“En tres años, el Carda podría estar levantado”

“En tres años, el Carda podría estar levantado”

Toledo y Feijóo narran los detalles de un proyecto que lleva 20 años: la construcción de un Centro de Alto Rendimiento de Altura “Todos los ambientalistas apoyan la edificación”, aseveraron los titulares de la Fundación Incai. La protección del ecosistema

UN VIEJO ANHELO. Toledo y Feijóo dieron detalles del proyecto que, afirman, podría cambiar la Provincia. la gaceta / foto de analía jaramillo UN VIEJO ANHELO. Toledo y Feijóo dieron detalles del proyecto que, afirman, podría cambiar la Provincia. la gaceta / foto de analía jaramillo
05 Diciembre 2016
Jorge Toledo y Enrique Feijóo llevan más de 20 años soñando con levantar un Centro de Alto Rendimiento de Altura (Carda) en Tafí del Valle. El presidente y el secretario de la Fundación Incai han tenido tiempo suficiente para pensar en todo, y hoy ven cómo su proyecto gestado para “hacer sustentable la montaña” penetra en “la cabeza” de la sociedad. “Nos tomaron por teóricos y por locos, pero aquí estamos”, afirman con una sonrisa de satisfacción.

Una serie de imágenes confirma su cordura: el diseño conceptual del Carda que elaboró César Pelli, arquitecto tucumano con fama mundial. Se trata de los primeros dibujos para un proyecto único en América Latina, como definió Pedro Omodeo, presidente de la Federación Económica de Tucumán: la otra pata institucional de la iniciativa.

O bien todos están locos, incluido Pelli, o bien el plan que implica una inversión aproximada de 70 millones de dólares ($ 1.120 millones al tipo de cambio actual) es materializable. Toledo y Feijóo destilan convencimiento: para ellos el proyecto no sólo funcionará sino de que, además, atenderá las inquietudes de fondo de la Fundación Incai: la preservación del ambiente y el desarrollo sostenible de los Valles Calchaquíes. Patricio, el hijo de Toledo, magnifica esa convicción con las láminas del diseño del centro que, orgulloso, exhibe en la pantalla de su celular. “Todos los ambientalistas apoyan la construcción del Carda en Tafí”, anuncian con firmeza.

Para ellos, la única manera de proteger el ecosistema es generando las condiciones para la vida digna de los principales interesados en cuidarlo: sus pobladores permanentes.

Los logros alcanzados desde 1998, cuando apareció la idea, alimentan las expectativas de Toledo y de Feijóo, que aseguran en una entrevista de 30 minutos con LA GACETA que la historia “da” para escribir un libro. Un resumen ejecutivo de ese itinerario incluye la discusión de la propuesta en los foros de la Montaña celebrados durante la década pasada (entre ellos, el de 2004 en Horco Molle); la obtención de declaraciones de interés institucional de la Secretaría de Deportes de la Nación, la Legislatura y de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán; la validación del experto barcelonés Guillermo Pérez Recio, quien vino a Tucumán especialmente para evaluar la posibilidad del Carda mediante un convenio de cooperación entre la Universidad Tecnológica y la Cancillería; el involucramiento de la FET y de figuras relevantes del deporte, como Horacio Muratore, presidente de la máxima entidad internacional de basquetbol; la firma de una promesa de donación con cargo de las 25 hectáreas de terreno fiscal donde estaría emplazado el complejo; la contratación de Pelli para la elaboración del diseño conceptual y la concreción de esa tarea -costó U$S 150.000 y fue pagada por un grupo de empresarios con aval de la FET-, y, por fin, las manifestaciones auspiciosas del gobernador Juan Manzur a posteriori de una reunión con el arquitecto en Estados Unidos.

La audiencia había sido solicitada para discutir el proyecto de un Centro Cívico en El Cadillal (plan anunciado y postergado varias veces desde el retorno de la democracia), pero en esa instancia se coló el plan del Carda, que, como se advierte, está mucho más maduro y avanzado.

Efectos de toda clase

El grado de detalle llama la atención. Por ejemplo, está resuelta la autogeneración de energía por medio del sol y de los arroyos; la recuperación del agua y el tratamiento de los residuos. Además, el diseño respeta los accidentes del terreno, y la necesidad de cuidar el paisaje (la construcción no supera los seis metros de altura) y los yacimientos arqueológicos.

“El proyecto que proponemos excede lo deportivo: implica un sinnúmero de efectos positivos paralelos”, explican a coro Feijóo y Toledo, quienes comentan que mantienen una relación fluida con los representantes indígenas de la zona.

La Fundación Incai, organización no gubernamental en la que participó el entrañable físico tucumano Orlando Bravo, pensó el Carda como una solución para una serie de desafíos ecológicos, económicos, culturales, educativos, laborales, demográficos y hasta sanitarios. “Por ejemplo, el centro debería tener un tomógrafo: nosotros creemos que este equipamiento médico también será aprovechado por la comunidad”, ejemplifica el secretario de Incai. Sus directivos precisan que la entidad nunca recibió aportes financieros externos, y que existe por amor a la naturaleza y a la montaña.

La clave para que todas esas consecuencias se disparen es que el Carda de Tafí exhiba los estándares de excelencia y de calidad que demandan los deportistas de élite. “Necesitamos que tenga el nivel suficiente como para que lo elija el Barcelona Fútbol Club”, acotan Toledo y Feijóo.

Ambos manifiestan que la iniciativa es absolutamente complementaria de los otros centros de alto rendimiento -ninguno en altura- existentes en el país, como el Cenard porteño, y en construcción en San Luis y Misiones. El presidente de Incai dice que los deportistas contarían con la posibilidad de terminar su entrenamiento previo a la competencia en Tafí. “Pensamos que en tres años podría estar levantado y que, mientras tanto, ya sería posible empezar a usar las instalaciones deportivas dada la oferta hotelera tafinista”, vaticinan Toledo y Feijóo. Es un tiempo suficiente para preparar al personal y constituir el consorcio público-privado encargado de administrar el Carda.

En cuanto al financiamiento, recuerdan que una ley destina el 1% del costo de cada llamada de telefonía móvil a la construcción de centros deportivos y que, entre otras fuentes, sería conveniente acudir a los fondos que, por esta causa, ingresan al Comité Olímpico Argentino.

“César Pelli tiene un afecto especial por este proyecto: se siente parte de él y nos ha dicho que es único”, dice Feijóo. “Teníamos ofertas para hacer el Carda en Salta, en Jujuy y en Córdoba, pero nos decidimos por Tucumán porque todos somos de aquí y porque sería la oportunidad para que César, que tiene 90 años, haga una gran obra aquí”, explica Toledo. Y sintetizan porqué vale la pena apostar por este sueño: “con las características paisajísticas de Tafí y el hecho de que dispone del dique La Angostura para la práctica de deportes náuticos, más la mano de Pelli, no debería extrañarnos que estemos ante la oportunidad de ejecutar un proyecto que con el tiempo se convierta en el primer centro de alto rendimiento de altura del mundo”.

Comentarios