratarse.

ENFERMA. Hace seis meses le diagnosticaron VIH a Zulma Lobato. FOTO TOMADA DE MINUTOUNO.COM ENFERMA. Hace seis meses le diagnosticaron VIH a Zulma Lobato. FOTO TOMADA DE MINUTOUNO.COM
08 Diciembre 2016
Zulma Lobato atraviesa un momento muy delicado: hace seis meses fue diagnosticada con VIH y desde entonces asiste a un hospital y a un centro de salud mental para tratarse.
“Hace seis meses que me diagnosticaron VIH y tengo depresión”, aseguró a revista Paparazzi. La mediática dijo que lucha para estabilizarse: “me está ayudando la terapia que estoy haciendo los lunes y jueves porque ahora tengo psicólogo y médico psiquiatra. Estoy con depresión pero no es que estoy tan mal”.
“El médico me dijo que hay casos que se pueden curar en dos años y dejar la medicación por completo o tomarla toda la vida, pero de esto no te morís”, dijo, esperanzada y detalló: “hace seis meses que estoy haciendo el tratamiento. En el Hospital Muñiz me dan las drogas, en el Belgrano me ve el infectólogo y voy a otro lugar, que es privado, a una clínica mental”. 
La mediática indicó que se dio cuenta porque empezó a sentir “síntomas raros” y decidió acudir a su médica de cabecera: “Estaba muy decaída y había adelgazado como 30 kilos, estaba muy, muy delgada. Le pedí que me hiciera un análisis de VIH y la mala noticia fue que me llamó y me dijo que soy portadora del virus”.
En cuanto al posible momento del contagio, confesó: “creo que el diagnóstico es consecuencia de la violación que sufrí, porque no ando por la calle con cualquiera. Hace más de un año que me cuido con profilácticos. Cuando pasó lo de la violación yo llevaba profilácticos pero no llegué al boliche América porque me agarraron en la estación Munro”.
Además, contó que cuando se enteró le “agarraron ataques de llanto” aunque “jamás pensó en quitarse la vida”.
Y dejó un mensaje esperanzador: “hay que luchar y no bajonearse. Con quitarte la vida no ganás nada, les arruinás la vida a los parientes. Hay que hacer todo como dice el médico y la vida continúa. No es que la persona se muere porque me pasa algo así […] No hay que tomar la enfermedad tan a la tremenda como la gente lo piensa. En los hospitales me tratan divinamente bien. Cuando me enteré pensé que me iba para el otro mundo y me puse muy mal. Voy al hospital, busco la medicación, me hago los estudios cada tres meses, me ocupo y me cuido. En el último que me hice el médico me dijo que estaba prácticamente sana”.
Zulma Lobato atraviesa un momento muy delicado: hace seis meses fue diagnosticada con VIH y desde entonces asiste a un hospital y a un centro de salud mental para tratarse.

“Hace seis meses que me diagnosticaron VIH y tengo depresión”, aseguró a revista Paparazzi. La mediática dijo que lucha para estabilizarse: “me está ayudando la terapia que estoy haciendo los lunes y jueves porque ahora tengo psicólogo y médico psiquiatra. Estoy con depresión pero no es que estoy tan mal”.

“El médico me dijo que hay casos que se pueden curar en dos años y dejar la medicación por completo o tomarla toda la vida, pero de esto no te morís”, dijo, esperanzada y detalló: “hace seis meses que estoy haciendo el tratamiento. En el Hospital Muñiz me dan las drogas, en el Belgrano me ve el infectólogo y voy a otro lugar, que es privado, a una clínica mental”. 

La mediática indicó que se dio cuenta porque empezó a sentir “síntomas raros” y decidió acudir a su médica de cabecera: “Estaba muy decaída y había adelgazado como 30 kilos, estaba muy, muy delgada. Le pedí que me hiciera un análisis de VIH y la mala noticia fue que me llamó y me dijo que soy portadora del virus”.

En cuanto al posible momento del contagio, confesó: “creo que el diagnóstico es consecuencia de la violación que sufrí, porque no ando por la calle con cualquiera. Hace más de un año que me cuido con profilácticos. Cuando pasó lo de la violación yo llevaba profilácticos pero no llegué al boliche América porque me agarraron en la estación Munro”.

Además, contó que cuando se enteró le “agarraron ataques de llanto” aunque “jamás pensó en quitarse la vida”.

Y dejó un mensaje esperanzador: “hay que luchar y no bajonearse. Con quitarte la vida no ganás nada, les arruinás la vida a los parientes. Hay que hacer todo como dice el médico y la vida continúa. No es que la persona se muere porque me pasa algo así […] No hay que tomar la enfermedad tan a la tremenda como la gente lo piensa. En los hospitales me tratan divinamente bien. Cuando me enteré pensé que me iba para el otro mundo y me puse muy mal. Voy al hospital, busco la medicación, me hago los estudios cada tres meses, me ocupo y me cuido. En el último que me hice el médico me dijo que estaba prácticamente sana”.

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